Nuevo hotel, nuevo desayuno y sigue siendo muy bueno, dulces, cereales, fiambres, quesos,tostadas, fruta, etc, y un rico café. Ya tenemos fuerzas para irnos al centro de Catania.
Si en las ciudades sicilianas aparcar en la zona centro no es fácil, en Catania es especialmente complicado, conseguimos dejar el coche en el parking Borsellino después de esperar unos diez minutos de cola. Este es el más cómodo ya que está justo en el mercado de la Pechería, pagamos por 7 horas 4€
Comenzamos la visita a la ciudad por el mercado de la Pechería, como su nombre indica es un mercado basado fundamentalmente en el pescado fresco, los peces espadas, atunes, mejillones, mariscos, calamares, etc. También hay carne y frutas, pero en menor medida. Hay que ir a primera hora de la mañana ya que según se va vendiendo el pescado los puestos se recogen, realmente más que puestos tenderetes en la mayoría de los casos. Es un mercado muy vivo y es una buena zona para comer, con pequeños restaurantes a precios moderados.








Continuamos hacia la plaza del duomo pasando por la fuente del Amenano, en la plaza están los dos símbolos de la ciudad, la fuente del elefante y la Catedral de Santa Agata. Además es el centro neurálgico de la ciudad, con terrazas donde sentarte a tomar algo, tiendas, etc.
El Duomo de estilo barroco, como no. La entrada es gratuita, y el interior no tiene nada especialmente reseñable, pero es bonito.



Continuamos caminando hacia el Monasterio dei Benedeittini, el tercero más grande de Europa, pero nuestro gozo en un pozo, nos lo encontramos cerrado y no hubo forma de saber si era de forma temporal, por día de cierre o cualquier otra causa, nadie sabía nada.
Seguimos hacía la iglesia de San Benedetto, famosa por impresionante escalera de los ángeles, realmente la escalera me pareció lo menos relevante, en interior es otro magnifico ejemplo barroco, hay que prestar especial atención a los frescos del techo y al coro que parece un barco.


Callejeando, llegamos a via Etnea, la gran avenida de la ciudad, en la que se centra la zona comercial. Comimos algo rápido, e hicimos algunas compras. Poco a poco volvimos por nuestros pasos viendo preciosos edificios y pequeñas callejuelas hasta llegar al parking. Justo al lado hay un pequeño parque en el que había muchos mendigos, durante el día no había ningún problema, pero no se si por la noche será una zona demasiado segura.
Calor empezaba a ser duro, por lo que decidimos que la piscina era la mejor opción para acabar la tarde, parada en Lidl para comprar cena y a refrescarnos