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Viernes 29 de Octubre
El día amaneció lloviendo y no paraba, lo cual me hizo agradecer no haber cogido ninguna excursión para hoy. No madrugué mucho por respetar el horario del desayuno, donde volví a ser la única persona del hotel en la parte del restaurante al lado de la piscina donde lo servían. El desayuno estuvo muy bien de cantidad y una vez hecho de nuevo a la carretera bajo la lluvia. Mi destino es Boquete donde ya llevo cogido alojamiento desde España, pero antes de llegar a él hay que hacer una parada obligatoria para todo turista en Panamá: Los Canguilones de Gualaca. Tardaría en llegar poco más de 1 hora desde Boca Chica y ya había parado de llover.
Canguilones de Gualaca:
Están bien señalizados pero el GPS nunca está de más. Pasamos el pequeño pueblo de Gualaca (donde estaban preparando fiestas de Halloween para los niños) y no muy lejos encontramos los Canguilones siguiendo la calle 1ªeste. Hay mucho aparcamiento al lado de ellos y en estos momentos no hay nada más que otro coche y el mío (sobre las 10:00).
Decidí echar un vistazo antes de prepararme para el chapuzón, bajé a sacar fotos y solo había un grupo de jóvenes turistas. En vez de volver al coche para coger toalla y bañadores seguí el sendero que va junto al río esperando ver algo de fauna ya que no había nadie por allá. Seguí el sendero por un bosque, atravesé pequeños riachuelos y llegué a una parte del río donde no cubría mucho, no me llegaba el agua a las rodillas. Me metí en mitad del río para sacar unas cuantas fotos y volví al camino hasta finalmente llegar al final de él.
El camino acababa en una parte con "mini canguilones" (se pueden ver en google maps) no eran tan altos ni tan verticales, pero si eran piedras a los dos lados y con bastante profundidad en medio y alguna piscina sin corrientes. Lo mejor era que no había nadie allá, era todo para mí. Después de recorrerlo de arriba a abajo y sacar fotos, me puse en gayumbos y para el agua que voy. Si no estuve cuatro horas allá tranquilamente en el agua no estuve ninguna. Después de que los bichos me dejaran las piernas llenas de abones estar metido en agua fría (pero no mucho) fue una pasada.
Cuando me entró hambre regresé al coche a por comida y bebida que todavía tenía y esta vez si me puse en los canguilones donde ya había más de 20 personas. Al acabar volver al coche y rumbo a Boquete. Este fue uno de los mejores días que recuerdo haber tenido en Panamá. Los Canguilones de Gualaca son completamente recomendables además de gratuitos.
Para llegar a Boquete bajé de nuevo a Gualaca y cogí la carretera que va al norte que llega hasta Vía Boquete y aquí ya empezó a aparecer bastante circulación hasta llegar a Boquete. En boquete costó un poco encontrar mi alojamiento ya que no estaba exactamente donde booking decía pero tampoco me costó mucho encontrarlo. Tenía un pequeño aparcamiento afuera (3 o 4 coches) así que aprovechando que había espacio dejé el mío y pasé a hacer el check in. Una vez en la habitación dejé las cosas y salí a dar una vuelta por el pueblo, que es insulso y sin apenas aceras, esperaba más de este pueblo.
Fui a la plaza del pueblo (nada especial) y en una de las tiendas de alrededor compré un anti mosquitos (que no hacía nada, pero el alcohol que contenía me relajaba la picazón) y un helado por 8,20 dólares las dos cosas. Después pase por la galería de artesanías y tiendas de recuerdos y acabé comprando un molas (guna yala), una máscara emberá y un sombrero de panamá por 55 dólares.
Al este del pueblo después de cruzar el puente del río Caldera hay un parque colorido con muchas flores al que no entré, pero sí que fui hasta el centro artesanal de boquete que está justo en frente, un recinto al aire libre gratuito con casetas a los lados y centro donde venden artesanía y comidas, a esta hora del día 16:00-17:00 no había mucha gente y tampoco me pareció muy interesante lo que había por allá y que ya había visto en mi vista por las tiendas de la ciudad. Con esto doy por finalizada mi visita al pueblo ya que estaba anocheciendo, volví al alojamiento, ducha y a dormir.
Pensión Topas, Boquete 32 euros dos noches.
La llevaba cogida desde España ya que no hay demasiadas opciones “baratas” para tener tu propia habitación en este pueblo. Tenía una pequeña habitación con un escritorio y una litera solo para mí. El baño compartido estaba al lado de una cocina que podíamos utilizar a cualquier hora y también había una pequeña piscina además del pequeño aparcamiento justo en frente de la entrada. No me puedo quejar por el precio.
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