En Sapa hay básicamente dos opciones para alojarse: quedarse en el centro de Sapa, y hacer trekkings desde allí volviendo al centro, donde hay bares, restaurantes, tiendas y demás, o hacer un trekking y quedarse alejado en medio de los arrozales, donde no hay nada más que naturaleza a tu alrededor.
Nosotras elegimos la segunda opción, y el alojamiento lo reservamos a través de Booking por 6€ las dos, con la cena y el desayuno incluído (no nos creíamos el precio cuando lo vimos, y fue una reserva super impulsiva. Después empezamos a hablar por el chat de Booking hasta contratar la excursión). El sitio se llama Mekhoo and Zizi Sapa homestay, aunque la casa original se quemó en un fuego y la están reconstruyendo y actualmente la casa es la de al lado que es el alojamiento de Hmong sisters (han hecho como una fusión de las dos familias). Está a 10 km del centro, y quisimos añadir un desvío en el trekking para pasar por el pueblo de Cat Cat, que habíamos leído era uno de los atractivos de la zona, por lo que alargamos el trekking a unos 15km en total.
Chili nos recoge y una vez dejamos las mochilas en la moto, empezamos a atravesar Sapa centro mientras nos dirigimos a desayunar. El sitio nos trasporta de inmediato a casa, a una zona de montaña típica de ski, donde todo es un poco artificial y hay bastante turismo. Vemos de lejos el teleférico que te sube al Fansipan, el pico más alto de toda Indochina y que no tenemos pensado visitar porque nos parece muy caro (si no recuerdo mal eran casi 30€ por persona) y no tenemos mucho tiempo en Sapa. Además, al planificar el viaje no sabíamos si seria un día nublado o con lluvia, y no nos valía la pena el riesgo.

También atravesamos una plaza que parece ser el centro neurálgico del lugar, con una pequeña iglesia con bastante encanto (la iglesia de piedra) y ahí nos explica Chili que en Sapa la mayoría de la población es atea, como por ejemplo su familia. En las montañas viven las tribus, que se diferencian en 4 tribus principales y cada una tiene su propia lengua, sus costumbres y tradiciones y que son bastante diferentes las unas de las otras. Se diferencian por la manera de vestir. En Sapa centro viven los vietnamitas, pero la mayoría son ateos.
Llegamos a un lugar muy... local, donde las únicas opciones de desayuno son Phó de cerdo o Phó de pollo. Es lo último que nos apetece después de la mala noche que hemos pasado en el bus, pero todo es ponerse. Le pregunto a Chili si ahí sirven café, y parece que si pero la dueña no tiene el día o no quiere molestarse en entretenerse con eso cuando tiene el local abarrotado de vietnamitas hambrientos, y nos da largas. No coffe... Pues nada, mi hermana y Chili se acaban su Phó y yo hago lo que puedo con el mío.
Chili se va un momento y vuelve con una botella de 1,5L para cada una, y empezamos a dirigirnos a la aldea de Cat Cat. Nos avisan que la entrada a la aldea son 90.000VND y paramos en la oficina donde se compran los tickets bastante antes de llegar a la entrada. De camino atravesamos un montón de paradas con ropa the North Face de imitación, pero no nos paramos. También se nos enganchan dos mujeres vestidas de tribu, intentando vendernos monederos y pulseras, pero no queremos entrar a negociar porque no queremos comprar souvenirs. Nos cuesta bastante porque no queremos ser bordes con ellas, pero si no somos tajantes siguen insistiendo... al final se van.
Al llegar a Cat Cat flipamos bastante. No tenía expectativas de qué encontrar pero está abarrotada de gente. Hay un puente y todo está muy adornado, la gente pasea con sus mejores galas haciéndose fotos y hay un pequeño río que atraviesa el lugar y a las orillas del cual hay humo porque están cocinando. Hay también una cascada que, nos explica Chili, es el motivo principal por el que es una aldea tan visitada. Nos dice que a los vietnamitas no les gusta caminar mucho, y que esta aldea es la más cercana al centro y además tiene esa cascada, así que se llena cada día pareciendo un parque de atracciones a pesar de que es una aldea donde viven tribus actualmente.

Nos agobiamos bastante, una chica me pone el móvil en la cara para hacerse un selfie conmigo y un poco más adelante un hombre nos "secuestra" a mi hermana y a mi para hacerse una foto con las dos en plan conquistador y no nos mola nada, así que le decimos a Chili que ya hemos visto bastante y estamos listas para seguir.
En unos 10 minutos hemos salido de la aldea y vamos hacia zonas mucho más tranquilas y solitarias. Nos dice que llevamos un buen ritmo, que ella siempre se adapta al ritmo de sus turistas, pero que hay gente que va muy lento. Mi hermana ha hecho buenas migas con ella y van hablando y Chili nos va contando cosas mientras caminamos solas por los arrozales. Las vistas son increíbles, aunque el sol aprieta y vamos haciendo algunas paradas en sombras para poder recuperarnos un poco.

Atravesamos un par de aldeas más, mucho más pequeñas y humildes. En algún punto del camino aparecen niñas pequeñas intentando vender pulseras, son extremadamente pesadas y no se van por mucho que nos neguemos a comprarles nada. Te siguen mientras caminas hasta que finalmente se dan por vencidas, pero son muy insistentes.
Hacemos una parada en un sitio donde venden snacks y bebidas, y hay algunos asientos y unas vistas increíbles de los arrozales. Allí paramos un rato más y escuchamos bastante español a nuestro alrededor.
Seguimos caminando ya en un tramo donde hay más gente haciendo trekkings. Atravesamos un río bastante grande y llegamos a la ladea Lao Chai, algo más grande y donde paramos a comer. Hay unas vistas preciosas del río y de la montaña, pero quedan totalmente arruinadas por niñas y mujeres intentándonos vender telas, monederos, pulseras... a nosotras y a todos los turistas que paran ahí a comer con un trekking. Van mesa por mesa insistiendo y vuelven a empezar cuando han dado toda la vuelta. Todos las rechazan primero más amablemente y al final más secos, pero a ellas les da igual el tono, insisten igualmente. Acabamos devorando un arroz frito con verduras y aunque estamos bastante cansadas, intentamos salir de ahí lo antes posible para dejar de escuchar "buy from me, buy from me".
Volvemos al camino y Chili nos hace entrar en una pequeña casita donde hay una mujer tejiendo y nos lo enseña: usan las fibras de la marihuana para poder tejer, desechando la hoja que no quieren para ningún uso. Con esas fibras tejen y después con la plantan índigo para teñir las ropas.

Caminamos y vemos casas que secan incienso, otras que secan maíz para alimentar a los animales, otras que secan ropa teñida... Y después de otra hora llegamos al final a la parte baja de una cuesta donde sale el nombre de nuestro homestay. La subimos y al fin llegamos a la casa de las Hmong sisters. Estamos agotadas y son las 3 de la tarde, más o menos.
Nos despedimos de Chili y hacemos el check in. Es una casa de madera bastante bonita, aunque muy sencilla. Cuando entramos a nuestra habitación vemos una cama donde el colchón a penas tiene 2 cm de grosor y nos da un poco de bajón. Decidimos darnos una ducha para renovarnos (el baño es compartido en la casa) y cuando vamos vemos dos baños con la ducha siendo un grifo en el suelo del baño y donde todo está bastante sucio. Nos duchamos y vamos al porche pero hay una caseta improvisada porque están reconstruyendo la casa de al lado, y nos tapa todas las vistas de los arrozales. No suficiente con eso, en unos minutos empieza a diluviar.
Nos cruzamos con los demás huéspedes del lugar: un chico inglés y tres chicos de Gales, todos en sus 20 y pocos, y un chico de Holanda algo más mayor. Hablamos un poco con ellos, pero con su inglés nativo y lo cansadas que estamos, no nos vemos capaces de mantener la conversación durante mucho más de 15 minutos y al final decidimos irnos a la habitación a echarnos una siesta para ver si deja de llover y podemos salir luego a dar una vuelta por el lugar. Pero después de una hora durmiendo, sigue lloviendo con ganas y no parece que vaya a parar. Hacemos tiempo hasta la hora de la cena, sobre las 7 de la tarde.
Tenemos problemas en la recepción con la chica, porque nos dice que la cena no está incluida. Le hemos llevado la reserva impresa en vietnamita, y nos dice que le digamos dónde pone que la cena está incluida Comparando con nuestra reserva en español le señalamos una frase y al final asiente, pero nos la ha intentado colar. Allí la cena la ofrecen por unos 90 o 95.000VND por persona.
Nos juntamos todos en el comedor y la chica nos empieza a traer la cena para compartir: arroz, verduras asadas, rollitos de primavera, carne con cebolla salteada... está todo buenísimo. Comemos y hablamos y cuando ya no podemos más decidimos retirarnos, y ellos empiezan a jugar a cartas tranquilamente.

No hay mucho más que hacer y estamos entre cansadas y aburridas. Quizá si nos hubiéramos quedado en un alojamiento del centro, hubiéramos podido salir a dar una vuelta. Igualmente con la lluvia no apetece mucho...
Las vistas de la zona merecen quedarse más apartado y disfrutar, pero hemos tenido la mala suerte de no tener las vistas que salían en booking, por la reconstrucción de la casa y la mala suerte de la lluvia, que nos ha aislado más aún.

Nos lo tomamos como un descanso que necesitábamos, y mañana será otro día de traslado en el que iremos hacia Hanoi y nos despediremos de tanta naturaleza.
Gastos del dia:
Entrada a Cat Cat 180.000VND
Bus Sapa-Hanoi 690.000VND (nos lo contratan en el homestay, ya que después de mirar los precios por internet nos sale solo uno o dos euros más que nos lo cojan allí, y nos da más seguridad que lo contrate una vietnamita para ver si acertamos más con la hora de llegada del bus...)
Total = 870.000VND = 37€