Muchos meses de preparación y varios imprevistos después, por fin iniciábamos nuestro esperado viaje a Japón de 20 días de duración, aunque realmente se aprovecharían 18 de ellos, pues el primer y último día van siempre dedicados al largo viaje que debe realizarse.
Durante los meses de preparación extraje toda la información posible de muchísimas de las fuentes que hay en Internet, en especial de este foro, de la web de Japonismo y de la web de Japan Guide, que fueron las bases principales sobre las que iba construyendo el viaje. Pese a que a la hora de viajar si toca improvisar se improvisa, sí que me gusta llevar un planning lo más detallado posible, con la hora aproximada en la que tendría que estar en un sitio, el tiempo que tarda cada trayecto que voy a hacer y, más o menos, el tiempo que voy a estar en algún sitio. Suelo inflar los tiempos previstos porque prefiero que me sobre tiempo a que me falte, para así poder quedarme más en algún sitio que me ha gustado especialmente o para improvisar. A la hora de la realidad y por muy organizado que seas, el planning nunca acaba realizándose al milímetro, por lo que conviene tener una idea general de todo. Sin embargo, en este viaje lo que más me preocupaba era no perderme por la diferencia de idioma, por lo que tenía el planning muy detallado lleno de mapas y direcciones en inglés y japonés.
Después de pagados los vuelos, reservados los hoteles y tener casi a punto el planning detallado de lo que quería ver y adonde quería ir, llegó el primer imprevisto. Las fechas en las que íbamos a viajar iban desde finales de mayo hasta principios de junio, pues no quería ir en pleno junio, época de lluvias y notándose más el calor, ni tampoco quería ir en días más frescos aunque, realmente, por situación laboral no podía adelantar las fechas tampoco. Pensaba que mayo y algo de junio sería un buen momento y, aunque quizá encontraba ya lluvias, en Japón llueve bastante según tengo entendido, así que no era problema. Sin embargo, por motivos laborales tuvimos que atrasar prácticamente un mes el viaje, por lo que finalmente viajamos desde mediados de junio hasta principios de julio. Ahí el seguro de anulación de IATI funcionó a la perfección y pudimos conseguir que nos retornaran el dinero gastado (prácticamente todo en el vuelo) sin problemas. Ya teníamos comprado el JR Pass, de 14 días, pero con el retraso de un mes todavía entraba a tiempo de canjearse y no tuvimos que devolverlo.
Nuestro primer viaje iba a ser Valencia-Madrid-Tokio con vuelta Tokio-Madrid-Valencia, de ahí el JR Pass de 14 días principalmente (aparte de también por algo de comodidad) además de que iban a ser 21 días, pero con el cambio de fechas no nos salía tan a cuenta ese trayecto y encontramos uno más barato haciendo Valencia-París-Tokio con vuelta Osaka-París-Valencia con un precio que no llegaba a los 500 € por persona aunque restábamos un día al viaje. Finalmente fue este vuelo el que cogimos teniendo que cambiar buena parte del planning al concentrar entonces toda la visita a Tokio en los primeros días.

Finalmente, el planning quedó así:
Día 1 (domingo): Vuelo
Día 2 (lunes): Tokio
Día 3 (martes): Tokio
Día 4 (miércoles): Tokio
Día 5 (jueves): Excursión a Kamakura (noche en Tokio)
Día 6 (viernes): Tokio
Día 7 (sábado): Tokio
Día 8 (domingo): Tokio
Día 9 (lunes): Excursión a Nikko (noche en Tokio)
Día 10 (martes): Tokio
Día 11 (miércoles): Takayama
Día 12 (jueves): Excursión a Shirakawa-go y Kanazawa
Día 13 (viernes): Excursión a Katsuyama (noche en Kioto)
Día 14 (sábado): Excursión a Himeji y Miyajima
Día 15 (domingo): Excursión a Hiroshima, Osaka y Kioto
Día 16 (lunes): Excursión a Nara y Fushimi Inari (noche en Kioto)
Día 17 (martes): Kioto
Día 18 (miércoles): Kioto
Día 19 (jueves): Kioto
Día 20 (viernes): Vuelo
Quizá muchos días en Tokio, pero queríamos hacer varios cosas fuera de lo “habitual”. Si hubiéramos ido en mayo, teníamos previsto asistir al torneo de Sumo que se realiza por esas fechas, pero esa opción tuvimos que descartarla. Otros sitios o actividades distintas que quisimos hacer fue ir a VR-Zone y realizar las actividades de realidad virtual, ir a ver un partido de béisbol de los Yomiuri Giants de Tokio, hacer uno de los recorridos en kart por las calles de Tokio que ofrece la empresa MariCar, pasar una mañana en el J-World o ir a ver el museo de dinosaurios de Katsuyama. Es posible que quitando alguna de estas cosas hubiéramos podido meter otras igualmente interesantes (excursión a los 5 lagos del Fuji, visita a Koyasan…), pero preferimos dejarlo para, si podemos, volver en un futuro.
Activamos el JR pass el 4º día por lo que pudimos aprovecharlo para las excursiones de Kamakura y Nikko (que evité a propósito que fueran en fin de semana para evitar días de mayor afluencia) y llegar a utilizarlo hasta el 17º día y así utilizarlo también para las excursiones a Nara, Fushimi Inari y la zona de Arashiyama en Kioto. La visita a Miyajima e Hiroshima la coloqué en fin de semana debido a que los precios de hoteles en Kioto eran considerablemente más caros para la noche del sábado, por lo que aproveché para realizar esa excursión.
El primer día fue ocupado únicamente por el vuelo. Salimos temprano hacia el aeropuerto de Valencia, pues nuestro primer vuelo salía antes de las 7:00 de la mañana. Llegamos sin problemas a París, donde íbamos a tener una escala de unas cinco horas en las que aprovechamos para comer algo e intentar dormir algo pues prácticamente no habíamos dormido nada durante la noche. Pasados los controles, que fueron muy rápidos, llegamos a la zona de embarque y, llegada la hora, salimos puntualmente hacia Tokio con Air France en un vuelo que fue casi excelente, pues nos dieron buenas comidas, completas, aperitivos y la oferta de entretenimiento era bastante extensa (aunque la gran mayoría de películas estaban en español latino). Lo peor, fue imposible dormir algo pese a que lo intentamos.

Nuestro vuelo llegaba al día siguiente a las 8:15 de la mañana hora japonesa al aeropuerto de Narita.