No me malinterpretéis con el título de la etapa. Los Fiordos del Este son espectaculares, únicos e imprescindibles en cualquier ruta por Islandia, pero en nuestro caso creo que pecamos de optimistas y quisimos abarcar demasiados fiordos y teníamos que haber seleccionado alguno de ellos ellos.
A toro pasado los fiordos que en mi opinión son más espectaculares y los priorizaría por encima del resto son Seyðisfjörður y Mjóifjörður. Además estos dos fiordos son los más accesibles desde Egilsstaðir con lo cual podréis visitarlos y regresar a la zona del lago por la carretera 95 para más adelante atravesar el Paso de Öxi, un puerto de montaña que no se puede transitar en invierno, pero en verano es una alternativa para todos los que no queráis recorrer la Ring Road que en esta parte de la isla recorre todos y cada uno de los fiordos, con lo que eso conlleva de tiempo de conducción.
Nuestra ruta nos llevó desde Egilsstaðir a Seyðisfjörður y posteriormente desandamos el camino para visitar Mjóifjörður ya que la carretera no circunvala completamente la península que divide ambos fiordos. Desde ahí fuimos buscando la carretera 92 que nos llevaría hasta la Ring Road la cual circula por todos y cada uno (no se deja ninguno) de los Fiordos del Este. Nuestro destino final del día estaría en Höfn.
A toro pasado los fiordos que en mi opinión son más espectaculares y los priorizaría por encima del resto son Seyðisfjörður y Mjóifjörður. Además estos dos fiordos son los más accesibles desde Egilsstaðir con lo cual podréis visitarlos y regresar a la zona del lago por la carretera 95 para más adelante atravesar el Paso de Öxi, un puerto de montaña que no se puede transitar en invierno, pero en verano es una alternativa para todos los que no queráis recorrer la Ring Road que en esta parte de la isla recorre todos y cada uno de los fiordos, con lo que eso conlleva de tiempo de conducción.
Nuestra ruta nos llevó desde Egilsstaðir a Seyðisfjörður y posteriormente desandamos el camino para visitar Mjóifjörður ya que la carretera no circunvala completamente la península que divide ambos fiordos. Desde ahí fuimos buscando la carretera 92 que nos llevaría hasta la Ring Road la cual circula por todos y cada uno (no se deja ninguno) de los Fiordos del Este. Nuestro destino final del día estaría en Höfn.
Ruta del día:
Ruta del día
Ponemos rumbo a Seyðisfjörður. Si solo tenéis tiempo para visitar un fiordo y población en la zona, este sería en mi opinión el elegido. Lo reúne todo, un fiordo con vistas increíbles y una localidad pintoresca.
Para llegar a ella desde Egilsstaðir hay que tomar la carretera 93 que asciende la montaña que rodea la ciudad. Desde este punto tendréis buenas vistas del lago con la ciudad en su orilla.
Para llegar a ella desde Egilsstaðir hay que tomar la carretera 93 que asciende la montaña que rodea la ciudad. Desde este punto tendréis buenas vistas del lago con la ciudad en su orilla.
Vistas de Egilsstaðir
Continuando por la carretera 93 llegaréis a una escultura al aire libre que sorprende a primera vista. La escultura se llama Heavier Mountain y son una serie de cubos de colores obra del artista local Davíð fra Davíðsstaðir. Según el cartel informativo representa a los nativos del este de Islandia y su relación con los largos y oscuros inviernos de la zona. Además de los cubos de colores sobre cada uno de ellos se asienta un televisor antiguo. El significado de eso se me escapa, aunque en realidad la escultura en si es extraña, pero destaca su colorido en el paisaje de montaña.
Heavier Mountain
No hay que olvidarse que la carretera 93 es una carretera de montaña y como tal en los meses de invierno puede estar cortada. Nosotros en pleno agosto no tuvimos problema para recorrerla pero es cierto que en las montañas de alrededor había restos de nieve, muestra de los duros inviernos que debe sufrir la zona.
Lago Heiðarvatn
Antes de llegar a Seyðisfjörður, junto a la carretera se pueden visitar dos cascadas bastante fotogénicas aunque carentes de la espectacularidad de otras que habíamos visto hasta ese momento, son Haifoss y Gufufoss. Ambas merecen una parada, aunque sea breve, para admirarlas con las vistas del fiordo de fondo.
Haifoss
Gufufoss
Junto a la carretera y la cascada Haifoss se encuentra el Monumento a Þorbjörn Arnoddsson, uno de los pioneros en fomentar el transporte terrestre en esta zona de Islandia. Tal importancia ha adquirido la zona que actualmente llegan ferries a Seyðisfjörður procedentes de Dinamarca y otras zonas de Escandinavia.
Monumento a Þorbjörn Arnoddsson
Las mejores vistas de Seyðisfjörður las tenéis desde Bjólfur, una montaña desde la que podréis divisar todo el fiordo. En las faldas de esta montaña se encuentran barreras anti avalancha. Desde la carretera 93 debéis desviaros por un camino de tierra y recorrer unos 5 kilómetros para llegar al mirador panorámico. Yo recomiendo realizar este recorrido con un vehículo 4x4 y con mucha tranquilidad ya que la ruta es complicada y hay tramos difíciles. Aquí os dejo las coordenadas de Google Maps para que localicéis la entrada a la pista de tierra (65°14'04.8"N 14°05'50.4"W).
Seyðisfjörður
Monte Bjólfur
Seyðisfjörður es la joya de la corona de los Fiordos del Este gracias a su privilegiado enclave y sus pintorescas casas y calles que hacen las delicias de los fotógrafos. Como muchas otras localidades de Islandia le debe su auge a la incipiente industria del arenque del siglo XIX. Como pudimos leer en la guía de viaje el valle donde se localiza es proclive a desprendimientos y avalanchas y desgraciadamente esto ocurrió a finales del año 2020 cuando un corrimiento de tierras destruyó varias casas y desplazó otras tantas en la localidad. A día de hoy los movimientos de tierra aún siguen sucediendo en la zona.
Seyðisfjörður
Muchas de las casas de Seyðisfjörður están construidas en madera y en ellas trabajan artesanos locales. Una de las calles más fotogénicas es la Calle Arcoiris, con un gran arcoiris pintado en el suelo y la Iglesia Azul (Bláa Kirkjan) de fondo.
Calle Arcoiris
Ferri a Dinamarca
Dejamos Seyðisfjörður con un muy buen sabor de boca en nuestra visita al primer fiordo del día. De ahí pusimos rumbo a Mjóifjörður. Ambos fiordos están relativamente cerca pero como se debe regresar a Egilsstaðir se tarda más de una hora en llegar. De camino podéis disfrutar de la cascada Klifbrekkufossar y sus distintos saltos de agua que dibujan una forma como en zig zag en esta curiosa cascada.
Klifbrekkufossar
Mjóifjörður es un fiordo mucho más tranquilo e inhabitado que Seyðisfjörður, pero no por ello merece menos la pena una visita para disfrutar de las soledad de los fiordos del este, no comparable con la soledad que experimentamos en los Fiordos del Oeste. El fiordo está rodeado de grandes acantilados por los cuales se deslizan innumerables cascadas. La carretera que nos lleva hasta los pies del fiordo es de grava y se puede hacer difícil de transitar con turismos normales, sobre todo fuera de la temporada de verano.
Mjóifjörður
Una cascada cualquiera en Mjóifjörður...
En el propio fiordo, junto a la carretera que nos lleva a la pequeña población donde viven apenas una docena de personas, nos encontramos con un oxidado barco varado desde el año 1966. Esta embarcación era utilizada por el ejercito estadounidense para transportar equipamiento a su estación de radio ubicada en los Fiordos del Oeste. También era utilizado para transportar vehículos ya que su parte frontal se abatía. Posteriormente la embarcación se trasladó hasta Mjóifjörður cuando se instaló aquí una planta de procesamiento de arenque y se utilizó para transportar el pescado, hasta que fue definitivamente abandonada en su ubicación actual.
Naufragio
En Mjóifjörður no esperéis una localidad como en Seyðisfjörður, tan solo un puñado de casas y algún albergue donde todos los que quieran realizar rutas por los alrededores pueden pernoctar.
Sólbrekka
Mjóifjörður
Comenzó a apretar el hambre y aprovechamos la visita a Reyðarfjörður y Eskifjörður para comer algo. Estos dos fiordos no son especialmente bonitos y la ubicación en Eskifjörður de una fundición de aluminio tampoco ayuda a subir puestos entre los fiordos más destacados del este de Islandia. En rutas apretadas y como he comentado al principio de la etapa pueden ser dos de los descartados para hacer la etapa más ligera.
Reyðarfjörður
Eskifjörður
Randulffssjóhús
Seguimos para bingo con nuestro siguiente fiordo y es que ya no teníamos más remedio que ir recorriendo todos y cada uno de ellos siguiendo la Ring Road ya que a estas alturas tomar el Paso de Öxi, como he comentado al principio no era una opción, ya que la carretera 95 se debe tomar en Egilsstaðir o ya en la localidad de Breiðdalsvík, cuando los fiordos del este están a punto de terminar. Tenedlo en cuenta al planificar vuestra ruta.
El siguiente fiordo que visitamos fue Fáskrúðsfjörður y lo hicimos porque tiene una historia curiosa. La población más importante del fiordo, por decir algo ya que no llega al millar de habitantes, se conoce también como Búdhir y en ella se asentaron muchos pescadores franceses en el siglo XVIII hasta comienzos del siglo XX. Es por ello que veréis las calles escritas en islandés y en francés y además a las afueras de la localidad se sitúa un cementerio donde reposan 49 marinos franceses y belgas.
El siguiente fiordo que visitamos fue Fáskrúðsfjörður y lo hicimos porque tiene una historia curiosa. La población más importante del fiordo, por decir algo ya que no llega al millar de habitantes, se conoce también como Búdhir y en ella se asentaron muchos pescadores franceses en el siglo XVIII hasta comienzos del siglo XX. Es por ello que veréis las calles escritas en islandés y en francés y además a las afueras de la localidad se sitúa un cementerio donde reposan 49 marinos franceses y belgas.
Cementerio de los Marinos franceses
Una de las últimas paradas del día la hicimos en un típico faro naranja de Islandia, en este caso el Faro de Hafnarnes. El faro se ve desde la carretera y un breve paseo nos acerca hasta él para disfrutar las vistas al océano. No es que el faro sea especialmente vistoso, pero su enclave si es espectacular y el contraste de su color naranja es lo que le hace especial.
Faro de Hafnarnes
Desde aquí la ruta se nos hizo demasiado larga para llegar a Höfn con toda la carga de kilómetros que llevábamos encima a esas alturas. No nos quedaba nada apuntado por ver salvo la espectacularidad del camino y la verdad es que no me canso de repetir que hubiese sido buena idea haber seleccionado mejor algunos de los fiordos a visitar.
Largo camino hasta Höfn
Llegamos a Höfn tarde, pasadas las 9 de la noche con el tiempo justo para coger algo de comida y cenar en el propio alojamiento escogido. Fue una pena porque al llegar tarde y tener que salir temprano al día siguiente con destino al glaciar, no pudimos disfrutar de la localidad, la más grande del sureste de Islandia.
Puerto de Höfn
Alojamiento:
Nos alojamos en Höfn en Milk Factory. Con aspecto de albergue ofrece habitaciones muy amplias en dos pisos y buenos servicios. Está a la entrada de la localidad y permite la entrada tarde como nos pasó a nosotros.
Milk Factory
Restaurantes:
Para comer escogimos el restaurante Randulffssjóhús ubicado en Eskifjörður. Comimos bien y la peculiaridad de este antiguo cobertizo de botes construido en 1890 es que en su planta superior cuenta con un museo donde se muestran los dormitorios de los pescadores, casi intactos a cómo eran en su época. El acceso a este pequeño museo es gratuito.
Para cenar y como llegamos muy tarde a Höfn después del intenso día recorriendo fiordos, elegimos el restaurante de comida rápida Hafnarbúðin, donde nos pedimos unas hamburguesas y los típicos sandwiches de langosta tan famosos en la cena. Nos los llevamos al alojamiento porque ya estábamos muy cansados. Aunque no es una maravilla, para ser un sitio de comida rápida, la calidad es buena.
Hafnarbúðin