Nos levantamos a las 7h. Vimos que estaba lloviendo y hacía bastante frío, con lo que nos abrigamos un poco más, y bajamos a desayunar. No teníamos paraguas, con lo que al salir del hotel le compramos uno a uno de los que vendían por la calle. Regateamos por él y nos salió por 3€, aunque eso sí, es bastante malillo, pero ya nos servía...
Cogimos el metro en Repubblica hasta Ottaviano, con intención de ver la Basílica de S. Pietro. Al ver la cola que había en la plaza casi nos hecha para atrás, pero al final decidimos esperar, y la verdad es que fue bastante rápida. Antes de entrar se nos acercaron varios guías preguntando si queríamos un guía para enseñarnos todo el Vaticano por 40€ sin colas... Obviamente, dijimos que no, vaya robo!!
Dimos una vuelta por dentro de la basílica, que es enorme!! Me llamó muchísimo la atención lo grande que es, y la cantidad de figuras y pinturas que hay. Al salir, decidimos subir a la cúpula, sin ascensor (5€, con ascensor son 7€). Tuvimos que subir 553 escalones (que con ascensor sólo te sube 300, los peores son los últimos 200 escalones, que se van estrechando cada vez más e incluso tienes que ir un poco inclinado...). Llegamos realmente agotadas arriba, pero hay una vista de todo el Vaticano increíble. Se pueden hacer unas fotos preciosas, y en cuanto me las pasen las colgaré aquí.
Mientras subíamos conocimos a un español que nos recomendó un sitio para comer situado por la zona del Trastevere. El restaurante se llama 'Carlo Menta', que está en la via della Lungaretta.
Al salir de la cúpula, nos dirigimos hacia allí caminando (sí, es un buen paseo después de haber subido tantos escalones), y tras preguntar, encontramos el restaurante.
Se come realmente bien, y las pizzas valen 3-4€, el postre 3€, lo que te añaden un pequeño suplemento por el servicio. Yo me pedí una ensalada, una pizza y un sorbete de limón y me subió unos 11€, con un agua de 1l a dividir entre 3 personas.
Tras comer, decidimos ir a ver el Castel S. Angelo. Volvimos a hacer el mismo recorrido caminando, y cuando llegamos al castillo vemos que está cerrado por una huelga de transporte. Nos fastidió bastante el plan, pero cambiamos de planes y cogimos el metro para dar una vuelta por el centro.
Nos bajamos en Piazza del Popolo, dimos una vuelta por allí, estuvimos apunto de sentarnos a tomar algo en una de las terrazas que habían, pero al ver los precios nos fuimos corriendo...
Bajamos por via del Babuino, que es una calle absolutamente llena de tiendas caras (algo así como el Pg de Gracia de Barcelona), y llegamos a Piazza di Spagna.
Una vez en Spagna, nos sentamos un rato, nos hicimos la típica foto y subimos las escaleras (de nuevo más escaleras...) para ver el interior de la iglesia. Bastante normalita en comparación con otras...
Por allí nos entretuvimos mirando algunas de las tiendas de alrededor, nos paramos a tomar un crêpe de nutella, yo me encapriché de un álbum de fotos de Roma... y bueno, compras varias.
Continuamos paseando, hasta llegar a Piazza Venezia (ya de noche).
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos quedamos anonadadas con la plaza y su monumento a Victor Emmanuel, es absolutamente espectacular, y alumbrada estoy segura que gana mucho más.
Desde allí, preguntamos y llegamos al Colosseo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La primera vez que lo veía en persona, y de noche, la verdad es que impresiona todavía más que de día. Lo hubieramos podido disfrutar más aún, de no ser porque había por la zona varios moros queriendo vender pañuelos y diversas cosas, hasta que uno no paraba de seguirnos, y preguntando cosas ya más personales... Con lo que decidimos irnos de allí, ya que curiosamente no había ningún polizia por la zona, con los que antes habíamos visto por todos sitios...
Nos fuimos corriendo al metro, e intentando que no nos amargara este hecho ya la noche, nos fuimos hasta Bologna, para ver otra plaza, y decidimos quedarnos a cenar por ahí. Encontramos un restaurante muy bueno (no recuerdo el nombre), donde servían unos platos gigantes de pasta, que no tenías más remedio que compartir con otra persona, porque para uno sólo es demasiado... Nosotras nos pedimos un plato de raviolis de carne a la bolognesa. Estaban realmente buenos, aunque para mi gusto un tanto duros... pero según tengo entendido, allí en Italia los hacen así.
Volvimos al metro tras haber cenado muy bien, y nos preparamos para lo que nos esperaría al día siguiente.