Con la idea de ver Carcassone sin prisas decidimos pasar aquí dos noches, de esta manera le dedicamos un día entero y aprovechamos para hacer parada en la Abadía de Fontfroide.
Saliendo a las 6:30 de Alberic llegamos como decía el navegador en 7 hrs. y algo, contando las paradas a almorzar y gasolina ( que está en Francia entre 10% y un 20% más cara) llegamos sobre la 13:30. La autopista se deja a la altura de Narbona y desde ahí una carretera secundaria entre viñedos te lleva hasta Fontfroide. Está bien indicado y el navegador te dirige sin problemas.
Abadia de Fontfroide. 13 €/per
En el aparcamiento de la Abadía hay mesas de pic-nic a la sombra que aprovechamos para comer, pues llevábamos de casa. En la misma recepción hay restaurante/cafetería como alternativa.
Horarios
1 de noviembre - 31 de marzo: 10:00 a.m. - 12:30 p.m. / 1:30 p.m. - 5:00 p.m.
1 de abril - 1 de julio: 10:00 a.m. - 6:00 p.m.
2 de julio - 31 de agosto: 9:30 a.m. - 7:00 p. M. (Abierto hasta las 8:00 p. M. En horario nocturno )
1 de septiembre - 31 de octubre: 10:00 a. M. - 6:00 p. M.
Es una abadía privada, por eso organiza catas con venta de vino, conciertos nocturnos y otros eventos que podéis ver en su web. La visita se puede hacer bien en una hora. La audioguía estaba excluida por temas de covid, con los que nos conformamos con el tríptico que os acompaño por si queréis saber más.
Los jardines están muy bien, son bastantes extensos, aunque lo mejor es la rosaleda que está contigua a la colegiata.
Patio de la Abadia de Fontfroide
Opinión: No deja de ser una abadía más. Eso no quiere decir que no sea interesante. Si vais a estar en Narbona más de un día es una visita que os pilla a 15’. Pero si en vuestro road-trip tenéis que decidir entre Narbona y la Abadia, yo elijo Narbona.
Claustro de la Abadia
Jardines con la rosaleda en primer plano
La siguiente parada era Cacassone, a la que llegamos en una hora. Después de descargar maletas aparcamos en el subterráneo de la plaza Gambetta, al lado del hotel. 14 € por día y medio.
Lo que quedaba de día paseamos por la parte “nueva” de la ciudad, visitamos la catedral de Saint Michel, calle comercial, por cierto casi todo cerrado a las 8 hrs., hasta ir a parar al restaurante donde pensábamos cenar.
En Carcassone llegamos un lunes, y resulta que la mayoría de los comercios cierran este día. Entre locales cerrados y abandonados la verdad es que daba un poco de pena pasear por la zona. Únicamente en la Plaza Carnot se veía más ambiente, lo demás muy poco.
Fuimos a cenar al Bistrot d’Alice por sugerencia del recepcionista del hotel. Muy buenos los platos alternativos y también típicos de la tierra, por 25 €/persona.
Calle comercial en la parte baja de Carcasona
Por la noche nos hicimos unos mojitos en la terraza del hotel de al lado de 5* pues se comunicaban los jardines (son del mismo grupo), la verdad es que no estaban muy buenos. La vista espectacular a la ciudadela.
Vista nocturna de la ciudadela desde el hotel. En primer término Le pont Vieux