Este día lo empezamos dejando nuestro hospedaje en el que hemos pasado unos días cerca de Sintra, no sin antes desayunar y despedirnos de nuestras anfitrionas.
Cogimos el coche temprano para estar nada mas abrir en el Palacio Nacional de Mafra. Llegamos a él sobre las 9:15. La visita nos llevo una hora y media mas o menos y la entrada estaba incluida en la Lisboa Card.
La vista al Palacio Nacional de Mafra se puede asemejar a la de Queluz, aunque con claras diferencias.
Queluz es mas ostentoso, con un aire mucho mas frances. Mafra es sobrio aunque con mas espacios interiores que visitar.
La visita a Queluz tiene también el aliciente de los jardines con los que no cuenta Mafra.
El palacio fue en primer lugar un convento, fruto de una promesa del rey Joao V a su mujer si le daba descendencia.
Por este motivo el conjunto del Palacio Nacional de Mafra está compuesto por el convento, el palacio, un hospital, una farmacia y una basílica.
Los puntos mas significativos de la visita son la farmacia, la enfermería (muy curiosa y particular sala), la sala de la Bendición, la sala de los juegos, la sala de instrumentos musicales, la sala de caza, la biblioteca (aunque solo se puede ver desde la entrada) y la basílica.

Desde aquí hicimos un camino de 1 y media en coche hasta el Convento de Cristo en Tomar. Lo hicimos así en vez de ver Alcobaça y Batalha antes por el horario de los monumentos.
Llegamos sobre las 12 y le dedicamos otra hora y media mas o menos. La entrada también estaba incluida en la Lisboa Card.
Este sitio me impresionó. Seguramente fue la mejor visita del día.
Ya desde fuera, antes de llegar vas viendo la muralla que rodea al convento y una vez que bajas del coche y te vas acercando, te vas impresionando mas.
El aspecto exterior del convento es verdaderamente espectacular. Te invita a mirarlo y remirarlo desde cada punto.
Como puntos mas destacados de la visita se pueden nombrar la Charola de los Templarios, el claustro principal, la Ventana do Capítulo, la sala Capitular inacabada y el Huerto de los Frailes.

Gran parte de la visita es dedicarle tiempo a observar estos 4 puntos mas interesantes, aunque hay algunas salas mas y unos cuantos claustros menos llamativos. En total creo que hay unos 6 o 7 claustros.
También lleva tiempo observar la construcción desde fuera y los alrededores.

Tras comer en la cafetería del Convento de Cristo en Tomar nos dirigimos hacia el Monasterio de Batalha.
El trayecto duró unos 40 minutos. Llegamos sobre las 15:45 y la visita nos llevo una hora y cuarto mas o menos. También gratis con la Lisboa Card.
Bajo nuestro punto de vista tanto el Monasterio de Batalha como el Convento de Cristo Tomar están un punto por encima del Monasterio de Alcobaça en cuanto a belleza e interes.
Aunque nos gusto mas el Convento de Cristo, tengo que reconocer que el Monasterio de Batalha es mas llamativo y mas ostentoso, por lo que supongo que mucha gente considerará que le gusta mas este último.
Es igualmente imponente y llamativo desde el exterior que el Convento de Cristo, aunque para nuestro gusto, este tiene unos alrededores que le acompañan mejor.
Como puntos mas interesantes cabe destacar toda la fachada del monumento que cuenta con multitud de esculturas relacionadas con el antiguo testamento, las vidrieras de la nave central, las capillas inacabadas y los dos claustros.

Sobre las 4 pico de la tarde nos dirigimos hasta el Monasterio de Alcobaça, al que tardamos en llegar sobre media hora. Otra visita incluida en la Lisboa Card. Tardamos menos en visitar el Monasterio de Alcobaça, sobre una hora, ya que estábamos un poco cansados de tanto monumento.
Tengo que decir que el coche es muy fácil dejarlo junto a estos monumentos. No recuerdo muy bien si en alguno tuve que pagar algo. pero si fue así, sería muy poco.
Es bastante menos llamativa, desde fuera, que las dos anteriores visitas, pero merece mucho la pena sobre todo por el interior y por conocer la historia de Dª Inés de Castro y D. Pedro I de Portugal, aquí enterrados.
Como puntos principales, la visita tiene la fachada de la iglesia así como su interior (con una considerable altura), las tumbas de los mencionados Dª Inés de Castro y D. Pedro I de Portugal, el Refectorio, la Sala dos Reis y sus llamativas cocinas.

Tras estas visitas nos fuimos hasta el alojamiento de esta noche, cerca de Caldas da Rainha.
Se llama Quinta dos Passarinhos. Está apartado pero es un sitio muy tranquilo y la habitación estaba perfecta.
Dejamos las cosas en el alojamiento y nos acercamos a ver Nazaré. Es difícil aparcar en la zona cercana a la playa pero a 5-10 min puedes aparcar fácilmente.
El pueblo en si es normal. Lo que tiene es una playa enorme y la parte alta del pueblo que es un poco mas bonita.
Para subir a esa parte del pueblo es interesante coger el ascensor de Nazare que te va proporcionando unas vistas preciosas.
Arriba hay algún que otro restaurante donde comer o cenar a un buen precio.

Tras cenar volvimos al alojamiento a descansar para salir temprano al día siguiente a ver Obidos.