Hoy toca coger un tren, es algo temprano, así que tenemos que levantarnos antes que la noche anterior. Sobre las 7 y media suena el despertador, vamos con tiempo suficiente así que llegamos al andén con algo de margen.
Sobre las 10 llegamos a Pisa, y ya que vamos a caminar bastante este día, decidimos coger el autobús 1+ para ir. Sin embargo, nos equivocamos de sentido, así que toca deshacer lo que habíamos hecho, y al llegar a la estación, cogemos el bus en el sentido correcto.
Hace mucho calor en Pisa, mucho más húmedo que en Florencia, por lo que caminar por la ciudad se hace tedioso, y eso que el autobús nos deja a escasos 200 metros. Como es normal, al llegar al complejo donde está la torre, hacemos las típicas fotos, pero como estamos sofocados, entramos a un museo a descansar.
Una vez menos acalorados, damos una vuelta al Duomo, ya que queríamos entrar. Pero al llegar a la puerta vemos que, para acceder, hay que sacar un ticket gratis en las taquillas. Así que nos acercamos y sacamos el pase completo que incluye visitar el baptisterio, el camposanto y 3 museos más.

En primer lugar, entramos al baptisterio, que cuenta con una pila bautismal y un oratorio. Subimos al piso superior y desde una ventana, hacemos una foto que queda muy bien con el Duomo y la torre detrás.
A continuación, vamos a ver la catedral, donde se puede ver un púlpito de gran calidad, que es obra de Giovanni Pisano. Su hijo fue el que diseñó el pulpito del baptisterio, por eso nos sonaba. El de la catedral cuenta con imágenes de la biblia y está sustentado en los pilares por cariátides.

Después entramos al camposanto, que tiene un claustro con arcos muy interesante, pero cuenta con muchas zonas en restauración, así que creemos que tampoco merece mucho la pena.
Con la entrada está incluido el acceso al baño, el cual cuesta 1 euro si no. Así que hacemos uso de elllos y después entramos a un museo para poder estar un poco frescos.
De esta forma termina nuestra visita a la plaza del miracoli, el conjunto donde se encuentran los principales atractivos de la ciudad.
Siguiendo nuestra ruta, después de comprar agua para hacer frente a este sofocante calor, vamos a visitar la iglesia de Santa Caterina, una iglesia que parece que está en obras porque la mitad de su interior tiene tierra en el suelo.
Aprovechamos en su interior para elegir el sitio de comer, decantándonos finalmente por la Trattoria de Stelio, un sitio de menú que tiene muy buena pinta.

Vemos que cierra pronto, así que vamos directamente a comer. Tenemos suerte porque al llegar hay una mesa libre y no tenemos que esperar. Se puede pedir distintas combinaciones de menú, así que nos decantamos por un menú completo y otro menú que consta de primero y ensalada.
Aquí por fin tomamos postre, probando un tiramisú y una macedonia de frutas.
Con el estómago lleno, nos acercamos a la Piazza del Cavalieri, donde destaca el Palazzo della Carovana y el dell’Orologio y la iglesia de San Esteban. Hace mucho calor así que tampoco estamos mucho rato viéndolo.
Para acercarnos al río, bajamos por el Borgo Stretto, una calle porticada que nos lleva hasta el Arno. La vista del rio con los palacios no está mal. Además, el agua da una sensación de que no sea la temperatura tan alta. Pasamos al otro lado y vemos el Palazzo Blu y la iglesia de la Spina. Una pequeña capilla con un interior muy sencillo.

Nuestra visita a Pisa se va terminando, así que decidimos adelantar el billete de regreso. Es un aspecto que funciona en todos los trenes en Italia, que te permite cambiar el horario de manera flexible y sin costo.
De camino a la estación paramos a comprar agua y vemos el mural de Tutomundo.
Llegamos a la estación mucho antes de la hora del tren que habíamos cambiado, así que volvemos a hacer un cambio y a las 16:30 estamos ya volviendo hacia Florencia, 2 horas antes del primer horario previsto que teníamos.
Al llegar, nuestra idea era ir a visitar un mirador, la Piazzale de Michelangelo, pero como hace todavía bastante calor, vamos al hotel a descansar.
Hasta las 19 no salimos, pero se nota mucho menos calor. Vamos dando un paseo y así vemos los principales atractivos otra vez. Llegamos al Ponte Vechio y ahí paramos a coger un Canoli en la panaderia que habíamos ido ayer y estaba cerrada, se trata de un postre de la zona sur que está muy rico.

Llegamos al mirador justo a la hora del atardecer, por eso está muy abarrotado. La misma idea la han tenido mucha gente, pero no importa. Es una plaza muy grande así que hay espacio de sobras. Realizamos unas cuantas fotos y tomamos una cerveza viendo un torneo de baloncesto 3x3 así que pasamos un buen rato.
Sobre las 9 decidimos ir bajando de ahí, y vamos directos al restaurante Gustapizza. Un sitio que había leído que tenía muy buenas críticas, pero en el cual hay que esperar haciendo fila.
Después de una media hora, conseguimos sentarnos. Somos rápidos para pedir así que nos sacan las pizzas muy rápido también. Disfrutamos de una tartufa con rúcula y otra de pesto, pistachos y mortadela.

Para bajar la cena, damos una vuelta volviendo al hotel, pasando por el ponte Vechio, plaza de la Signoria y plaza del Duomo.
Llegamos sobre las 11 al hotel, cansados así que caemos pronto. Mañana es el día que volvemos, así que poco podremos ver en Bolonia.
GASTOS DEL DIA
Billetes de bus de Pisa: 3,40€
Entradas complejo Pisa: 22€
Trattoria de Stelio: 31,50€
Agua: 1€
Dulces en Gino´s Bakery: 8€
Cerveza en Piazzale Michelangelo: 6€
Cena en Gustapizza: 40,50€