Domingo por la mañana, hemos decidido visitar Mónaco, que está más lejos, y después Èze. Para ambos sitios podemos ir en tren y en autobús, la opción de autobús te permite ver más los paisajes que en principio van a ser junto a la costa. La empresa es Zou! y para viajar me he descargado la app del mismo nombre. Con ella compro dos billetes de proximidad que me permiten usar sus líneas con una duración de 90’, cada billete cuesta 2,10€.
Para ir a Mónaco cogeremos el autobús 600, nos dirigimos junto al Puerto Lympia, en la Rue Arson está la parada Arson Fodéré. Aún siendo domingo los autobuses circulan cada 20’, pasadas las 9 cogemos el primero que pasa, subimos y no veo sitio para validar con el móvil los tickets, me pide chequear un código QR, ya está el autobús en marcha e intento a ver si el conductor me ayuda pero me indica que no le moleste, al final hicimos el viaje sin validar los billetes, menos mal que tampoco esta vez pasó un revisor.
El trayecto junto a la costa es bonito. En Mónaco nos bajamos en la parada de la Plaza de Armas, hay otras dos o tres más después. El trayecto dura entre 45’ y 1 hora, dependiendo las paradas que tenga que hacer.
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Desde allí ya subimos por la rampa peatonal de subida hasta la zona histórica, atravesando la Porte d’entrée au Rocher, allí mismo hay aseos públicos (en Mónaco son todos gratis). Esta zona está elevada con respecto a la zona del Puerto Hércules (Port Hercule) y según se sube ya se van obteniendo vistas del resto de la ciudad, construida en pendiente.
El primer sitio al que se accede es a la plaza de palacio (place du palais) donde se encuentra el palacio del Príncipe de Mónaco, al que unos minutos después vimos salir conduciendo su coche seguido de sus escoltas.
La plaza tiene mirador a dos lados, por uno de ellos se ve la ciudad del lado de Port Hercule y por el lado contrario sobre Port Fontvieille.
Desde la plaza salen varias calles, casi en paralelo, hacia el resto del casco histórico, que según va avanzando se va estrechando. Accediendo por el arco de la Rue Colonel Bellando de Castro llegamos al Palacio de Justicia y la catedral de Mónaco, a esta 2ª no se podía acceder porque la ciudad estaba inmersa en los preparativos del día nacional de Mónaco, el 19 de noviembre, o sea, dos días después.
Por los jardines de San Martín se puede dar un agradable paseo, es pequeño y se tarda poco en recorrer.
El jardín da al mar y también se ve la entrada a Port Fontvieille.
Junto a los jardines se encuentra el Museo Oceanográfico de Mónaco, un bonito edificio, tampoco entramos en él.
Pasado el oceanográfico se puede bajar por una escaleras, incluso creo que un ascensor, a unos jardines y un parking, ya a cota inferior.
Ya al fondo se vuelven a obtener vistas de Por Hercule y la ciudad.
La vuelta por el lado derecho también tenía vistas al puerto, y alguna que otra escultura más.
A las 12 en la plaza del palacio se realiza el cambio de guardia, apenas he visto ninguno y este no me pareció nada especial. Tampoco le vimos interés en ver al resto de la ciudad, que parece una ciudad moderna que en principio no nos atraía en exceso, no teíamos interés en ver el casino ni nos apasiona tanto la fórmula 1 como para ver el circuito.
Para ir a Mónaco cogeremos el autobús 600, nos dirigimos junto al Puerto Lympia, en la Rue Arson está la parada Arson Fodéré. Aún siendo domingo los autobuses circulan cada 20’, pasadas las 9 cogemos el primero que pasa, subimos y no veo sitio para validar con el móvil los tickets, me pide chequear un código QR, ya está el autobús en marcha e intento a ver si el conductor me ayuda pero me indica que no le moleste, al final hicimos el viaje sin validar los billetes, menos mal que tampoco esta vez pasó un revisor.
El trayecto junto a la costa es bonito. En Mónaco nos bajamos en la parada de la Plaza de Armas, hay otras dos o tres más después. El trayecto dura entre 45’ y 1 hora, dependiendo las paradas que tenga que hacer.

Desde allí ya subimos por la rampa peatonal de subida hasta la zona histórica, atravesando la Porte d’entrée au Rocher, allí mismo hay aseos públicos (en Mónaco son todos gratis). Esta zona está elevada con respecto a la zona del Puerto Hércules (Port Hercule) y según se sube ya se van obteniendo vistas del resto de la ciudad, construida en pendiente.



El primer sitio al que se accede es a la plaza de palacio (place du palais) donde se encuentra el palacio del Príncipe de Mónaco, al que unos minutos después vimos salir conduciendo su coche seguido de sus escoltas.




La plaza tiene mirador a dos lados, por uno de ellos se ve la ciudad del lado de Port Hercule y por el lado contrario sobre Port Fontvieille.



Desde la plaza salen varias calles, casi en paralelo, hacia el resto del casco histórico, que según va avanzando se va estrechando. Accediendo por el arco de la Rue Colonel Bellando de Castro llegamos al Palacio de Justicia y la catedral de Mónaco, a esta 2ª no se podía acceder porque la ciudad estaba inmersa en los preparativos del día nacional de Mónaco, el 19 de noviembre, o sea, dos días después.




Por los jardines de San Martín se puede dar un agradable paseo, es pequeño y se tarda poco en recorrer.






El jardín da al mar y también se ve la entrada a Port Fontvieille.

Junto a los jardines se encuentra el Museo Oceanográfico de Mónaco, un bonito edificio, tampoco entramos en él.

Pasado el oceanográfico se puede bajar por una escaleras, incluso creo que un ascensor, a unos jardines y un parking, ya a cota inferior.

Ya al fondo se vuelven a obtener vistas de Por Hercule y la ciudad.


La vuelta por el lado derecho también tenía vistas al puerto, y alguna que otra escultura más.


A las 12 en la plaza del palacio se realiza el cambio de guardia, apenas he visto ninguno y este no me pareció nada especial. Tampoco le vimos interés en ver al resto de la ciudad, que parece una ciudad moderna que en principio no nos atraía en exceso, no teíamos interés en ver el casino ni nos apasiona tanto la fórmula 1 como para ver el circuito.