Nacimiento del río Vinalopó (ruta a pie).
Para completar la visita a Bocairent nada mejor que esta pequeña ruta senderista, que hicimos de acuerdo con las indicaciones que nos dieron en la Oficina de Turismo de Bocairent. Sus datos son los siguientes:
Longitud: 8,7 Km.
Duración: algo menos de 3 horas.
Desnivel: 80 metros
Ruta circular, de dificultad baja, por sendero y pista.
Cartel informativo de la ruta:
Desde Bocairent se toma la carretera CV-81, dirección Villena; a unos tres kilómetros, se gira a la izquierda para coger la CV-794 que va hacia Alcoy. A unos 10 Km. hay un cartel informativo del PR-CV-4. Allí se deja el coche y comienza la ruta, que sigue sendero o pista, a elección; lo mejor, ir por uno y volver por otra. Nosotros fuimos por la pista y volvimos por el sendero, más que nada porque al inicio no encontramos el sendero (sale a la izquierda de la pista, junto al árbol que os pongo en la foto); pero da igual en un sentido que en otro, lo más recomendable es completar el círculo para ir por sitios diferentes.
A la izquierda de este árbol sale el sendero; de frente, sigue la pista.
Caminando por la pista, nos encontramos con el cauce de un riachuelo y el trazo de un sendero, pero no estábamos seguros de si se trataba del Vinalopó, así que, temiendo perdernos, seguimos de frente hasta encontrarnos con un indicador, que nos dirigió hacia otra pista, a la derecha.
Llevábamos 40 minutos andando cuando divisamos unas llamativas edificaciones, la masía y ermita de Guilella la Nova y Guilella la Vella. Al paisaje no le faltaba atractivo, pues se veía bastante verde por las lluvias caídas la semana anterior, pero confieso que el paseo se me hizo un tanto anodino, quizás porque pegaba bastante el sol, y estaba deseando llegar a la zona del río.
Al cabo de una hora y veinte minutos, nos encontramos con el río y las ruinas de unos antiguos molinos. Para nuestra sorpresa, allí estaban varios coches aparcados con sus correspondientes grupos de visitantes. La verdad es que nos mosqueamos un poco pues no sabíamos que se podía acceder en coche justamente hasta doscientos metros antes del nacimiento del Vinalopó, mientras que nosotros llevábamos hora y pico de caminata, y nos esperaba otro tanto de regreso. Lo cierto es que se puede llegar en coche, seguramente partiendo desde Banyeres de Mariola. Pero bueno, a fin de cuentas se trataba de andar un rato, disfrutando de la naturaleza. Cruzamos una pasarela de madera para peatones y fuimos a ver lo que queda del Molino de Dalt, con su alta chimenea. En este lugar hubo un taller textil en el siglo XV, que se convirtió en un molino harinero en el siglo XVII y funcionó como fábrica de papel desde 1781 a 1943. También pudimos ver los restos del Molino de Baix o Fábrica de Blanes.
Por el sendero de la derecha, dejando el río a la izquierda, seguimos su cauce hasta cruzarlo por un puentecito de piedra, y allí mismo encontramos la Font de la Coveta, una gruta considerada como el nacimiento del Vinalopó, lo cual no es cierto, ya que el río nace unos kilómetros antes. Sin embargo, la incorrección se perdona de buena gana porque el lugar es bastante bonito, ideal para sacar unas fotos e incluso refrescarse un poco si se tercia.
Retrocedimos sobre nuestros pasos hasta la pasarela de madera que está frente a los molinos, ya que nos quedaba por ver el punto supuestamente más atractivo del recorrido: una hermosa cascada, conocida como Toll Blau (que nadie se vaya sin verla, son apenas cien metros más desde los molinos). Hay que llegar a la pasarela, cruzarla, seguir unos metros por la pista y tomar el sendero que baja a la derecha (pongo foto).
Por el sendero de la derecha, se baja a la cascada.
La cascada es muy bonita y, además, llevaba bastante agua, tanta que no pudimos cruzar al otro lado para hacer mejor la fotografía (en realidad, no era tan difícil, pero hubiésemos tenido que descalzarnos, meter los pies en el agua y esperar a secarnos, lo que no nos apetecía demasiado). Por cierto que quedé muy contenta porque parece que voy haciendo algún progreso con mi aprendizaje de “fotografiado de cascadas”.
Emprendimos el regreso por el sendero, pasando por el núcleo de casas denominado Les Torretes, presidido en alto por las ruinas del castillo de Vinalopó. Hay un camino para subir hasta allí, pero hacía bastante calor y no nos atrajo la idea hasta el punto de intentarlo. En cualquier caso, fue mucho más entretenido el camino de vuelta por el sendero que el de ida por la pista, si bien el tiempo empleado en el recorrido fue similar, en torno a una hora y cuarto. En total, nuestra excursión a pie duró dos horas y cuarenta y cinco minutos.
EL POU CLAR.
A unos seis kilómetros de Bocairent, por la carretera CV-81 en dirección a Ontinyent, se encuentra el paraje natural que nos había llamado la atención la noche anterior. Así que fuimos a verlo, ya de día. Yendo desde Bocairent, se pasa por un pequeño puerto de montaña (nada serio) con algunas curvas hasta llegar a un puente sobre el río donde existe un panel informativo con varias rutas. Unas pasarelas permiten recorrer cómodamente la garganta en pocos minutos, contemplando las pozas que forma el río, de un precioso color verde esmeralda.
También se pueden apreciar covetes en las rocas, si bien nos contaron que no están comunicadas entre sí como las de Bocairent, Es una zona de merendero y baño, muy frecuentada por la gente de Ontinyent, desde donde muchos jóvenes llegan caminando por un sendero de apenas tres o cuatro kilómetros.
Supongo que en verano no serán tan atractivas porque habrá menos caudal de agua y mucha más afluencia de visitantes y bañistas. Cuando las vimos (el 2 de abril), estaban tan bonitas como se ve en las fotos. Merece la pena detenerse aunque sólo sea unos minutos para echar un vistazo.
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