Este día tocaba hacer la excursión a Chichen Itza, Cenote Ik-kil y Cobá que habíamos reservado antes del viaje con Andrés de la Mora y que nos costó 1.300 pesos por persona incluyendo el transporte, el guía, las entradas a los 3 sitios y comida buffet en un restaurante. Fue todo un acierto.
La reserva la habíamos hecho para los tres, pero mi esposa no pudo venir porque se encontraba mal del estómago. Se lo comentamos al guía y dijo que no había ningún problema y sólo nos cobró la excursión de dos personas.
A las 6 y 20 una furgoneta nos recogió en el lobby del hotel junto a otras personas. Paramos en otro hotel para recoger mas gente y en Tulum montó al guía. En total el grupo éramos 12 personas.
El motivo de salir tan pronto era para llegar a Chichen Itza a primera hora para evitar el calor que hace más tarde y la gran aglomeración de gente que hay ya a media mañana.
El viaje a Chichen Itza duró unas dos horas, pero no se hizo pesado porque el guía era de ascendencia maya y nos contó muchas historias acerca del pueblo maya y de su cultura.
Cuando llegamos entramos en el recinto arqueológico de las ruinas de la civilización maya de Chichen Itza y el guía nos acompañó en un recorrido por la espectacular pirámide de Kukulcán, el observatorio, la cancha del juego de la pelota y los sitios más representativos explicándonos con mucho entusiasmo su historia. Luego nos dejó un tiempo para visitar el resto por nuestra cuenta y ver los muchos puestos de venta de artesanía que ponen en distintos puntos del recinto.
Cuando salimos hacía ya mucho calor y había mucha gente y una gran caravana de autobuses con turistas para entrar.
Montamos en la furgoneta y en unos 5 minutos llegamos al precioso cenote Ik-kil. Su superficie se encuentra rodeada de mucha vegetación. Arriba hay un mirador desde el que se obtiene una magnífica vista del cenote con las lianas y enredaderas cayendo desde la parte superior. Mientras vas bajando por las escaleras hechas de piedra los 30 metros de altura, encuentras pequeños balcones en donde se puede ver toda la belleza que lo rodea. Después se llega a una plataforma que es la entrada a sus aguas que tienen una profundidad de unos 50 metros.
Nos pusimos el traje de baño, dejamos la ropa en una taquilla y bajamos para darnos un chapuzón. Al tratarse de agua dulce cuesta mucho mantenerse a flote, por lo que en el agua había una cuerda que atraviesa el cenote para poder agarrarse. También nos tiramos desde una plataforma que tenía más altura.
En varias ocasiones se ha celebrado en este escenario incomparable una prueba del campeonato del mundo Red Bull de saltos de trampolín de clavadistas que se tiran desde una plataforma arriba del cenote a unos 27 metros del agua.
Después de la grata experiencia entramos al restaurante que hay dentro del recinto a comer tipo buffet.
Terminamos y empezamos el camino de vuelta parando en la antigua ciudad de Cobá con sus ruinas arqueológicas mayas. En la entrada al recinto se pueden alquilar unas bicis para ir hasta la pirámide, pero nuestro grupo decidió ir en un corto paseo de unos 15 minutos durante el cual el guía nos iba contado la historia del lugar y la forma de vida de los mayas.
Llegamos a la pirámide de Nohoch Mul y comenzamos a subir por sus empinados y maltrechos escalones los 42 metros de altura que tiene. Cuando llegas arriba se percibe el gran desnivel que tiene la subida y se puede observar una magnifica vista de una jungla sin fin rodeando por todos los lados la pirámide.
Bajamos con mucho cuidado de no caer y vimos algún otro resto arqueológico para finalmente poner rumbo al hotel.
A pesar de las horas que pasas en la furgoneta y el calor en algunos momentos de las visitas es una excursión que merece mucho la pena por los magníficos lugares que se visitan y en nuestro caso sobre todo por nuestro guía que era un chico muy agradable que nos enseñó mucho de la cultura maya y nos hizo muy ameno el viaje.
Esta noche cenamos en uno de los restaurantes buffet del hotel.
La reserva la habíamos hecho para los tres, pero mi esposa no pudo venir porque se encontraba mal del estómago. Se lo comentamos al guía y dijo que no había ningún problema y sólo nos cobró la excursión de dos personas.
A las 6 y 20 una furgoneta nos recogió en el lobby del hotel junto a otras personas. Paramos en otro hotel para recoger mas gente y en Tulum montó al guía. En total el grupo éramos 12 personas.
El motivo de salir tan pronto era para llegar a Chichen Itza a primera hora para evitar el calor que hace más tarde y la gran aglomeración de gente que hay ya a media mañana.
El viaje a Chichen Itza duró unas dos horas, pero no se hizo pesado porque el guía era de ascendencia maya y nos contó muchas historias acerca del pueblo maya y de su cultura.
Cuando llegamos entramos en el recinto arqueológico de las ruinas de la civilización maya de Chichen Itza y el guía nos acompañó en un recorrido por la espectacular pirámide de Kukulcán, el observatorio, la cancha del juego de la pelota y los sitios más representativos explicándonos con mucho entusiasmo su historia. Luego nos dejó un tiempo para visitar el resto por nuestra cuenta y ver los muchos puestos de venta de artesanía que ponen en distintos puntos del recinto.
Cuando salimos hacía ya mucho calor y había mucha gente y una gran caravana de autobuses con turistas para entrar.
Montamos en la furgoneta y en unos 5 minutos llegamos al precioso cenote Ik-kil. Su superficie se encuentra rodeada de mucha vegetación. Arriba hay un mirador desde el que se obtiene una magnífica vista del cenote con las lianas y enredaderas cayendo desde la parte superior. Mientras vas bajando por las escaleras hechas de piedra los 30 metros de altura, encuentras pequeños balcones en donde se puede ver toda la belleza que lo rodea. Después se llega a una plataforma que es la entrada a sus aguas que tienen una profundidad de unos 50 metros.
Nos pusimos el traje de baño, dejamos la ropa en una taquilla y bajamos para darnos un chapuzón. Al tratarse de agua dulce cuesta mucho mantenerse a flote, por lo que en el agua había una cuerda que atraviesa el cenote para poder agarrarse. También nos tiramos desde una plataforma que tenía más altura.
En varias ocasiones se ha celebrado en este escenario incomparable una prueba del campeonato del mundo Red Bull de saltos de trampolín de clavadistas que se tiran desde una plataforma arriba del cenote a unos 27 metros del agua.
Después de la grata experiencia entramos al restaurante que hay dentro del recinto a comer tipo buffet.
Terminamos y empezamos el camino de vuelta parando en la antigua ciudad de Cobá con sus ruinas arqueológicas mayas. En la entrada al recinto se pueden alquilar unas bicis para ir hasta la pirámide, pero nuestro grupo decidió ir en un corto paseo de unos 15 minutos durante el cual el guía nos iba contado la historia del lugar y la forma de vida de los mayas.
Llegamos a la pirámide de Nohoch Mul y comenzamos a subir por sus empinados y maltrechos escalones los 42 metros de altura que tiene. Cuando llegas arriba se percibe el gran desnivel que tiene la subida y se puede observar una magnifica vista de una jungla sin fin rodeando por todos los lados la pirámide.
Bajamos con mucho cuidado de no caer y vimos algún otro resto arqueológico para finalmente poner rumbo al hotel.
A pesar de las horas que pasas en la furgoneta y el calor en algunos momentos de las visitas es una excursión que merece mucho la pena por los magníficos lugares que se visitan y en nuestro caso sobre todo por nuestro guía que era un chico muy agradable que nos enseñó mucho de la cultura maya y nos hizo muy ameno el viaje.
Esta noche cenamos en uno de los restaurantes buffet del hotel.