Madrugamos un poco, desayunamos en el hotel y salimos de viaje, cogemos la autovía que pasa junto a Innsbruck y tiramos hacia el oeste, llegando ya a Suiza viramos al norte hacia Bregenz, y bordeando el lago continuamos hasta la localidad de Nonnenhorn, sigue el día lluvioso. Llegamos a nuestro siguiente alojamiento, otras dos noches, en la pensión Sonnengrund, un sitio estupendo, con una dueña muy agradable y atenta, y que además habla español perfectamente. Tiene aparcamiento en el exterior y una terracita a un jardín.
Con el alojamiento se incluye una tarjeta que da derecho al tren de cercanías que pasa por alli, lo aprovechamos y lo cogemos para ir a Lindau, el trayecto son apenas 20' y la estación está en el centro histórico, junto al puerto.
Nos da tiempo a visitar un par de horas la ciudad, es bonita y tiene algún edificio espectacular. A mediodía comemos en el restaurante "Zum Alten Rathaus", comemos bien y también tenemos la suerte de tener un camarero que habla español.




