Seguimos con nuestra ruta del segundo día que pasamos en Brujas, nos esperaba una tarde muy interesante: visita a las zonas que no habíamos visto todavía, tour guiado en la cervecería De Halve Maan (uno de los lugares top para cerveceros) y ronda nocturna por el centro para ver la ciudad iluminada. Podéis ver lo que habíamos hecho esa mañana en la etapa anterior: Molinos en Brujas y excursión a Damme
Pues bien, llegamos a la ciudad tras recorrer el camino paralelo al canal desde la vecina localidad de Damme, así que entramos por la zona de Dampoort en dirección sur, hacia el centro. Decidimos seguir la trayectoria del canal, que siempre es un buen punto de referencia. Bordear los canales siempre es una buena ocasión para disfrutar de las vistas de los pintorescosos puentecitos y de las típicas casas flamencas, con su curiosa arquitectura.
Al poco de entrar a la ciudad empezó a llover, no era nada excesivo, pero tocaba abrir los paraguas por primera vez. Pese al pronóstico, ese fue el único rato del día en que cayó un chaparrón, y no duró demasiado. Paseando bajo la lluvia:
Incluso con lluvia las barcas repletas de turistas no paran de ir arriba y abajo recorriendo el entramado de agua de la ciudad, aunque estos no debían de ver un pijo con toda la armadura de paraguas que llevaban :
Teniendo en cuenta que después de la caminata había bastante hambre y la lluvia decidimos buscar un sitio para comer. Finalmente nos quedamos en el restaurante Molenpoort, y comimos en su terracita junto al canal (bajo el calor de una estufa, por supuesto). Había un menú que estaba bastante bien de precio y la comida estaba buena, aunque nada especialmente destacable. En ese momento ya había dejado de llover, aunque teníamos un toldo que nos protegía de la lluvia.
Tras la comida seguimos nuestro itinerario deambulando por las calles en dirección al antiguo barrio de la Liga Hanseática, que estaba pendiente. Como no, parando por el camino para hacer más fotos de la ciudad desde alguno de sus numerosos puentes:
Desde el siglo XIII hasta el XV Brujas fue un punto de encuentro comercial clave en la Europa septentrional, como queda todavía reflejado en las magníficas fachadas de las casas de los principales mercaderes internacionales y las sedes de instituciones relacionadas comercio. Los comerciantes españoles se afincaron en el Spaanse Loskaai y en la calle Spanjaardstraat, mientras que los alemanes hicieron lo mismo en la plaza Oosterlingenplein.
En esta zona se encuentra la conocida Jan van Eyckplein o plaza de Jan van Eyck. En ella encontramos esta estatua que le rinde homenaje:
Aprovecho para abrir un paréntesis y hablar un poco sobre el arte flamenco. En el Renacimiento, el arte fue una de las más importantes monedas de cambio en Europa. Artistas, mecenas y la burguesía contribuyeron a una tendencia que se refleja hoy en día en las obras de artistas como Jan van Eyck, cuyo legado artístico puede encontrarse por toda Brujas.
Jan van Eyck está considerado como el padre de la pintura al óleo gracias a su temprano dominio de la técnica. Es uno de los principales maestros flamencos del renacimiento, y sus cuadros más famosos son el Retrato del matrimonio Arnolfini, y el Retablo La adoración del Cordero Místico, una obra clave de la pintura occidental y que se puede ver actualmente en la cercana localidad de Gante.
Los factores identificativos de esta corriente son numerosos: el reflejo de la vida cotidiana en los lienzos, la pintura realista, el interés desmedido por la belleza material de las cosas, los colores, la búsqueda del detalle y la calidad de los objetos. De hecho, lo que en tiempos sirvió como moneda de cambio, hoy es el reflejo artístico de una época dorada donde la enriquecida burguesía se convirtió en la principal demandante de obras de arte. Si os interesa, en Brujas podréis disfrutar del arte flamenco en los siguientes puntos:
- Museo Groeninge: contiene una variada oferta de obras que resume la historia del arte belga con un conocido núcleo central: los famosos primitivos flamencos. Algunas de las obras más representativas del Museo Groeninge son La Virgen del canónigo van der Paele, de Jan van Eyck, o el Tríptico de Moreel, de Hans Memling, aunque junto a ellas también se pueden contemplar piezas maestras del neoclásico, del expresionismo flamenco y del arte moderno de la posguerra.
- Hospital de San Juan: con más de ocho siglos de historia, sus salas medievales, su iglesia y su capilla albergan hoy en día una impresionante colección de documentos de archivo, arte, instrumentos médicos y la joya de la corona: seis obras de arte de uno de los pintores flamencos más conocidos, Hans Memling.
- Iglesia de Nuestra Señora: aquí se encuentra la famosa Madonna de Brujas de Miguel Ángel, aunque hay que pagar una entrada para acceder al museo (la iglesia sin embargo puede visitarse de forma gratuita).
- Catedral de San Salvador: su tesoro, instalado en el edificio del capítulo, está compuesto esencialmente por pinturas, muchas de ellas de Dirk Bouts, y alberga obras de arte procedentes de la desaparecida catedral de San Donaciano y de antiguos conventos de Brujas. Algunos ejemplos de las obras expuestas allí: El calvario de los curtidores, anónimo (ca. 1420), Crucifixión con donante, anónimo (mediados del siglo XV), El martirio de San Hipólito, de Dirk Bouts y Hugo van der Goes, Tríptico de la Última Cena, de Pieter Pourbus.
Cerramos paréntesis y volvemos a la plaza de Jan Van Eyck: aparte del arte, como decíamos, se trata de un lugar clave para el comercio en Flandes. Este distrito se desarrolló desde el año 1200. Alrededor de los canales de Brujas florecía un puerto en expansión. Sin embargo, la plaza actual sólo se creó siglos más tarde. En el siglo XVII se abovedaron parte de los canales, de forma que hoy en día el agua sigue fluyendo bajo nuestros pies.
En el siglo XIX fueron restaurados varios edificios en y alrededor de la plaza. Por ejemplo, la Casa de Piedra Roja fue el primer edificio medieval restaurado en Brujas con subvenciones de la ciudad, en 1877:
Otro edificio histórico que puede verse en la plaza y que ha sido objeto de numerosas reconstrucciones y restauraciones es la Antigua Aduana, donde se realizaba el cálculo de los peajes sobre las mercancías importadas. La institución perdió esta función en el siglo XIX y desde entonces se utiliza primordialmente como edificio cultural. Como curiosidad mencionar que su planta baja sirvió también de cuartel de bomberos hasta los años 60 del siglo XX:
Al lado de la Antigua Aduana se levanta la estrecha Casa de los Estibadores, donde, como su nombre indica, se reunían los estibadores en la edad media:
Ya subiendo de categoría social tenemos la Lonja de los Burgueses, que fue desde el siglo XV el lugar de reunión para los eminentes burgueses de Brujas, los que manejaban el cotarro, vamos. También fue punto de encuentro de la Asociación de torneos "El Oso Blanco". En los siglos XVIII y XIX este edificio fue la sede de la Academia de bellas artes de Brujas, incluyendo también un museo con las obras maestras de los artistas Primitivos Flamencos. Jan Van Eyck probablemente es el más famoso de ellos, de ahí que le erigieran la estatua en el siglo XIX en esta plaza que además lleva su nombre.
Seguimos nuestra ruta, ya en dirección a la cervecería De Halve Maan, y por el camino nos encontramos con un curioso museo: el Frietmuseum (Museo de la Patata Frita). Este didáctico museo cuenta la historia de la patata, su aplicación más famosa, las patatas fritas, y las salsas que las acompañan. La exposición se encuentra en uno de los edificios más hermosos de Brujas, el Saaihalle. Os dejaré más datos de precios y horarios en el apartado de Información práctica de la etapa, pero nosotros no lo visitamos.
Pasamos de largo la Marktplatz y bajamos por Steenstraat, que todavía no habíamos recorrido, hasta Simon Stevinplein. De nuevo nos encontramos con otra encantadora plaza que exhibe una estatua en homenaje a otro de los hijos de la ciudad, el matemático e ingeniero Simon Stevin. Sobre su pedestal, esta estatua de bronce exhibe alguno de sus logros: la cadena con la que dedujo el principio del plano inclinado, o el compás representativo de su oficio de geómetra.
Uno de los logros de Stevin consistió en ser el primero en utilizar fracciones decimales, dando origen a los decimales modernos. La estatua, del siglo XIX, es obra del escultor belga Louis Eugène Simonis.
Seguimos ya hasta la cervecería De Halve Maan, ubicada en la Walplein, otra placita típica de Brujas. El nombre de esta plazuela de adoquines, que literalmente significa ‘plaza de la muralla’, posiblemente hace referencia a las primeras murallas de la ciudad, construidas muy cerca de aquí en 1127-1128. Se trata de un lugar ideal para disfrutar de las terracitas bajo los árboles y contemplar la escultura "Zeus, Leda, Prometeo y Pegaso visitan Brujas", de Jef Claerhout (en homenaje a los cocheros de Brujas).
En esta plaza y sus alrededores siempre ha habido cervecerías, por lo menos desde el s. XVI. Otro punto positivo para el Novotel Brugge Centrum donde nos hospedábamos, que se encuentra a 2 minutos andando de allí. Sabíamos que, por lo menos, sed no íbamos a pasar. Hoy en día esta plaza alberga la única cervecería del centro que sigue activa: De Halve Maan, que queríamos visitar. Además, en 1910, en esta misma plaza, un almacén del siglo XVII fue transformado en un hospicio, "Le Maire". Por el lado de los jardines se han construido algunas casas y una capilla.
Así pues, nos dirigimos a la cervecería con la intención de unirnos al siguiente tour. El día anterior habíamos pasado por aquí y preguntamos si había que reservar con antelación para apuntarnos a hacer la visita en un horario concreto, pero nos dijeron que siendo solo dos personas no era necesario, que seguro que teníamos hueco a la hora que nos interesase. Pues bien: llegamos y ya no había plazas para el tour que salía en breve, así que reservamos para el siguiente, una hora más tarde . Consejo: digan lo que digan, si tenéis interés en hacer la visita a una hora concreta, reservad con antelación, aunque seáis solo dos personas. No cuesta nada pasarse por allí y que os apunten, y así os aseguráis. También se puede reservar online en su página web. La visita vale 12 euros por persona (incluyendo una degustación al final), pero con la tarjeta de descuento que nos había dado el hotel nos quedó en 11 euros cada uno.
Como estábamos cerca del hotel, nos retiramos un rato a descansar y volvimos a la hora indicada. Había mucha gente, se notaba que era viernes por la tarde, pero nos dividieron en dos grupos de unas 20 personas y empezamos el recorrido. Eso sí: el tour es en inglés (no hay opción en español), aunque las explicaciones son muy sencillas y se entienden muy bien.
Esta popular cervecería fue fundada en 1865 por León ‘Henri’ Maes, y en la actualidad ya van por la sexta generación de cerveceros. Aquí se producen conocidas cervezas como la Brugse Zot, que es la cerveza oficial de Brujas, y la Straffe Hendrik, muy apreciada no solo en Bélgica sino también en el extranjero.
La visita empieza en el llamado "brewing hall", donde la cerveza es elaborada. Aquí tenemos algunos de los tanques donde se realiza la mezcla de malta, lúpulo y levaduras. Preside la estancia el patrón de los cerveceros, San Arnulfo ("diosito, diosito, que la cervecica me salga güena" ).
El tour prosigue subiendo las diversas plantas que contienen las instalaciones cerveceras que datan de los siglos pasados. Hoy en día se conserva prácticamente como un museo, ya que la cerveza que se produce aquí posteriormente se envía por un sistema de tuberías subterráneas hacia las afueras de Brujas, hasta la planta embotelladora. La construcción del sistema de tuberías cerveceras fue noticia mundial, ya que se trata de una instalación de 3276 metros que va desde la Walplein hasta Waggelwater. Este proyecto se llevó a cabo debido a la creciente demanda de cerveza que hubiese desembocado en un inminente problema logístico de transporte en el casco histórico de Brujas. Gracias a un gran grupo de "crowdfunders", la construcción de la tubería se hizo posible y fue inaugurada en Septiembre de 2016. Cualquier sacrificio es poco por el bien de la cerveza...
Se suben bastantes pisos por escaleras muy empinadas, así que no es un tour apto para personas con problemas de movilidad. Personalmente, tampoco lo recomiendo para hacerlo con niños, aunque hubo una pareja que lo hicieron con su hijo y sin problemas (lo único es que subir esas escaleras cargando con un niño requiere un máster en equilibrio y coordinación, y toda la ayuda de San Arnulfo para no acabar descuajaringados escaleras abajo ).
En la azotea de la fábrica se puede disfrutar de una panorámica de 360 grados sobre Brujas, vale la pena subir hasta aquí:
Ya de bajada vimos las antiguas cubas de fermentación, donde antiguamente se realizaba el proceso que le da su graduación a la cerveza. Unas instalaciones muy curiosas:
Tras el la visita nos dirigimos al restaurante adyacente a la fábrica, un sitio donde además de beber se puede también degustar buena comida. Allí nos pusieron a cada uno una cerveza Brugse Zot clásica. La Brugse Zot es una cerveza tipo "golden ale", de sabor intenso con una generosa capa superior espumosa y un final afrutado. Se produce utilizando cuatro tipos diferentes de malta y dos variedades aromáticas de lúpulo. Además de la cerveza rubia, también producen una versión de cerveza negra llamada Brugse Zot dubbel que suele gustar más a los amantes de las cervezas más fuertes.
La Brugse Zot ha ganado muchos premios internacionales en prestigiosas competiciones de cerveza. Un detalle a tener en cuenta: en la cervecería el producto que se sirve no está filtrado, ya que proviene directamente de los tanques, con lo cual retiene el 100% de su carácter incluso de forma más intensa. Tan solo podréis probar la Brugse Zot sin filtrar si venís a De Halve Maan, en el resto de locales sirven la versión filtrada. Así que altamente recomendable venir hasta aquí a probarla, no es necesario hacer la visita guiada, el local cuenta con restaurante y terracita para tomar algo tranquilamente.
Y para finalizar este tema, un poco de leyenda sobre la Brugse Zot: cuentan que cuando el Emperador Maximiliano de Austria visitó Brujas, sus orgullosos ciudadanos prepararon un colorido desfile de cómicos y bufones. Cuando el desfile finalizó, los ciudadanos solicitaron al emperador que construyera un nuevo manicomio para la ciudad. Ante esta petición el emperador replicó: "Hoy no he visto nada más que locos. Brujas ya es un gran manicomio!". Desde ese día, los habitantes de Brujas son conocidos con el apodo de "Brugse Zotten" o "Locos de Brujas". Si es que ya lo dicen, que hay más fuera que dentro...
Tras la cervecita decidimos completar la degustación con un buen gofre en un bar cercano que hay por allí. El local se llamaba 't Walpleintje, y es un sitio de comida rápida con algunas mesas en el interior donde comer, pero también sirven gran variedad de gofres y dimos buena cuenta de ello:
Luego decidimos dar un paseo nocturno para hacer bien la digestión, disfrutando de las imágenes que ofrece la ciudad en los lugares que ya habíamos visitado de día:
Hospital de San Juan
Nos acercamos hasta el muelle del Rosario y el centro histórico de nuevo:
La ciudad al anochecer tiene un aire misterioso y mágico:
El Burg, vacío y tranquilo excepto por los comensales de los restaurantes:
Los coloridos restaurantes de Marktplatz y el Belfort:
Y tras nuestra ronda nocturna regresamos al hotel a descansar, después de un día muy bien aprovechado incluyendo paisajes, canales, molinos, arquitectura, cultura cervecil :mrgreen:, gofres y estampas de noche de una de las ciudades más bonitas de Europa. Al día siguiente tocaba cambiar de base y desplazarnos a Gante, otro de los tops de Flandes. Pero eso ya será otra etapa .
Información práctica de la etapa:
- Museo de la Patata Frita (Frietmuseum):
Horario: de 10:00 a 17:00 h (cerrado o con horario limitado en fechas señaladas)
Precio: Adultos 7 €, tarifa reducida (mayores de 65 o estudiantes) 6€, niños hasta 11 años 5 €, niños menores de 5 años gratis.
Página web: www.frietmuseum.be/en/
Mäs información: www.visitbruges.be/ ...tata-frita
- Cervecería De Halve Maan (bar, restaurante y fábrica de cerveza artesana):
Horario: de domingo a miércoles, de 10 a 18h; de jueves a sábado de 10 a 21 h.
Dirección: Walplein 26, 8000 Brugge, Bélgica
Visitas guiadas a la cervecería: visitas en neerlandés, francés e inglés, de 11.00 a 16.00h (salidas cada hora). Los sábados puede tener lugar una visita extra a las 17.00. Bajo petición se puede organizar una visita guiada en alemán.
A partir de 20 personas se puede solicitar un guía privado en la lengua deseada. Previa reserva, los grupos a partir de 20 personas también podrán realizar visitas por fuera de los horarios establecidos en la cervecería.
Precio del tour guiado: 12 euros por persona, se incluye degustación de la cerveza de la casa Brugse Zot Blond.
Posibilidad de comer o cenar en la taverna de la cervecería, también se puede reservar online.
Página web: www.halvemaan.be/es/home