El lunes nos levantamos a las 06:30, y como siempre con bastante luz fuera…..



… y a las 7:45 ya estábamos en el buffet.

A las 08:30 salimos dirección a la piscina.









Como llegamos tan pronto, esta vez sí habíamos cogido unas buenas tumbonas enfrente de la barra húmeda,…



… donde estuvimos bañándonos y bebiendo durante unas buenas horas.



A las 11:30 nos fuimos a la playa, y estuvimos usando el bar de la playa y picando del restaurante BBQ.




El día estaba espectacular, soleado y había una pequeña brisa que te refrescaba, aparte de que el agua estaba muy buena y sin nada de sargazo.






Durante el tiempo que estuvimos en la playa, se pasó un chaval que vendía actividades acuáticas, al que le preguntamos si conocía algún taxista para que nos llevara a las tiendas donde compras los dominicanos, y nos dijo que no conocía a ninguno, pero que él nos lo haría siempre que fuera interesante el precio. Empezó diciendo de que lo haría por 70€, pero le dijimos que era muy caro, y negociando llegamos a los 40€, que fue el precio que establecimos. El día seria el miércoles, ya que el martes teníamos la excusión a Samaná, y nos recogería sobre el medio día a las afueras del complejo.
Sobre las 13:30 nos fuimos a almorzar, pero esta vez fuimos al restaurante snack bar “el Bohio”, que está abierto desde las 10:30 hasta las 15:00. Tiene menos variedad que el buffet “Macao” pero para picar algo no está mal, ya que lo que nosotros cogemos en el buffet, también lo encontramos aquí.


Después de almorzar volvimos a la piscina hasta que cerraron la barra húmeda.


Sobre las 18:00 nos fuimos a la habitación para ducharnos y descansar un poco antes de irnos a cenar.
Sobre las 20:45 nos fuimos al restaurante brasileño “La gira rodizio”, que está en un edificio a la izquierda del principal, y donde se ubican tres restaurantes temáticos, el brasileño, italiano y japonés.


El restaurante tiene una decoración muy moderna.

A las 21:00 ya estábamos sentados, y lo primero que te indican es que te acerques al buffet para picar algo. Después de coger algún tentempié, empiezan a pasar los camareros con diferentes carnes pinchadas en espadas. Para mi están todas muy buenas, pero me quedo con la picante, que por supuesto mi mujer ni se atrevió a comer.

Justo después nos dirigimos al teatro abierto que está en la plaza de la entrada, y donde está el bar plaza, que está abierto desde las 18:00 hasta las 01:00. Allí hay espectáculos por la noche, donde invita a que la gente baile, y que por supuesto mi mujer y mi hija no pararon.




Sobre las 23:00 nos fuimos a dormir.