Después de visitar Aubèrt, cruzamos con mucho cuidado la carretera para ir a la parada del autobús. Nuestro siguiente destino será Es Bòrdes.
Al otro lado nos quedan los pueblos de Arròs, que visitaremos proximamente y Begós. Lo más destacable de Begós, como viene siendo habitual, es su iglesia, en este caso dedicada a sant Roc. Esta iglesia es una de las más populares del Valle. Es de origen románico y de dimensiones muy pequeñas. El campanario de la parroquia es de torre cuadrada con una cubierta puntiaguda de pizarra. Tiene una nave dividida en tres tramos por arcos torales que sostienen una bóveda apuntada.
En el siglo XIV se le añadieron dos capillas laterales y por este motivo tomó la forma de cruz griega. Conserva una pila bautismal y otra para el agua bendita, ambas románicas, así como algunas esculturas policromadas del siglo XVII.
Begós está a casi 1000 metros de altura y es uno de los pueblos que forman parte del terçon de Lairissia. Allí encontramos Socasau, una bella casa aranesa fortificada. Begós forma parte del "Camino real". El Camin Reiau es un antiguo camino, posiblemente utilizado en época romana, que venía desde Tolouse, atravesaba la Val d’Aran hasta el Pòrt de la Bonaigua y llegaba hasta Tarragona.
También por Es Bòrdes pasaba el Camino real.
Dejamos el autobús, habiendo dejado también atrás Pont d'Arròs, que no tiene ningún encanto especial.
Situado al comienzo del Mijaran (Medio Aran), a 852m de altitud, dejando al oeste, aguas abajo, la vecina región del Baish Aran, este pequeño pueblo está enclavado en la confluencia del río Garona, que lo rodea por el norte, y el Joeu, que lo hace por el sur. Desde aquí parte el recorrido que lleva a Artiga de Lin, enclave del que ya hablaremos.
Subimos una cuesta y vemos que aquí sí que hay algún restaurante. En el pueblo también vemos algunas plazas y fuentes. Un poco más en lo alto encontramos la iglesia del pueblo, consagrada a la Mare de Déu del Roser. Personalmente creo que no es tan bonita como otras. Data del 1806, aunque fue construida sobre otra anterior de pequeñas dimensiones. Destaca en la puerta de mediodía una losa de un antiguo sarcófago del siglo XV que pertenecía al Castell Lleó.

Se trata de una iglesia de una sola nave, bóveda de arista y presbiterio de tres arcos de medio punto con pilares de base circular en el interior. Sobre ella se levanta un campanario de torre cuadrada.

En el pequeño montículo junto al pueblo de Es Bòrdes, lugar estratégico, estaba ubicada la fortaleza deth Castèth Leon, que fue construida en el 1283 y era la sede del gobernador de Aran. A los pies de esta fortaleza se fue construyendo el pueblo de Es Bòrdes. En el s.XVIII sufrió un duro asedio, siendo quemado y destruido. Un arbusto característico de esta ruta es el boj (buxus sempervirens), de madera muy dura, densa y homogénea se emplea para hacer gravados, pipas, útiles de cocina o instrumentos de viento. Es una planta medicinal pero muy tóxica. Es muy utilizado en el arte topiario, que consiste en darle diversas formas recortándolos, como ornamento para jardines.

Como comentaba, la villa fue formada a partir del siglo XVIII cerca de los restos del antigüo Castell-lleó. Según la leyenda, el primer poblador de las Bordes fue el último soldado del castillo que se alzaba en una colina situada sobre las casas del pueblo dominando así el curso inferior del río Garona y parte de la ribera del Jueu.
Dentro del recinto y delante de la plaza de las armas, se encontraba la torre de “l’homenatge” que servía de alojamiento a su guarnición y fuera de él un espacio denominado “Eth plan des hurques” donde cumplían la última pena los criminales del Valle.
A finales del siglo XIII y con motivo de las guerras que mantuvieron Jaume de Mallorca y Alfons III de Aragón y que acabaron con la invasión del Valle, Castell-lleó fue ocupada por las tropas francesas.
Levantado posteriormente el secuestro del Valle por Jaume II de Aragón, concedió los famosos privilegios a los araneses y ordenó que a partir de entonces el gobernador de esta tierra, dispusiera su residencia en el castillo.
Castell-lleó dió lugar a una extensa historia (trabajos de fortificación ordenados por Jaume II; ocupación por las tropas castellanas durante la guerra dels segadors; fuertes asedios entre 1643 y 1719; finalmente incendios y destrucción) que atrae también la curiosidad por sus leyendas que se crearon y entre las cuales destaca la conocida como “Peix en el setge“.
Se decía que en el interior del recinto existía una “mina”. Cuentan que el castillo sufrió un terrible asedio que se alargó considerablemente. Cansados, los de fuera decidieron tenderles una trampa y ver como respondían desde el interior del castillo. Enviaron un mensaje atado con un trozo de carne fresca, exponiéndoles que mientras ellos pasaban hambre, los de fuera tenían comida fresca. Cual fue la sorpresa cuando recibieron la respuesta atada con un pescado fresco y un pan recién horneado: no pasaban ni hambre ni penurias.

Enfrente de Es Bòrdes nos queda la villa de Benós. Lo más destacable es la iglesia de Sant Martí, del siglo XII aunque modificada en el XVIII. Cuenta con planta rectangular de una sola nave y bóveda de medio punto, con naves laterales añadidas en el siglo XVI, de tres tramos con arcos formeros y torales. Conserva una cruz procesional y el campanario es una torre cuadrada con cubierta puntiaguda de pizarra. También fueron reformadas sus ventanas y la puerta del templo.
Siguiendo la carretera encontramos Era Bordeta. Se trata de un pequeño conjunto de casas situado a orillas del río Garona y a pie de la carretera que pertenece al municipio de Vilamòs. En el camino entre Es Bòrdes y Era Bordeta hay un lavadero tradicional. Otro punto de interés de Era Bordeta es la quesería Irissa, elaboradora de quesos artesanos.