Es lunes 19 de febrero, hace buen día y tenemos toda la mañana por delante. El avión a València sale a las 16’15 horas. Desayunamos, pagamos y nos vamos nuevamente a Pisa, que se encuentra a escasos 15 minutos en coche del aeropuerto Galileo Galilei. Aparcamos en la ORA y nos dirigimos a la piazza deI Miracolo para ver si podemos entrar en el Duomo, ya que a la ida no pudimos ver su interior. Había mucha más gente. La entrada al Duomo es gratuita, pero el resto se paga (Torre y Baptisterio). Volvemos a contemplar la Torre inclinada o Campanella como la llaman ellos; una preciosidad, la verdad. Pues por allí pasamos la mañana hasta las 12 horas aproximadamente que fuimos a buscar la Trattoria Primo para comer, dado el éxito de la ida. Queríamos ir a lo seguro. Era tan pronto que no habían abierto al público, así que nos tocó ir a buscar algo por las inmediaciones ya que a las 14 horas teníamos que estar en el aeropuerto. Y paseando, pasamos por I Vecchi Sapori, vía Domenico Cavalca, 31 de Pisa, una casa de comidas para llevar que tenía una pequeña barra a un lado y unas banquetas para sentarte. Pues ahí paramos. Teníais que ver todo lo que había allí. No sabíamos qué elegir entre todo. Al final fue: unas alcachofas a la romana, una lasaña, berenjena al horno y un par de vasos de vino. Todo 29 €. Todo muy bueno. Eso sí, todo en platos y vasos de plástico. Fue curioso porque la gente que nos veía mirando el mostrador nos recomendaba los platos que teníamos que pedir, y no fallaron. A eso, hay que añadir la ventaja de que la dependienta hablaba un perfecto español, y al preguntarle que dónde había aprendido el idioma, nos dijo que nunca había estado en España, que lo había aprendido en la escuela y que le encantaba el idioma, es más, se lo estaba enseñando a sus hijos. Es, al menos, sorprendente.
Después de este rollo que os he metido, nos fuimos a tomar café en una terraza con vistas al rio, junto al puente, llamada Café Centrale: Un café expreso, un cortado, un limonchelo y un Amaro, 12€. A partir de aquí, lo de siempre. Coge el coche, dirígete al aeropuerto, devuelve el coche (que ni lo miraron). Embarque y para casa.
Después de este rollo que os he metido, nos fuimos a tomar café en una terraza con vistas al rio, junto al puente, llamada Café Centrale: Un café expreso, un cortado, un limonchelo y un Amaro, 12€. A partir de aquí, lo de siempre. Coge el coche, dirígete al aeropuerto, devuelve el coche (que ni lo miraron). Embarque y para casa.
Os pongo fotos con otra perspectiva de Pisa.