Llegó el “Día 1”
Nuestro vuelo con Norwegian salió puntual, siempre es de agradecer, en estos vuelos low cost lo único que te sirven es una bebida, así que hay dos opciones, traerte un bocata o comprar los que te ofrece la compañía, el trayecto tuvo una duración de 3:45 horas de Barcelona hasta Helsinki, llegamos puntualmente a las 16:30 hora de Finlandia, en la aproximación al aeropuerto de Helsinki-Vantaa pudimos ver por la ventanilla como iba anocheciendo, una vez recogimos la maletas al salir ya era de noche.
Para trasladarnos del aeropuerto a Helsinki hasta el centro cogimos el tren, que según leímos es la manera más fácil y económica. Hay dos lineas de tren que llevan al centro la I y la P, las cuales hacen un recorrido semicircular, para acceder a la estación es fácil ya que está en el mismo aeropuerto, tan solo hay que seguir las indicaciones, por lo que no hace falta salir al exterior. En el mismo anden de acceso a los trenes hay las máquinas expendedoras donde comprar el billete, se puede pagar tanto en metálico como mediante tarjeta bancaria el billete tiene un precio de 4,6€ por persona .
El trayecto hasta el centro fue de poco más de media hora, una vez llegamos a la estación central de Helsinki hicimos algunas fotografías del magnifico edificio inaugurado en 1862 según el diseño de Eliel Saarinen. Salimos por su puerta principal donde empezamos a notar el aire fresco en la cara, estábamos a un grado bajo cero.
Desde la estación a nuestro hotel, el Hotel Finn, apenas habian 10 minutos andando, una vez en la recepción agradecimos el calor de sus potentes radiadores, el hotel es muy correcto, situado en pleno centro de la ciudad, en un edificio antiguo, pero con las habitaciones actualizadas, el único inconveniente fue que el baño tenia una ducha sin plato, algo bastante típico en Finlandia y cuando te duchabas mojabas todo el baño, por suerte tenía calefacción radiante en el suelo y se secaba bastante rápido.
Una vez instalados, nos abrigamos un poco más y nos dispusimos a recorrer la ciudad para situarnos un poco, de está manera localizar las zonas más interesantes para el día siguiente.
La zona visitable de Helsinki es relativamente pequeña, unos tres kilómetros de un extremo a otro como mucho, hicimos algunas fotografías y vídeos de sus calles y edificios con las luces navideñas, paseamos frente a la estación central, atravesando el paseo llamado esplanadi hasta llegar al puerto donde está el antiguo mercado, de allí regresamos pasando frente la catedral. Para cenar decimos ir a un Vapiano, que está en la calle Mikonkatu, 15, aunque eran desesperadamente lentos. Una vez conseguimos cenar regresamos al hotel.