El Desfiladero de Montrebei (en catalán Congost de Mont-Rebei) es un paraje que se localiza entre las provincias de Huesca y de Lleida, entre las comarcas de la Ribagorça y el Pallars Jussà.
Está dentro del Espacio de Interés Natural de la Sierra del Montsec. Y, se haga más o menos, lo cierto es que las vistas son excepcionales.

Fue adquirido en 1999 por la Fundació Territori i Paisatge (actualmente conocida como la Fundació Catalunya-La Pedrera) con el objetivo de preservar sus valores naturales y de paisaje.
Se puede atravesar por la parte aragonesa y por la catalana.
Por la parte catalana Un camino excavado en la roca permite recorrer todo el cañón al borde del precipicio. Últimamente se ha puesto muy de moda y hay hasta demasiada gente.
Se ven paredes de hasta 500 metros de altura y los precipicios son enormes. Una persona con vértigo es mejor que allí no vaya.

Nosotros contratamos la excursión con una empresa que te recoge en un punto establecido y te acompaña en un catamarán (o algo así). Primero se hace una ruta por el agua viendo los paisajes. Era una mañana bastante fresca y con un poco de niebla pero los paisajes son excepcionales. A medida que te vas adentrando en el desfiladero se te pide que te pongas un casco para protegerte de posibles desprendimientos.

Después de la ruta en barco te dejan en un embarcadero (por llamarlo de alguna manera). Entonces tienes que hacer una subida un poco pronunciada y con piedras y troncos hasta llegar al punto donde tomas el camino que desemboca en el verdadero desfiladero. El primer tramo es muy pesado.
El sendero que atraviesa el Congost de Mont-rebei forma parte del GR-1. Hay al menos tres opciones para hacer esta excursión: la opción corta y más sencilla consiste en realizar el recorrido señalizado que va de Norte a Sur desde el parking de «La Masieta» hasta el final del desfiladero.
El camino tiene unos 3,5 km y se necesita aproximadamente 1h 45′ para cubrir el trayecto de ida. Se puede alargar el paseo hasta el segundo puente colgante, el que atraviesa el Congost del Seguer y una vez allí animarse a bajar las empinadas escaleras de madera construidas en la pared que llevan hacia el albergue de Montfalcó.

Esas escaleras ya están en territorio de Huesca. La verdad es que yo no las subiría (ni las bajaría) pero tengo vértigo así que... En realidad ni crucé el puente. Mis dos sobrinos sí lo hicieron pero no se acercaron a las escaleras.

Hay opciones mucho más largas.

Conviene extremar las precauciones e ir con mucho cuidado si vas con niños.
Después de hacer el recorrido nosotros tuvimos que volver a deshacer lo andado para bajar al embarcadero a la hora convenida y coger el barco de regreso.