Después de dejar el apartamento de Mérida, nos dirigimos a este bello pueblo de Montánchez, un municipio con poco más de 2000 habitantes. Ubicado en la Sierra de Montánchez que está coronada por el Monte Viejo a 998 metros de altitud, y de ahí se sospecha que viene el nombre de la población.

Llegamos cerca de las 12h y a la entrada del pueblo paramos para hacernos fotos con el nombre del pueblo.


Una vez aparcado el coche nos disponemos a pasear por el pueblo y lo primero que vemos es su imponente castillo en la lejanía.

Pasamos por delante del Teatro Municipal Auditorio.

Desde cualquier calle del pueblo se puede ver el castillo encima del monte, tiene una ubicación excelente.


La historia montanchega se remonta a orígenes ignotos, hay restos de todas las épocas siendo en la Edad del Bronce cuando se empieza a definir la población dispersa en las majadas que ubicaban cerca de fuentes inagotables. Los zahurdones con su construcción en falsa cúpula son viviendas cuya tradición viene de los grandes túmulos megalíticos y se han seguido construyendo hasta los tiempos recientes de nuestros abuelos. En uno de ellos, que hay en una nava muy cerca del Montancil se pueden ver grabados unos signos silábicos ibérico-tartésicos bajo la toza de una hornacina interior.

Montánchez se encuentra situada en el cruce de caminos entre la Alta y la Baja Extremadura, fue una tierra de encrucijadas culturales, huellas judías o árabes que el cristianismo sepultó.

Llegamos a la Plaza del Altozano, presidida por dos enormes palmeras y una fuente de piedra con pequeña escalinata.


Llamativas son sus fachadas y el escudo blasonado que luce la fachada del Ayuntamiento.



Continuamos por la calle General Margallo y salimos a la Plaza de España donde se encuentra el Ayuntamiento.

Precioso mosaico del Castillo de Montánchez en una fachada.

Continuamos por donde nos indica la placa y llegamos a la Parroquia San Mateo De Montánchez. La iglesia fue construida en el siglo XVII sobre las bases de otra anterior del siglo XVI. En el interior, hay que prestar especial atención a la sillería y al altar, en el cual destaca una imagen del Niño Jesús, y que junto con los numerosos retablos nos apuntan un estilo arquitectónico de mediados del barroco. En la planta superior hay situado un órgano donado por los Caballeros de la Orden de Santiago. El campanario está curiosamente separado de la iglesia, y data al igual que ésta del siglo XVII, siendo restaurado en 1998. Su estructura consta de cuatro cuerpos desiguales, terminando con cuatro pináculos angulares y una espadaña central.



De estilo arquitectónico variado, siendo su aspecto exterior románico, mientras que la estructura de su nave y la bóveda de medio cañón indica un estilo renacentista.




Continuamos la flecha que nos lleva al impresionante castillo, como veis, está todo muy bien indicado. El castillo es el monumento más importante de Montánchez. Desde esos muros que hoy presiden majestuosos toda la comarca, se han vigilado durante muchos siglos el tránsito de personas y mercancías.


Su construcción se remonta al siglo II, cuando sobre territorio romano gobernaba el emperador Caracalla. Con posterioridad estuvo en manos de los visigodos, concretamente entre los años 467/713. Fue precisamente en el 713 cuando los musulmanes conquistaron la plaza. Durante el siglo XII y XIII la cosa estuvo muy movidita, coincidiendo con el periodo de reconquista cristiano. En el siglo XII, las incursiones de los monarcas leoneses permitieron su efímera conquista en varias ocasiones. Pero en todos estos casos el castillo de Montánchez volvería a manos musulmanas. Su reconquista no llegó en el año 1230, en tiempos de Alfonso IX. Casi inmediatamente, se entrega su control junto a un amplio territorio de la zona central y meridional de la actual provincia de Cáceres a la recién creada Orden de Santiago.

Entramos a su cementerio construido en 1810, prácticamente adosado a las murallas del castillo. Cabe destacar que fue nombrado como el mejor cementerio de España en 2015, bien merecido el título, que junto con el de Luarca e Iznájar, por nombrar los que ahora se me vienen a la cabeza, son de los mejores que he visitado en España. La necrópolis se adaptan al escarpado terreno desde donde se puede divisar todo el valle.




Pasear por el interior del cementerio es una auténtica pasada y más nosotros solos, que paz y que belleza.





Volvemos al parque a comer algo y relajarnos y que las perras correteen un poco.






Increíbles vistas del pueblo de Montánchez desde el castillo.






El castillo, en el siglo XV se transforma en prisión del estado y durante el siglo XVII se construye un estanque y una ermita extramuros. Las diversas modificaciones lo convierten en un castillo de tipo señorial fabricado a base de mampostería con cuatro torres de forma circular, poligonal y cuadrada. Posee dos grandes accesos y en él se distinguen dos recintos.


El recinto exterior está protegido por altos muros que aún conservan algunos elementos como sus almenas. En la parte más elevada se encuentra el aljibe principal.


El recinto interior albergaba la zona residencial, con un patio de armas rectangular y una torre del homenaje rodeada de edificios adyacentes. Todo está muy bien cuidado, de echo, vimos una casa con una señora limpiando por los alrededores, imagino que vive allí y es la que cuida el entorno del castillo y el santuario. El acceso al castillo es gratuito.



Nada más entrar al castillo, nos topamos con el Santuario y Ermita de Nuestra Señora de la Consolación del Castillo, aprovechando que está abierto, optamos entrar a verlo no vaya a ser que la señora lo cierre y nos quedemos con un palmo en las narices. Es una construcción religiosa originaria del siglo XVII, pero se cree que ya existía en el siglo XV. Está ubicada dentro de la fortaleza, en el recinto que antes encerraba la villa vieja. Es de estilo barroco y destaca en su interior un camarín que alberga la imagen de la Virgen del Castillo, del siglo XVI, patrona del pueblo. Esta ermita fue coronada canónicamente en septiembre de 1950. El interior es sencillo y bonito a la vez, la Virgen y el Niño Jesús lucen el mismo mantón morado.











Esta es la casa donde vive la mujer que os comenté antes, menudo lugar, no me importaría vivir aquí


Desde este castillo, los partidarios de Juana la Beltraneja organizaron la sublevación contra Isabel la Católica. En 1653, como consecuencia de la guerra con Portugal, el Castillo quedaría prácticamente inhabitable. La Torre del Homenaje está pensada como proyecto para albergar un Museo Histórico Comarcal. Este castillo es un fiel exponente de lo que fueron los castillos de la Reconquista en la Edad Media.




El Ayuntamiento de Montánchez ha instalado un mirador en el castillo y ha entrado a formar parte de la red de espacios de la Junta de Extremadura que potencia el turismo astronómico. Con este nuevo recurso, Montánchez hace una apuesta clara por el turismo de estrellas como un recurso fundamental y complementario a su patrimonio histórico, natural y gastronómico.



El castillo es declarado Patrimonio Histórico Español.





Esta es la Torre de Don Rodrigo, llamado así en referencia al Marqués de Siete Iglesias, tiene como peculiaridad que es el único que es hueco y fue el único habitable.


Preciosas vistas panorámicas desde cualquier punto del castillo.



Accedo por esta puerta a otro recinto del castillo donde hay un camino trazado por una pasarela y unos cordones.








Qué gozada visitar estos lugares completamente solos, como se disfrutan, porque hoy día es difícil visitar lugares sin que estén masificados, aunque yo reconozco que tengo mucha suerte, porque rara vez me los encuentro con gente, también porque viajo en fechas que la mayoría de los mortales están trabajando y si son fechas veraniegas, opto por ir a lugares poco o nada conocidos, así el porcentaje de estar sola es casi seguro






El castillo conserva sus cinco puertas y las torres, las murallas del segundo recinto miden unos 20m metros de altura.



Salimos por una de sus puertas y esta zona da al pueblo, me puedo echar horas aquí haciendo fotos, cualquier rincón es pura fantasía para los que amamos la fotografía, además el día tan espectacular acompaña.





Hay lugares que no puedes dejar de fotografiar y sin duda, éste es uno de ellos, creo que sólo al castillo le hice unas 100 fotos





Es que con estas vistas quien tiene ganas de irse de aquí, es alucinante este lugar, no dejéis de visitarlo





Después de 1h paseando por dentro del castillo, es hora de ir acabando la visita.




Ya fuera de las murallas del castillo, comenzamos el descenso al pueblo y nos vamos parando en los pequeños miradores que hay en el muro del castillo para contemplar las vistas desde distintas perspectivas.


Ya en el pueblo, seguimos callejeando por sus bonitas calles con olor a antiguo.




Llegamos hasta la Avenida de los Toreros para ver la Plaza de Toros, pero es muy sencillita.


Nuestra visita a Montánchez ha durado 1,30h aproximadamente. Cogemos el coche y antes de abandonar el pueblo, hago una breve parada en la Ermita de Fátima que se encuentra casi al final del pueblo. Es la más nueva de todas las ermitas que posee Montánchez. Fue construida en 1953, fruto del esfuerzo de muchos de la localidad para dotar de una ermita al barrio del Centenal.


En el cruce de la carretera que sube a Montánchez, se puede ver estas pinturas dedicadas al pueblo.






Continuamos ruta después de visitar uno de los pueblos más bonitos de Epaña, sobre todo su castillo
