Día 18
A las siete de la mañana tenia que recogernos un bus “turístico” para llevarnos a Puno, en Perú, pero la realidad es que nos recogieron a las 7:45h., podíamos haber desayunado si llegamos a saber que iría con tanto retraso.

Por fin nos recogió el bus que nos llevaría a la terminal de autobuses. Una vez en la terminal cambiamos de autobús por otro un poco más grande, traspasamos las maletas y subimos. Al final salimos a las 8:30 h., justo cuando estaba saliendo de la terminal, subió un chaval con unos tickets y fue cobrando a cada pasajero 2,5 bolívares, que es el impuesto de la terminal de autobuses según nos explicaron, el fastidio fue que habíamos gastado toda la moneda boliviana y tuvimos que cambiar 10 dólares para pagar el supuesto impuesto, creo que ya tendrían que incluirlo en el billete y no cobrarlo después, pero bueno es lo que hay, cada país tiene sus costumbres.

Una vez el autobús subió al barrio alto de la ciudad, el resto del recorrido fue bastante llano cruzando amplios campos con pequeñas casas desperdigadas, solo encontramos algunas curvas una vez llegamos las orillas del Lago Titicaca, pero fueron pocos kilómetros hasta llegar al embarcadero de San Pedro de Tiquina, donde tuvimos que bajarnos del bus para cruzar el estrecho en bote, mientras el bus lo hacía en una barcaza, el precio para cruzar es de 2 bolivianos, hay baños a ambos lados, usarlos tiene un precio de 1 boliviano.


Proseguimos la ruta con el bus, aquí la carretera era mucho mas revirada, al ir ascendiendo hasta los 4200 metros, con bonitas vistas del lago Titicaca. Una vez llegamos a Copacabana tuvimos que cambiar otra vez de autobús, como teníamos casi una hora para que saliera el siguiente bus, comimos en un pequeño bar y fui a ver un poco la orilla del lago y un poco de la población, que no me gusto demasiado.

Cogimos el siguiente bus hacia Puno, mientras, rellenamos un formulario que nos dieron para entregar en la frontera. Cuando llegamos a la frontera, tuvimos que pasar primero por la migración de Bolivia, entregando el pasaporte y la hojita que nos dieron al entrar en Uyuni, ya nos comentaron que no lo perdiéramos si no te ponen una sanción. Al salir de la oficina de Bolivia hay que caminar unos 200 metros y entrar en la oficina de Perú. Al salir de la aduana estaba lleno de locales cambiando moneda, cambiamos algo para tener soles, realmente te hacen muy buen cambio.
Cuando estábamos todos los del autobús subimos previo control de un empleado de la frontera y continuamos hasta Puno. El trayecto desde Copacabana fue de casi. cuatro horas. En Puno teníamos contratada la recogida, que fue muy puntual y una excursión por el lago para el día siguiente.


Una vez en el hotel Xima, descasamos un buen rato y cenamos en el mismo hotel, justo al lado había una tiendecita donde compramos agua y una bolsas de patatas fritas. El hotel es excelente, muy moderno, bien decorado y con una “estufa de aire caliente en la habitación”, es curioso que a un hotel tan moderno no le pongan calefacción, en sus jardines habían unas cuantas Alpacas, aunque estaba bastante a las afueras tenia unas bonitas vistas del lago.
