Dejamos pronto El Guro, ya que nuestro vuelo salía a las 11 horas y teníamos que sufrir de nuevo la odisea de transporte de las maletas hasta el coche.
La entrega del coche de alquiler con Cicar fue bien, ya que el aeropuerto de La Gomera es muy pequeño. Bastó con dejar el coche estacionado en el parking (no hace falta sacar ticket) y entregar las llaves en la oficina.
El vuelo con Binter genial, con muy buena atención y sin problema alguno por un mínimo exceso de peso.
Transbordo rápido de menos de una hora en Gran Canaria (no había vuelos directos a La Palma) y feliz llegada.
Nos alojamos en el Parador de la Palma, muy cerca del aeropuerto y prácticamente en el centro geográfico de la isla.
Destaca su magnífico entorno, zonas ajardinadas y gastronomía.
Nos encontramos con la desagradable sorpresa de que el Cabildo de La Palma había cerrado casi todos los senderos por las altas temperaturas y el riesgo inminente de incendio.
Las temperaturas que vivimos en La Palma no nos resultaron extremas, ni mucho menos, pero respetamos la decisión.
Y algo similar hizo la dirección del Parque Nacional Caldera de Taburiente.
De un soplido nos quedamos sin las dos principales rutas que queríamos hacer en La Palma, Los Brecitos – Barranco de las Angustias (pasando por la Cascada de Colores) y la de los Nacientes de Marcos y Cordero.
Queremos recomendar un taxista para realizar la ruta de Marcos y Cordero.
Su nombre es David Francisco Hijazo, y podréis contactar con él en su web
Es un gran profesional, que a pesar de no haber cobrado ni un mísero euro (por desgracia) nos ofreció un servicio impecable, estando en contacto vía telefónica en todo momento para confirmar la reserva, darnos información sobre los diferentes niveles de alerta sanitaria por los que pasaba la isla y para, definitivamente, comunicarnos la cancelación.
El cierre de los senderos no nos descuadró mucho el día, ya que la ruta que teníamos prevista estaba abierta (por no suponer un gran riesgo medioambiental).
Partiendo del Centro de Visitantes Volcán San Antonio (Los Canarios), pusimos rumbo al Faro de Fuencaliente.
Son algo más de 7 km (en total, contando la visita a las salinas contiguas) que recorrimos en menos de dos horas, rodeando los volcanes de San Antonio y Teneguía, entre otros.

El sendero forma parte de una ruta espectacular denominada “Ruta de los Volcanes”, que recorre todo el sur de la isla en más de 20 km de recorrido total (GR-131, conocido como “El Bastón”). Este sendero sería una de sus paradas, la final.
Ficha rápida de la ruta:
• Descripción: ruta de senderismo desde el Centro de Visitantes del Volcán de Santo Antonio hasta el Faro de Fuencaliente a través de antiguas coladas de lava fruto de la erupción de los volcanes San Antonio (1677) y Teneguía (1971) y visita a las Salinas de Fuencaliente.
• Tipo: lineal (sólo ida)
• Dificultad: baja (descenso)
• Distancia: 7,1 km
• Duración: 1:48 horas
• Ascenso total: 35 m
• Descenso total: 634 m
• Altura mínima: 0 m
• Altura máxima: 610 m (aproximada)

El sendero comienza junto al Centro de Visitantes del Volcán San Antonio, que no visitamos.
Fuimos descendiendo por una ruta muy sencilla y agradable, bordeando el volcán San Antonio en primer lugar.

Seguimos descendiendo entre viejas coladas de lava y viñedos extremos (zona de Llanos Negros y Los Quemados, formadas tras la erupción del Volcán San Antonio) dejando atrás a este último y tomando dirección hacia el volcán Teneguía (439 m de altura).

Como curiosidad, este volcán ha sido el último en surgir o entrar en erupción en las Islas Canarias (en superficie, sin contar con los submarinos más recientes, como los de El Hierro). Lo hizo a finales del año de 1971, y sólo estuvo activo durante tres semanas. Lo suficiente para destruir todos los cultivos de los alrededores, arrasar una playa y formar otra (la lava sepultó una superficie total de 2.845.000 m2).
Más información en este interesante documental de la época de RTVE.

La vuelta, tras visitar las espectaculares salinas en un cómodo recorrido circular autoguiado, la hicimos en guagua a través de la línea 23 de TILP.
La parada, de piedra, está frente al faro.

Nos bajamos en la parada que hay junto al centro de visitantes, que es donde dejamos estacionado el coche.
El resto de la tarde la pasamos descansando en la piscina del Parador y así recargar pilas antes de la cena.