Desde nuestro Bed&Breakfast llegamos al Refugio Sapienza en solo media hora, pero nos decepcionó un poco que desde ese punto no se ve la cima del volcán, solo se ven los crateres de alrededor, llamados Crateri Silvestri. Visitamos el crater pequeño qie está al lado y el otro que es un poco mas grande lo rodeamos por abajo en lugar de subir hasta arriba, porque hay una pendiente bastante grande con mucha arena que resbala y mi hijo tiene una lesión en la rodilla y no queríamos arriesgarnos a tener un accidente. Sinceramente, si no has estado nunca en un volcán es curioso, pero si has visitado el Teide o Lanzarote, esta zona del Refugio es similar, pero menos espectacular.

Desde aquí se ve a lo lejos Catania. Habiamos decidido no coger el teleférico, más que nada por el precio que para 4 ya es mucho, asi que fuimos bajando hacia la costa de nuevo, pero por el otro lado a donde habíamos subido, esta vez en dirección a Taormina. Al ir bajando volvimos a ver la cima y paramos para hacer algunas fotos.

El plan era visitar Taormina por la tarde y yo habia pensado comer en Zafferana Ennea, pero cuando pasamos por alli era como la 1 y todavia no teniamos hambre asi que decidimos seguir hacia Taormina. Cuando ya nos quedaba poco para llegar, pasamos por Naxos, que es como un pueblo de playa y decidimos parar a comer. Comimos en un restairante que tenia una terraza en una plaza y que estaba lleno de gente local. Pedimos parrillada de pescado y tambien fritura y mejillones y comimos de lujo. La verdad es que fue un acierto, porque en Taormina hay decenas de restaurantes, pero nos habría costado decidirnos por alguno y seguramente son mucho mas caros. Os pongo una foto de la parrillada, porque lo pedimos varios días y es un plato super completo, normalmente te ponen pez espada (no tiene nada que ver con el congelado que comemos en España, está mucho más tierno), un par de gambas y un calamar o algún otro pescado.

Yo tenia apuntado que lo mejor para visitar Taormina era aparcar en parking Lumbi, pero desde Naxos llegamos enseguida al parking Puerta Catania, que tiene varias plantas y cogiendo el ascensor sales ya en la parte de arriba del pueblo. Aqui comenzamos a recorrer este pueblo tan famoso, junto a hordas de ingleses, alemanes y todo tipo de turistas. Nos sorprendió que hubiera tanta gente, porque en el resto del viaja habia turistas, pero no tantos. Supongo que influyó que era domingo, pero creemos qie habia atracado un crucero o algo asi, porque habia muchisima gente mayor.

Entramos en la catedral, que es bastante bonita y en la que apenas habia gente, recorrimos la calle principal llena de tiendas de marcas de lujo y llegamos hasta el anfiteatro. Tuvimos suerte porque al ser el primer domingo de mes la entrada era gratis. El anfiteatro también nos decepcionó un poco, porque las gradas estaban cubiertas con maderas para algún espectáculo y deslucían un poco las ruinas y como veniamos de visitar las faldas del Etna, la vista del volcán tampoco nos parecio nada extraordinario.

Al bajar al pueblo, yo tenía apuntado que era típico tomar una granita en un sitio llamado Bam-bar, pero cuando llegamos había muchísima cola y pasamos de esperar. Y aquí nos salimos de la calle principal y encontramos un rincón super bonito con esta puerta tan fotogénica en el que no había nadie. Nunca me deja de sorprender lo borregos que somos a veces al viajar, que vamos todos en tropel por los mismos sitios y en cuanto te alejas un poco de repente estás en un rincón precioso sola. Supongo que algún día una influencer encontrará esta puerta, se hará viral y se formarán colas para hacerse una foto aquí.

Cuando llegamos a la plaza principal, donde está la catedral, nos tomamos una granita y un cannolo en el bar que está justo en la plaza. No recuerdo el precio, pero la verdad es que estaba buenísimo. Igual es porque vi la serie White Lotus y tenía Taormina idealizado, pero es lo que menos nos ha gustado del viaje, tal vez porque había demasiada gente, y realmente no nos ha parecido tan bonito. Cefalú nos pareció más bonito y Siracusa que visitamos al día siguiente también. Si repitiera el viaje, tal vez cambiaría este día de Etna y Taormina por Noto o Catania.
Desde Taormina teníamos que ir a Siracusa a dormir y según había visto yo en casa en Google Maps era hora y media, pero este día ya nos marcaba más de dos, por lo que cuesta salir de Taormina y el atasco que había en la autopista alrededor de Catania, creo que porque era domingo. El caso es que este tramo de viaje se nos hizo un poco pesado y cuando llegamos a Siracusa nos encontramos también con mucho atasco, muchísima gente por la calle y el puente que cruza a Ortigia cortado. Resulta que el equipo de Siracusa había ascendido de la categoría D a C (eso debe ser como tercera regional en España) y lo estaban celebrando por todo lo alto, como si hubieran ganado la liga. Había muchísima gente, el autobús con los jugadores y hasta fuegos artificiales. No pudimos cruzar a Ortigia, así que aparcamos en un parking cerca y cruzamos andando hasta nuestro Bed&Breakfast que estaba en todo el mogollón. Para cenar nos costró encontrar algo, porque estaba todo a tope, y comimos unas pizzas cerca del puerto.
El B&B de Ortigia se llamaba Le Nuvole y estaba en una de las callecitas estrechas de Ortigia. Nuestra habitación estaba en la planta baja y daba justo a la calle, un poco indiscreta, pero de noche no pasaba gente y tampoco oimos ruido. El desayuno lo sirven en una terraza arriba.