INTRODUCCION.
Hola amigos, miembros o no de esta web, mi objeto con este diario es sumergiros en un entorno natural muy poco conocido, dado que la mayoría de los viajeros optan por visitar otras zonas de la geografía española más populares dejando de lado zonas recónditas y aisladas que pueden competir en belleza con cualquier otro paraje natural de mayor prestigio.
Por eso mi empeño en mostraros las maravillas de toda índole que podemos encontrar en esta pequeña comarca turolense que comprende la Serranía de Albarracín y de los Montes Universales.
Para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad es el sitio ideal para descansar, pasear, contemplar y disfrutar de paisajes de ensueño rodeados de una paz que en pocos lugares se encuentra. Aquí el estrés no existe, y el turismo no se encuentra presente en oleadas como puede ocurrir en otros lugares, con la única excepción de la población de Albarracín que es visita por muchos turistas sobre todo los fines de semana.
He estado dudando cómo organizar este diario. Lo ideal sería permanecer por la zona, al menos, tres o cuatro noches para poder llegar a todos los lugares que os quiero recomendar, y dependerá también del objeto de vuestro viaje. Si vuestra intención es disfrutar de la naturaleza por medio del senderismo o realizando rutas en BTT, habrá que combinar esto con las visitas a lugares y parajes de verdadera belleza. Si lo que queréis es pasar un fin de semana (un par de noches), entonces “hay que ir a saco”, y dejar a un lado la realización de rutas de senderismo o en BTT y centrarse más en las visitas, sin perjuicio de poder realizar algún paseo si os queda tiempo para ello. No obstante, las rutas que aquí recomiendo son de corta duración, a lo máximo de dos a tres horas.
Por la cantidad de información que voy a daros, he optado por elegir la primera opción (la de tres o cuatro noches), ya que deberéis invertir una mañana o una tarde en llegar a vuestro destino, que no es otro que el pequeño pueblo de Bronchales (Teruel) a 1.569 metros de altitud. Este pueblo está muy bien ubicado, y se encuentra más próximo a los bellos parajes que os quiero enseñar: los pinares más densos de la Península Ibérica. Aparte de ser un pueblo tranquilo, tiene servicios básicos de panadería, supermercado, farmacia, y porque lo conozco en persona, ya que desde hace muchos años solemos ir mi mujer a pasar unos días.
¿La mejor época para visitar estos parajes? Pues, cualquier época es buena. Cada estación tiene sus ventajas e inconvenientes. Los meses de enero y febrero son muy duros por el frio. Normalmente nieva en estas fechas y los días son más cortos, pero estupendos para quienes les guste la nieve. El mes de agosto hace mucho calor y está lleno de veraneantes con sus fiestas y sus motos (normalmente de paisanos que emigraron a las grandes ciudades, como en todos los pueblos de España). También evitaría, a ser posible, los días que coincida con Semana Santa y grandes puentes festivos. Los meses de abril, mayo, junio y julio son perfectos, el clima es más benigno y los días son más largos y se aprovechan más. Los que vayan en septiembre se sorprenderán con la espectacular “berrea de ciervos”, y si lo hacéis en octubre podréis contemplar el cambio de color de las hojas de los árboles (chopos, sobre todo) que pasa del verde a un color amarillo, anaranjado y marrón debido, por un lado, al cambio que experimenta la estación, y por otro, a la disminución de la luz solar en esta época del año.
A través de este diario veremos “ríos de piedra”, cascadas; si prestamos mucha atención y guardamos silencio podremos ver ciervos, corzos y gamos, también algún zorro; los buitres suelen formar parte del paisaje, y lo que es más importante, se puede ver todo tipo de ganado como rebaños de vacas, ovejas, cabras y caballos, animales hoy difíciles de ver en libertad que pueden ser una bonita distracción para los que viajen con niños.
Por eso mi empeño en mostraros las maravillas de toda índole que podemos encontrar en esta pequeña comarca turolense que comprende la Serranía de Albarracín y de los Montes Universales.
Para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad es el sitio ideal para descansar, pasear, contemplar y disfrutar de paisajes de ensueño rodeados de una paz que en pocos lugares se encuentra. Aquí el estrés no existe, y el turismo no se encuentra presente en oleadas como puede ocurrir en otros lugares, con la única excepción de la población de Albarracín que es visita por muchos turistas sobre todo los fines de semana.
He estado dudando cómo organizar este diario. Lo ideal sería permanecer por la zona, al menos, tres o cuatro noches para poder llegar a todos los lugares que os quiero recomendar, y dependerá también del objeto de vuestro viaje. Si vuestra intención es disfrutar de la naturaleza por medio del senderismo o realizando rutas en BTT, habrá que combinar esto con las visitas a lugares y parajes de verdadera belleza. Si lo que queréis es pasar un fin de semana (un par de noches), entonces “hay que ir a saco”, y dejar a un lado la realización de rutas de senderismo o en BTT y centrarse más en las visitas, sin perjuicio de poder realizar algún paseo si os queda tiempo para ello. No obstante, las rutas que aquí recomiendo son de corta duración, a lo máximo de dos a tres horas.
Por la cantidad de información que voy a daros, he optado por elegir la primera opción (la de tres o cuatro noches), ya que deberéis invertir una mañana o una tarde en llegar a vuestro destino, que no es otro que el pequeño pueblo de Bronchales (Teruel) a 1.569 metros de altitud. Este pueblo está muy bien ubicado, y se encuentra más próximo a los bellos parajes que os quiero enseñar: los pinares más densos de la Península Ibérica. Aparte de ser un pueblo tranquilo, tiene servicios básicos de panadería, supermercado, farmacia, y porque lo conozco en persona, ya que desde hace muchos años solemos ir mi mujer a pasar unos días.
¿La mejor época para visitar estos parajes? Pues, cualquier época es buena. Cada estación tiene sus ventajas e inconvenientes. Los meses de enero y febrero son muy duros por el frio. Normalmente nieva en estas fechas y los días son más cortos, pero estupendos para quienes les guste la nieve. El mes de agosto hace mucho calor y está lleno de veraneantes con sus fiestas y sus motos (normalmente de paisanos que emigraron a las grandes ciudades, como en todos los pueblos de España). También evitaría, a ser posible, los días que coincida con Semana Santa y grandes puentes festivos. Los meses de abril, mayo, junio y julio son perfectos, el clima es más benigno y los días son más largos y se aprovechan más. Los que vayan en septiembre se sorprenderán con la espectacular “berrea de ciervos”, y si lo hacéis en octubre podréis contemplar el cambio de color de las hojas de los árboles (chopos, sobre todo) que pasa del verde a un color amarillo, anaranjado y marrón debido, por un lado, al cambio que experimenta la estación, y por otro, a la disminución de la luz solar en esta época del año.

A través de este diario veremos “ríos de piedra”, cascadas; si prestamos mucha atención y guardamos silencio podremos ver ciervos, corzos y gamos, también algún zorro; los buitres suelen formar parte del paisaje, y lo que es más importante, se puede ver todo tipo de ganado como rebaños de vacas, ovejas, cabras y caballos, animales hoy difíciles de ver en libertad que pueden ser una bonita distracción para los que viajen con niños.



Y para todos aquellos interesados en la historia de España nos encontramos, sin lugar a dudas, en una de las zonas en la que se pueden distinguir infinidad de vestigios de la guerra civil española, dado que Teruel fue uno de los frentes más importantes de dicho lamentable enfrentamiento. Entre estos vestigios se pueden ver trincheras y campamentos maquis, eso sí, de difícil acceso algunos de ellos y en un estado grave de deterioro.
El acceso a la Sierra de Albarracín y los Montes Universales se realiza por la A-23 que une la población de Sagunt (València) con Zaragoza, también llamada Autovía Mudéjar. Una vez en ella, y según el sentido de la marcha, has de salir en el desvío de Santa Eulalia para coger la A-1511, si tu destino es Bronchales. También se puede llegar por la salida de Cella si es que te has pasado de frenada. Si tu objeto es hacer noche en Albarracín habrás de salir por la salida de Albarracín y tomar la A-1512 que pasa por Gea de Albarracín.
Por último, referirme a la gastronomía del lugar. Está basada en carnes de todo tipo: ternera, cerdo, cordero, ciervo, jabalí, caza. Todo de gran calidad. Guardo algunos lugares, no muchos, que creo que os gustarán y comeréis bien. En Albarracín existe una gran variedad de bares y restaurantes de todo tipo, mientras que, en el resto de la comarca, salvo excepciones que se dirán, existe el bar del pueblo de toda la vida; pero tranquilos, os recomendaré algunos y luego vosotros elegís. De todos modos, los apartamentos que recomiendo están completamente equipados con todo lo necesario para desayunar, comer y cenar, son acogedores y no invitan a grandes aventuras.
Vamos allá. Empezamos.
El acceso a la Sierra de Albarracín y los Montes Universales se realiza por la A-23 que une la población de Sagunt (València) con Zaragoza, también llamada Autovía Mudéjar. Una vez en ella, y según el sentido de la marcha, has de salir en el desvío de Santa Eulalia para coger la A-1511, si tu destino es Bronchales. También se puede llegar por la salida de Cella si es que te has pasado de frenada. Si tu objeto es hacer noche en Albarracín habrás de salir por la salida de Albarracín y tomar la A-1512 que pasa por Gea de Albarracín.
Por último, referirme a la gastronomía del lugar. Está basada en carnes de todo tipo: ternera, cerdo, cordero, ciervo, jabalí, caza. Todo de gran calidad. Guardo algunos lugares, no muchos, que creo que os gustarán y comeréis bien. En Albarracín existe una gran variedad de bares y restaurantes de todo tipo, mientras que, en el resto de la comarca, salvo excepciones que se dirán, existe el bar del pueblo de toda la vida; pero tranquilos, os recomendaré algunos y luego vosotros elegís. De todos modos, los apartamentos que recomiendo están completamente equipados con todo lo necesario para desayunar, comer y cenar, son acogedores y no invitan a grandes aventuras.
Vamos allá. Empezamos.