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Hoy teníamos previsto realizar el sendero de los Nacientes Marcos y Cordero o bien el de Caldera de Taburiente (Los Brecitos – Barranco de las Angustias).
Pero, lamentablemente, el Cabildo de La Palma y el parque natural habían cerrado ambos por las altas temperaturas.
El único sendero abierto en el Parque Nacional de Caldera de Taburiente era el correspondiente al Barranco de las Angustias, con acceso a la Cascada de Colores.
Normalmente este tramo sería el final del sendero originalmente previsto, pero algo es algo…
Tras estacionar en un aparcamiento casi vacío, cuando en condiciones normales tendría que estar lleno hasta la bandera y con innumerables taxis 4x4 subiendo dirección Los Brecitos, comenzamos a caminar poco antes de las 10 horas.
Ficha rápida de la ruta:
• Tipo: lineal (ida y vuelta)
• Dificultad: baja
• Distancia: 12,2 km
• Duración: 3:35 horas
• Ascenso total: 313 m
• Descenso total: 311 m
• Altura mínima: 215 m
• Altura máxima: 443 m
• Consejos: evitar los bordes del camino (acantilados), ya que existe cierto peligro de desprendimiento de rocas desde gran altura (que pudimos comprobar en directo).
Al comienzo la ruta es un poco incómoda, ya que el camino transcurre por una zona de pequeñas piedras volcánicas sueltas que resbalaban mucho.
El resto del sendero es cómodo, aunque en continuo ascenso por el arroyo del barranco y rodeados de imponentes desfiladeros y pinos canarios. En esta época del año no hay mucha agua, pero la justa para mojarse el calzado y las piernas en caso de despiste.
No hay pérdida, ya que hay muchos carteles con indicaciones. Hay que tomar siempre dirección “Zona de acampada”.
A medida que nos acercamos a la Cascada de Colores se va a notando que el agua se torna más amarilla y/o rojiza.
A las 11:15 llegamos a lo que parecía ser una pequeña presa, central hidroeléctrica o similar en la zona de Dos Aguas.
Hay que cruzar una zona del río con un cauce generoso. Por la parte derecha se puede cruzar, con mucha precaución, siguiendo un tímido camino de piedras que libran de la caída y posterior chapuzón por muy poco.
Lo ideal es cruzar en un pequeño paso que hay a unos 50 metros a la izquierda. Se llega a un tramo del cauce del río donde hay varias piedras que ayudan a cruzarlo con mayor seguridad y comodidad.
Seguimos dirección Zona de Acampada (3150 m de altitud) hasta encontrar una indicación de Roque Idafe y Cascada de Colores.
Antes de llegar a esta última, en el margen izquierdo del camino aparece otra cascada que nutre el arroyo. No es alta, pero tiene muy buen cauce (como se puede apreciar en la imagen).
El río, ya completamente rojo, denota la cercanía de la Cascada de Colores, que debe su nombre a la enormes concentraciones férreas. Al ser agosto el agua baja con apenas fuerza o caudal, pero al menos con la suficiente para disfrutar del entorno de la cascada.
Mejor no ver las fotos de la cascada en todo su apogeo, porque seguro que os decepcionará al ver su estado “estival”.
En resumen, si vais a realizar el sendero sólo para ver la cascada (no era nuestro caso), está claro que en verano no merece la pena.
A las 12 horas comenzamos el descenso, para llegar al parking 1:30 después.
Recogimos el coche y partimos rumbo a la Playa de Tazacorte, camino que nos llevaría una hora, aproximadamente, por carreteras muy sinuosas hasta que llegamos a Los Llanos de Ariadne. El tramo desde allí hasta la playa estaba en mejores condiciones.
Ya en Tazacorte, tuvimos mucha suerte encontrando aparcamiento en la misma playa, pues está muy concurrida y es realmente complicado encontrar un hueco. Necesitamos un par de vueltas, pero teníamos claro que ya no movíamos el coche en lo que quedaba de tarde.
A continuación tuvimos que improvisar, en vista de que el planning original había cambiado sustancialmente. Queríamos hacer algún sendero cercano, pero no lo teníamos muy claro.
Buscando por la zona dimos con el Mirador del Time, y un sendero que llegaba hasta la playa de Tazacorte. La altura del mirador es de casi 600 metros, lo que nos echaba un poco para atrás hacerla en una ruta de ida y vuelta tan tarde.
Como estábamos junto a una parada de guagua, preguntamos a un conductor que justo salía si esa guagua llegaba hasta el mirador, contestándonos afirmativamente (no recordamos el número de la línea).
La guaga nos dejó en el mirador a las 14:45. Como había un restaurante justo al lado, paramos a comer y beber algo.
Desde el Time hay unas vistas espectaculares de la zona: puerto y playa de Tazacorte, comienzo del Barranco de Las Angustias y el Valle de Ariadne.
Poco antes de las 15:30 horas comenzamos a caminar.
Ficha rápida de la ruta:
• Descripción: descenso desde el Mirador del Tima hasta la Playa de Tazacorte a través de un sinuoso camino empedrado que transcurre entre enormes plataneras. Forma parte de “El Bastón”
• Dificultad: baja
• Duración: 1:05
• Distancia: 3 km
• Ascenso total: 3 m
• Descenso total: 496 m* (es erróneo, ya que el mirador está a 594 m de altura)
• Altitud mínima: 0 m
• Altitud máxima: *491 m (594 m en teoría)
• Señalización: buena
• Consejos: como siempre, gorra, protección sola de factor alto y 2-3 litros de agua por persona para toda la jornada.
Hacía calor, pero la temperatura era bastante soportable.
La primera parte del sendero comienza por un camino asfaltado, ya que los coches puedes bajar por él hasta cierta altura. Tiene que ser tremendo subirlas desde la playa, la verdad.
Es parte de la conocida ruta de “El Bastón” (GR-131), que en sólo tres etapas
recorre la friolera de casi 67 km.
Ésta comienza en Tazacorte (nuestro destino), pasando por Roque de los Muchachos y el Refugio del Pilar, para terminar en Fuencaliente.
Más información.
Es fácil seguir el sendero, ya que hay bastantes indicaciones. Se van alternando postes informativos altos, postes bajos o “mojones” y señales de color rojo y blanco sobre piedras. Siempre dirección “Puerto de Tazacorte”.
Seguimos por la empinada rampa de asfalto y comenzamos a cruzar plantaciones de plátanos y las últimas casas y chalés.
Cuando quedaba 1,5 km para llegar (llevábamos 30 minutos en movimiento), el asfalto se terminó y comenzó el camino pedregoso.
Las vistas eran espectaculares, gracias a que el cielo estaba despejado y no había apenas
niebla.
Llegamos al Mirador del acantilado del Time, donde contemplamos perfectamente los principales roques, montañas, picos y volcanes de la zona.
El zigzagueante camino va bordeando el acantilado, ofreciéndonos una panorámica perfecta del Puerto de Tazacorte.
Ya sólo tocaba bajar algo mas de 1 km, cruzándonos por el camino con antiguas casas cuevas (denominadas Cuevas de las Laderas del Time, incluidas en el Espacio Natural Protegido del Barranco de Las Angustias). Aunque está prohibido habitarlas vimos que alguna de ellas tenía huéspedes.
Tras una hora de bajada ya estábamos en la playa. Momento de ir al coche, cambiarnos, ponernos el bañador y pasar la tarde tranquilamente y en remojo.
Aunque no estábamos especialmente cansados, sólo entre las dos rutas de la jornada llevábamos ya algo más de 15 km en las piernas.
A pesar de que improvisamos sobre la marcha, pues de haber realizado la ruta originalmente prevista de los Nacientes de Marcos y Cordero no habríamos visitado la zona de Tazacorte, probablemente, nos gustó mucho cómo nos encajó la jornada.
Ya sólo nos quedaba cruzar la isla de oeste a este en coche, en algo menos de una hora, para regresar al Parador, ducharnos y cenar.
El próximo día visitaríamos el noreste de la isla.
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