Un nuevo día, desayunamos como siempre y esta vez mi mujer quiere alquilar unas bicicletas, yo no estoy muy convencido por si me la atropella un tranvia


Llegamos en 15 minutos a la zona de la Iglesia Westerkerk, en donde está enterrado Rembrandt, pero que se encuentra en obras y los sábados no abre, con lo que candamos las bicis y nos damos a dar un paseo por la zona, llegando hasta la adyacente casa de Ana Frank, donde estuvo recluida un par de años para evitar ser capturada por los Nazis, algo que finalmente no pudo conseguir, siendo deportada a un campo de concentración y muriendo de Tifus 2 meses antes de la liberación del campo.


Es un punto muy turístico de la ciudad, y frente a la iglesia encontramos también su estatua.



Cogemos las bicis y nos vamos pedaleando por la estupenda Ámsterdam hasta la plaza céntrica de la ciudad, verdadero punto neurálgico, la Plaza Dam, presidida por el Palacio Real:


Continuamos, porque en una ciudad sin cuestas uno no se cansa mucho, y ponemos rumbo al De Gooyer Moler, uno de los molinos de viento más famosos; está hecho de madera, es el más alto del país, tiene forma octogonal y se usó como molino harinero antaño. De camino pasamos por el Museo de Ciencias Nemo:


Y vemos una réplica del Galeón Amsterdam, un barco del siglo XVIII que navegó entre los Países Bajos y las Indias Orientales:

Llegando hasta el imponente Molino:



Y nos volvemos de camino al mundialmente famoso Barrio Rojo; mencionar que siempre llevamos en la mochila algo de comer, empanadillas, sándwiches, patatitas, chocolate etc que trajimos de Asturias y que vamos comiendo cuando y donde nos apetezca.

Dejamos las bicis junto a la fortaleza, El Waag, un edificio del siglo XV situado en la plaza Nieuwmarkt, antigua Casa de Pesos, y el edificio no religioso más antiguo de Amsterdam y nos vamos a pasear por el barrio. La verdad que choca ver a las prostitutas exhibiéndose en las ventanas, tras cortinas rojas, sonriéndote al pasar…es triste pero por otra parte al menos no están en la calle tiradas en un polígono...C’est la vie.


Hay una leve llovizna así que damos un paseo viendo los “pintorescos” locales y buscando un sitio para comer.


Tras comer, seguimos dando una vuelta, viendo más casas danzantes o la iglesia donde Rembrandt bautizó a sus hijos, la Oude Kerk:



Pasamos por un supermercado con buena valoración y que está muy bien, el Albert Heijn, cogemos unas estupendas ensaladas para la cena y una botella de vino, descandamos las bicis y de vuelta al hotel, ya que son las 14h y tenemos para ver la ansiada exposición de Vermeer a las 15:15, para la que no hay entradas desde febrero ya hasta Junio que termina.
Comemos algo en la habitación, nada que ver con ayer que estábamos mataos, lo de la bici es maravilloso, no estamos nada cansados así que a eso de las 14:50 nos plantamos en la puerta del Rijksmuseum, hay cola para la exposición general pero no así para Vermeer puesto que nos escanean las entradas y accedemos enseguida; nos colocan una pulsera azul y nos indican por donde es la Exposición, ¡que es absolutamente maravillosa!










La Joven de la Perla, la Visión de Delf, su hogar natal, la Lechera, La Encajera, La Calle Estrecha, El geógrafo (El Astrónomo está en el Louvre de Abu Dabhi), jóvenes leyendo cartas…esas atmosferas intimistas de Vermeer con esa luz que sólo él supo captar…que maravilla
No es plan de poner aquí todas las obras que había en la Exposición, vinieron todas menos 9:


Tras recrearnos con esta fabulosa exposición, seguramente la más importante del año a nivel cultural este 2023 junto a la de Guido Reni de Frankfurt y la de El Prado a finales de Marzo, continuamos con el resto del excepcional Rijksmuseum, que tiene joyas como La Ronda de Noche de Rembrandt, su cuadro estrella y casi siempre en permanente restauración/digitalización; también tenemos sus retratos famosos, obras de Van Gogh, Claudio de Lorena y demás obras de arte de pintores flamencos.







¡Lo de Rembrandt es un escándalo!





Casi a las 17, con anuncios de que el Museo va a cerrar, salimos con la satisfacción de haber disfrutado de un gran museo y una exposición probablemente irrepetible en muchos años, y nos vamos de vuelta al hotel, a descansar, teniendo las bicicletas candadas delante del mismo.
A las 20h nos decidimos a salir, aunque estamos muy a gusto en el hotel jajaja, cogemos las bicis y a recorrer la ciudad, esta vez de noche; tengo mirado para ir a ver las casas danzantes del Damrak, que creo que son las más famosas y fotogénicas de la ciudad, pasando de nuevo por la céntrica Plaza Dam con su monumento a los caídos en la IIWW:






Las casas por la noche, iluminadas, son muy bonitas.
Desde aquí seguimos pedaleando, pasando por el barrio rojo, hasta llegar al Magere Brug, o puente delgado, que se ilumina cada noche con 1500 bombillas y que salió en películas como Diamantes para la Eternidad, de James Bond:

Cerca de él se encuentra el parque de Frederiksplein, en donde se haya el Monumento a Walraven Van Hall, el banquero que financió a la resistencia holandesa durante años en la lucha contra los nazis y que, finalmente, fue delatado y fusilado casi al final de la guerra.


Es noche cerrada, casi las 21h, nos volvemos dando un paseo y pasamos delante del Rijksmuseum, que acabamos de recorrer apenas unas horas antes y que luce así de espectacular:

Devolvemos las bicis y a cenar con una copa de vino, viendo la Tv, disfrutando de la última noche en Ámsterdam
