01-AGOSTO: DE SIEM REAP A HO CHI MINH CITY
Comienza nuestro último día en Siem Reap y en Camboya. Como el pase para visitar los templos ya no tiene validez, esta mañana toca paseo por la ciudad de Siem Reap. Nos levantamos sin prisa, desayunamos y hacemos la maleta para dejar la habitación recogida (en el hotel se han enrrollado y nos dejan estar en la habitación hasta que nos vayamos al aeropuerto a las 17h.).
En Siem Reap damos una vuelta por el old market y aprovechamos para hacer algunas compras.
Ya de regreso en el hotel disfrutamos por última vez de la piscina, comemos y para concluir nuestra estancia en este maravilloso hotel, vamos a recibir el masaje que teníamos incluido (sin happy end, no seáis mal pensados).

A la hora convenida nuestro conductor nos estaba esperando en la puerta del hotel para llevarnos al aeropuerto. El trayecto al aeropuerto no dura más de 15 minutos.
Ya en el aeropuerto, facturamos el equipaje y antes de ir a la zona de embarque hay que pagar el impuesto revolucionario, quiero decir las tasas de salida del aeropuerto, que para vuelos internacionales son 25$ por persona.
Al llegar al aeropuerto de Ho Chi Minh City tenemos que tramitar el visado para poder entrar en el país. El visado se puede obtener de dos formas: tramitándolo por anticipado en la Embajada de Vietnam en Madrid (en su Web se explican los trámites y la documentación necesaria para obtenerlo) o se puede obtener en el aeropuerto a la llegada a Vietnam.
Nosotros nos decantamos por esta segunda opción. Para poder obtener el visado en el aeropuerto se necesita una carta de invitación. Hay numerosas agencias de viaje de Vietnam que gestionan esta carta. Nosotros lo hicimos a través de Hotels-in-Vietnam, donde también realizamos las reservas de todos los hoteles en el país. Cuesta 17$ por persona que se deben pagar por adelantado, y pasados unos días recibimos en el correo electrónico la carta de invitación. En el aeropuerto hay que entregar esta carta junto con los pasaportes, una fotografía y unos formularios que nos dieron en el avión, además de pagar 25$ por persona. El coste total son 42$ por persona (28€), mientras que obtener el visado en la embajada cuesta unos 60€ por persona.

Esta es la primera página de la carta de invitación, en el resto de páginas vienen los datos de las personas que van a entrar en el país (en la nuestra aparecían 22 personas en total).
Una vez que ya tenemos el visado en nuestros pasaportes, ya podemos abandonar el aeropuerto. Antes de salir cambiamos unos cuantos dólares en moneda local. La mejor opción para ir a la ciudad es un taxi con taxímetro. En el exterior del aeropuerto hay muchos, y antes de subir al taxi hay que asegurarse de que el taxista sabe llegar hasta el hotel. Entre las numerosas compañías de taxis que operan en HCMC, una de las más fiables es Vinasun (taxis de color blanco, muy cómodos y limpios, la mayoría de ellos son Toyotas monovolumen bastante nuevos). El trayecto hasta el centro de la ciudad dura unos 25 minutos y cuesta aproximadamente 75.000 VND.
En HCMC vamos a hacer 3 noches en el hotel Chancery Saigon. Es un hotel de la cadena norteamericana Best Western que está muy bien situado en el centro de la ciudad. La reserva a través de Hotels-in-Vietnam nos costó 59$ por noche, impuestos y desayuno incluido (80$ si se reserva directamente en el hotel). La habitación es espaciosa, es como una suite con un pequeño saloncito anexo. La habitación no da a la calle sino a un patio trasero, y esto en Vietnam es de agradecer, ya que el estruendo del tráfico no cesa desde las 6 de la mañana hasta las 11 de la noche. Junto a la recepción hay dos ordenadores con acceso gratuito a Internet.

Después de registrarnos, dejamos las maletas en la habitación y salimos a la calle para encontrar algún sitio donde cenar. En los alrededores del hotel no hay demasiados restaurantes, además ya es tarde y llueve, pero afortunadamente a un par de manzanas del hotel encontramos una pastelería con muchas especialidades tanto dulces como saladas (se nota la herencia francesa). Compramos dos cosas saladas, otras dos dulces y una botella de agua. En total 28.000 VND, poco más de 1 euro.
Nos llevamos la cena a la habitación y después de dar buena cuenta de los pasteles vietnamitas, nos vamos a dormir que mañana queremos levantarnos pronto.