El hecho de poder estar ahora mismo delante de mi ordenador escribiendo este diario, con los recuerdos tan vivos de un gran viaje como el que hemos tenido la oportunidad de hacer, es ya un privilegio del que soy muy consciente y que he tenido muy presente desde el momento en el que pisé por primera vez Islandia.
Lo cierto es que han sido, y desgraciadamente siguen siendo, momentos duros y complicados y que en menor o mayor medida a todos nos ha afectado. Momentos que no invitan a pensar en lo que más nos apasiona a los que rondamos estos foros que no es otra cosa que VIAJAR, soñar con nuevos destinos, planificar rutas y como no hacerlas realidad.
Como a muchos otros foreros, este año se han caído muchos planes viajeros que teníamos previstos desde hace meses. En nuestro caso el principal viaje iba a ser Perú en el mes de agosto, viaje que ha sido del todo imposible por la situación actual de la pandemia en el país andino, que mantiene sus fronteras internacionales cerradas. Me gusta pensar que el viaje solo lo hemos retrasado y que el año que viene estaré de nuevo contando nuestras aventuras y desventuras por el Machu Picchu, sería buena señal.
Así que con el viaje a Perú cerrado desde comienzos de año con alojamientos, excursiones y entradas cogidas, a lo largo de mayo y junio comenzamos a hacernos a la idea que sería imposible ir, por lo que era necesario pensar en un Plan B, los famosos planes alternativas de la nueva normalidad. En esto leímos una noticia en el foro que no era otra que Islandia iba a abrir sus fronteras el 15 de junio al turismo, de los primeros en hacerlo. No sabía mucho del país, que era una isla y que el nombre de muchos de sus sitios era impronunciable, así que me puse a investigar. Como siempre el foro ha sido un gran apoyo y fuente de información inestimable.
El gran problema del viaje a Islandia era y sigue siendo la exigencia de hacerse un test PCR a la llegada a lo que se sumó un segundo test a los 5-6 días de haberse hecho el primero, aunque entre medias podías iniciar tu viaje (actualmente entre el primer y segundo test exigen cuarentena obligatoria). Esta medida y los riesgos que se asumen nos desmotivó un poco, y sumado a la cancelación de los vuelos directos desde Madrid, hizo que decidiéramos inclinarnos por Suiza, nuestro Plan C del año.
Con todo planificado y reservado para ir a Suiza, una semana antes España fue incluida en la lista de países a los que se les exige 10 días de cuarentena a la llegada al país. Otro viaje que se esfumaba y este me dolió de verdad y me dejó sin ganas de planificar una alternativa. La opción de viajar este verano se alejaba. Pero bueno, así somos los soñadores/locos, no nos rendimos, así que a los pocos días ya estábamos pensando alternativas y Grecia ganaba posiciones, pero yo seguía con un país en mente y no era otro que Islandia.
Comenté con mi mujer la opción de intentar este viaje y aunque le apetecía mucho Grecia y sobre todo sus islas cedió viendo lo ilusionado que estaba con esta posibilidad. Decidimos cambiar nuestros planes y viajar desde Barcelona en vuelo directo y hacernos un test PCR un par de días antes para ir con unas mínimas garantías de cara a los dos test que nos esperaban en Islandia. Ya no había vuelta atrás, nos habíamos lanzado a la aventura y la suerte estaba echada.
Espero que este diario os permita disfrutar lo que hemos experimentado y sentido durante este magnífico viaje y si consigue que durante un rato pensemos en otra cosa y nos transportemos a otros lugares, el objetivo estará cumplido. A los que habéis ido espero haceros recordar lugares y a los que no habéis estado descubriros un destino de naturaleza soberbio.
Os animo a que me acompañéis en este viaje por el país del hielo, del fuego y de los miles de cascadas
Lo cierto es que han sido, y desgraciadamente siguen siendo, momentos duros y complicados y que en menor o mayor medida a todos nos ha afectado. Momentos que no invitan a pensar en lo que más nos apasiona a los que rondamos estos foros que no es otra cosa que VIAJAR, soñar con nuevos destinos, planificar rutas y como no hacerlas realidad.
Como a muchos otros foreros, este año se han caído muchos planes viajeros que teníamos previstos desde hace meses. En nuestro caso el principal viaje iba a ser Perú en el mes de agosto, viaje que ha sido del todo imposible por la situación actual de la pandemia en el país andino, que mantiene sus fronteras internacionales cerradas. Me gusta pensar que el viaje solo lo hemos retrasado y que el año que viene estaré de nuevo contando nuestras aventuras y desventuras por el Machu Picchu, sería buena señal.
Así que con el viaje a Perú cerrado desde comienzos de año con alojamientos, excursiones y entradas cogidas, a lo largo de mayo y junio comenzamos a hacernos a la idea que sería imposible ir, por lo que era necesario pensar en un Plan B, los famosos planes alternativas de la nueva normalidad. En esto leímos una noticia en el foro que no era otra que Islandia iba a abrir sus fronteras el 15 de junio al turismo, de los primeros en hacerlo. No sabía mucho del país, que era una isla y que el nombre de muchos de sus sitios era impronunciable, así que me puse a investigar. Como siempre el foro ha sido un gran apoyo y fuente de información inestimable.
El gran problema del viaje a Islandia era y sigue siendo la exigencia de hacerse un test PCR a la llegada a lo que se sumó un segundo test a los 5-6 días de haberse hecho el primero, aunque entre medias podías iniciar tu viaje (actualmente entre el primer y segundo test exigen cuarentena obligatoria). Esta medida y los riesgos que se asumen nos desmotivó un poco, y sumado a la cancelación de los vuelos directos desde Madrid, hizo que decidiéramos inclinarnos por Suiza, nuestro Plan C del año.
Con todo planificado y reservado para ir a Suiza, una semana antes España fue incluida en la lista de países a los que se les exige 10 días de cuarentena a la llegada al país. Otro viaje que se esfumaba y este me dolió de verdad y me dejó sin ganas de planificar una alternativa. La opción de viajar este verano se alejaba. Pero bueno, así somos los soñadores/locos, no nos rendimos, así que a los pocos días ya estábamos pensando alternativas y Grecia ganaba posiciones, pero yo seguía con un país en mente y no era otro que Islandia.
Comenté con mi mujer la opción de intentar este viaje y aunque le apetecía mucho Grecia y sobre todo sus islas cedió viendo lo ilusionado que estaba con esta posibilidad. Decidimos cambiar nuestros planes y viajar desde Barcelona en vuelo directo y hacernos un test PCR un par de días antes para ir con unas mínimas garantías de cara a los dos test que nos esperaban en Islandia. Ya no había vuelta atrás, nos habíamos lanzado a la aventura y la suerte estaba echada.
Espero que este diario os permita disfrutar lo que hemos experimentado y sentido durante este magnífico viaje y si consigue que durante un rato pensemos en otra cosa y nos transportemos a otros lugares, el objetivo estará cumplido. A los que habéis ido espero haceros recordar lugares y a los que no habéis estado descubriros un destino de naturaleza soberbio.
Os animo a que me acompañéis en este viaje por el país del hielo, del fuego y de los miles de cascadas
A riesgo que nos llamen locos, sigamos soñando, sigamos hablando de viajes e ilusionándonos, porque sigue habiendo cosas maravillosas ahí fuera y como decía el Principito:
"Es una locura odiar a todas las rosas porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños porque uno de ellos no se realizó."
"Es una locura odiar a todas las rosas porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños porque uno de ellos no se realizó."