Nos despertamos a las 8:00, después de mirar por la ventana y ver que había una espesa niebla, decidimos vaguear un poco más.
Bajamos a desayunar a las 09:30, desayuno correcto muy francés: croissants, creppes, quesos franceses etc
Había mucha gente a esa hora de forma que se acababan cosas. Vimos franceses aprovisionando croissants y napolitanas como si no hubiera un mañana.
Salimos del hotel a las 10:30 hacia la Dune de Pilat en la costa atlántica.
Seguíamos con una espesa niebla, pero la previsión meteorológica presajiaba mejoría para más tarde.
Como somos optimistas, allí que fuimos (la previsión se equivocó)
Una hora más tarde llegamos al parquing de la Duna, cuesta 1 euro 2 horas.
Hay algunos puestecillos de venta de souvenirs y comida que pasamos de largo para dirigirnos a la duna.
Yo y mi hijo tuvimos la maravillosa idea de descalzarnos al llegar al inicio de la duna.
Error! Con la humedad de la arena era como andar sobre la nieve. Nos volvimos a calzar rápidamente.
La parte trasera de la duna es la más alta y posteriormente suaviza la altura hacia el mar.
Se sube por un camino hecho por la gente a copia de ir subiendo en la parte derecha de la duna.
Una vez arriba la gente se dispersa.
Se trata de la duna más alta de Europa con una altura de 110 metros.
Lástima de la niebla, en un dia claro la vista debe ser espectacular.
En momentos que escampaba un poco veias el bosque que la rodea.
Despues de estar un rato y viendo que no escamparia, bajamos y después de volver al coche nos dirigimos a Arcachon situado s unos 7 km.
Aparcamos en el parquing subterráneo del centro de Arcachon. Salimos a una plaza donde había mercado dominical, dimos una vuelta observando algunos puestos y la decoración navideña.
Entramos en el mercado cubierto donde venden sobretodo ostras y productos del mar en unos puestos y carnes en otros.
Queríamos comer en el Oyster bar pero había mucha cola. De modo que buscamos algun restaurante de ostras y acabamos en la Season 3 un par de calles más lejos.
Pedimos el completo con ostras, almejas, caracoles de mar, gambas y salmon y también un plato de embutido para que el niño comiera algo (no acababa de ver claro que comiera ostras y de hecho no le gustaron).
Comimos genial.
Al salir nos dimos una vuelta por el paseo maritimo, vimos un mercadillo navideño con patinadores sobre hielo y todo. La verdad es que seguía nublado y hacía mucho frío y dejamos el patinaje para otro día.
Mi hijo se subió a un carrusel que estava en el muelle.
Volvimos por la calle interior, vimos el casino, un edificio de los años 50 que parece un castillo y entramos en tiendas varias.
Arcachon es desde el siglo XIX un lugar de veraneo de la burguesía de Burdeos, tiene muchas casas de veraneo antiguas algunas mas arregladas que otras, muchas tiendas y bares y ambiente para pasear.
Compramos unas latas de sardinas en una tienda especializada en conservas (me hicieron gracia).
Y merendamos unos profiteroles espectaculares en les Dunes Blanches.
Ya de vuelta fuimos a le winery por recomendación de la guía, está a unos 20 minutos de Burdeos, tienen mas de 1000 vinos y hacen catas y otros eventos. Nos dimos una vuelta y compramos algunas botellas.
Volvimos al hotel, y jugamos un rato en el bar a juegos de mesa y nos dió pereza salir de forma que comimos en el restaurante del hotel Salmón y pollo, bastante flojo la verdad.