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Salimos sobre la 01:00 del sábado 11, e hicimos cuatro paradas en el camino para estirar las piernas y tomar algo. A las 07:30 llegamos a Madrid, ya que no tuvimos problemas al entrar, porque había poca circulación. En ese momento se despertó la peque, que se llevó todo el recorrido durmiendo, excepto cuando parábamos para estirar las piernas.
Sobre las 08:00 llegamos al parking de largas estancias, recogimos el ticket en la entrada, dejamos el coche, nos fuimos otra vez a la entrada del parking, y sobre las 8:25 cogimos el mini bus que nos lleva a las diferentes terminales.
Llegamos en menos de 10 minutos a la terminal 1, y nos fuimos directos a los mostradores del 120 hasta el 127, que es donde factura la compañía WAMOS.
Como no abrían hasta las 10:00, nos fuimos a desayunar en uno de los bares que hay en la planta inferior. Como es normal “clavazo”.
Sobre las 9:30 empezamos a observar movimiento en los mostradores abriendo sobre las 10:00. Nos pusimos en la cola para facturar las maletas, y en 30 minutos ya teníamos las maletas facturadas y los billetes con los asientos que teníamos reservados.
Nos dirigimos hacia el filtro de seguridad, que está justo al lado de los mostradores de WAMOS, pero lo tenían cerrado, por lo que tuvimos que ir al otro que hay en la terminal 2, para luego pasar por el control de pasaportes.
Como era temprano, nos fuimos hacia la puerta de embarque, para saber dónde estaba, antes de dar alguna vuelta por la terminal. En ella mi peque se puso como loca viendo el avión donde teníamos que montarnos.
Ya en la zona de embarque, fuimos a comprar al Duty Free tabaco, revista y chuches. Aunque la otra vez, a la vuelta, en el avión de WAMOS, vimos como vendía tabaco muy barato, no quisimos arriesgarnos y lo compramos en el aeropuerto a 37.50€ el cartón.
Sobre las 12:00, nos fuimos al Burger King, que está al final de la terminal 1 hacia la derecha. Los precios no son los mismos que los BK que hay fuera, bastante más caro, aunque es entendible por el sitio donde está, pero lo que no entiendo es que no tengan el Diver King en la carta, ya que tuvimos que comprar otras cosas a la niña.
Desde allí se ve la pista y los aviones, y desde donde mi peque siguió haciendo fotos. Jajajajaja Estaba toda loca.
Sobre las 13:00 nos dirigimos a la puerta de embarque A5, ya que a las 13:00 teníamos el embarque.
Ya había una gran cola cuando llegamos. Cuando abrieron el embarque, informaron que primero pasaban las familias con menores, por lo que a las 13:25 ya estábamos montando en el avión.
El avión era un Boing 747-400. No dirigimos a nuestros asientos y guardamos las maletas de mano. A las 14:20 despegamos. (Puntuales)
A las 15:15 nos dieron la declaración de aduanas (uno para los tres) y el registro de entrada (uno para cada uno), para que lo rellenáramos antes de llegar a PC.
A las 16:00 nos dieron de comer un plato de pasta, aderezada con tomate y aceitunas. Iba acompañada de una pequeña ensaladilla, pan, y un bizcocho. De bebida te ofrecen refrescos, zumos, vino o agua.
Después de comer te sirven un café.
Como en el avión no había pantallas donde poner alguna película, la peque estuvo todo el viaje entre dormir y pintando. Para los niños le dan un sobre con un muñeco de Playmobil, que hay que montar.
A las 19:00, pedimos de la carta del avión, dos mojitos y un postre de nutela, que se le antojo a la peque.
Mientras tanto, y entre cabezazo y otro cabezazo, el vuelo iba perfectamente, sin turbulencias ni nada que comentar. Un vuelo perfecto.
Sobre las 21:00, nos pusieron una merienda que constaba de un sándwiches de jamón y queso, unos frutos secos y de bebida un refresco, zumo o agua.
A las 22:30 (hora española), 16:30 (hora dominicana), aterrizamos en PC. Un vuelo perfecto, con pocas turbulencias, pero flojas de intensidad.
Solo salir, notamos el golpe de calor característico de PC. Nos estaba esperando un bus que nos llevó hasta la entrada de la terminal de llegadas. Después de varios controles, presentar los pasaportes, entregar el registro de entrada y la declaración de aduanas, llegamos a la cinta de las maletas, donde esperamos un buen rato, a que nos salieran las maletas, y donde mi mujer ya pudo fumar. (Desesperada)
Cuando las recogimos salimos a una sala donde hay puestos de los diferentes turoperadores. Nos fuimos al puesto de WAMOS, donde nos informaron del autobús que nos teníamos que montar. A las 18:00, salimos al parking del aeropuerto y nos dirigimos al bus 63, donde dejamos las maletas al chofer y nos montamos para estar fresquitos.
Sobre las 18:15 partió directo el bus hacia el hotel. En el camino nos informaron de que tendríamos una reunión a las 08:00 para el horario de salida y para las excursiones, que por supuesto nos recomendaba reservar con ellos, ya que era más seguro que con otras empresas. En el camino la peque se quedó frita.
Llegamos al hotel a las 19:00. Cuando bajamos, nos indicaron que dejáramos las maletas todas juntas y no fuéramos a la recepción para registrarnos. Hay dos recepciones, el Tropical Suites a la izquierda y Cocotal a la derecha, en esta última nos dijeron que nos teníamos que registrar. Este proceso fue muy lento, ya que los terminales les estaban dando fallos. A nosotros nos tocó uno, que pensamos que era nuevo, ya que al principio no nos encontraba en el sistema, después de un buen rato nos registró con otros nombres, y después de otro gran rato, por ultimo nos registró equivocando los nombres de padre, madre e hija. Le dijimos que lo dejara de esa manera. Después de firmar el registro, nos indicó que nuestra habitación era la 3328, que está en la villa 33, en el lado izquierdo del complejo, en la tercera planta.
Nos entregaron dos llaves y tres tarjetas de toallas, informándonos que si perdemos una toalla teníamos que pagar 20$.
Nos entregó un plano del hotel, donde al reverso están indicados los horarios de los restaurantes y los bares, y diversas indicaciones sobre la utilización del resort. También nos indicó que los restaurantes Japonés y Brasileño, eran mediante reserva, y que lo podíamos hacer en cualquier puesto Concierge, que están repartidos por todo el complejo. Y por último nos indicaron los pasos para darnos de alta en el wifi del hotel.
Recogimos las maletas y nos dirigimos a la habitación. Lo bueno que encontramos al llegar a la villa, es que para subir a la tercera planta había ascensor. Ufffff íbamos agotados.
Llegamos a la habitación a las 20:15. Soltamos las maletas y nos fuimos a comer al buffet “Macao” que está en el lado derecho, ya que el buffet “Saona” estaba cerrado, y seguiría así todas las vacaciones. El horario del buffet para las cenas es de 18:30 hasta las 22:00.
Sobre la habitación dejare el comentario para más adelante.
La impresión que nos dio el buffet, es que tiene un diseño muy moderno, limpio, y organizado. Se divide en dos partes, el más grande es el salón donde se sitúa las mesas, y donde hay dos barras para las bebidas, y que te sirven en mesa. En algunas ocasiones tardan un buen rato en traerte las bebidas. Hay mesas que están reservadas para los clientes del club Sirenis. Normalmente entras directamente en el salón y coges mesa, pero cuando hay mucha gente, te tienen que dar paso desde la entrada del buffet. El espacio más pequeño es donde se sitúa los mostradores con la comida, y con la cocina para la comida que se hace en el momento. Tiene una gran variedad, y con una constante reposición de los alimentos. Sobre todo la zona de panadería, es extraordinaria, con una gran variedad de panes. Lo interesante de este diseño, es que la comida esta aparte de donde la gente come en el salón, y donde no hay olores a lo que se esta cocinando.
Sobre las 21:30, después de cenar, nos fuimos a dar una vuelta hasta la piscina y la playa, y donde mi niña ya se quería meter. Jajajajaja
A las 22:30 ya estábamos acostados y duchados. Aunque pareciera increíble, deseando que amaneciera, para comenzar nuestras vacaciones.
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