Jueves 4 de Julio
Muy felices nos las prometiamos tras ver en el panel de nuestra TV las temperaturas para este día ya que auguraban sol y 20°, pero de eso nada, lloviendo !! y de 12-14° no pasariamos, y con el fuerte viento la sensación de frío se agudiza, así que cambio de planes, guardar la topa ligera y coger otra vez el chubasquero.(y así todos los dias). El pronostico del tiempo de la pantalla del barco no acertó ningún día.
La escala en Goteburgo es más corta pues hasta las 10 no podemos desembarcar, y hay que estar a bordo a las 16:30, lo bueno es que al lado de la escalerilla tienes la lanzadera, son autobuses que si ha sacado el billete previamente (15€ ida y vuelta), llevan al centro de la ciudad y regresas escalonadamente si lo deseas desde el mismo punto al barco.
No hay que complicarte la vida buscando alternativas y dudo que existan, y de haberlas aparte que serán más incómodas dudo que sean más baratas, pero allá cada cual, pues esto está bastante alejado de todo lo civilizado. Es como el secarral de Copenhague pero sin el servicio bus 25-27.

La ciudad a nuestro entender no tiene mucho interés turístico, si acaso la zona de Haga pero son un par de calles con bares y tiendas y poco más, nos pareció una ciudad de poco interés turístico, también influyó negativamente que llovía y hacia demasiado viento. (vale echamos un capote no sea que se enfaden los Gotamburgueros o como se llamen).

Conclusión esta ciudad es prescindible turísticamente. Es la que menos interés suscitó.

Hoy con el fuerte viento el mar está bravo y las olas son casi todas con espuma blanca, “los borreguitos”, pero este crucero aguanta bien y yo he decido que no me pienso marear, aunque por los pasillos la gente no seamos capaces de andar rectos.

Hoy echamos un vistazo crìtico-gastronómico y dictaminamos que el buffet está flojito así pues hemos decidido ir a cenar al Restaurante a ver el camarero que nos toca qué tal día lleva. Esto de las propinas por adelantado creo que viene a cuento por casos como el de este camarero.
En el restaurante hoy las cosas han ido mejor y el tal Garry ya sabe a que atenerse. Aprovechando una confusión que han tenido entre ellos en el momento de pedir las bebidas y se han líado con la tarjeta y me la pidieron dos veces, he aprovechado para decirle “que esto no vuelva a suceder”. Hasta a nosotros nos ha sonado amenazador ja-ja-ja, que risas nos echamos después al rememorar el momento. Pero ha servido para que varíe su actitud 180º los siguientes días comía en nuestra mano.
Aprovecho para comentar que no hemos rellenado ninguna encuesta de Costa y en caso de hacerla siempre respetamos al personal pues entendemos que es su medio de vida y eso es sagrado, Si acaso las criticas cuando las hemos hecho oficialmente son por motivos organizativos etc. dejando cubierto al personal.