En la provincia gallega de Pontevedra, a orillas del Océano Atlántico, se encuentra la ciudad más meridional de las Rías Baixas: Vigo.
Este es mi nuevo destino en este viaje en la búsqueda del origen de mis ancestros españoles y franceses.
PORTO, que linda que sos!!! y los portugueses, tan amables y tranquilos. Una maravilla. Es temprano, las 8 de la mañana, y ya estoy en la impecable estación de trenes. El viaje será corto, llegaré a las 11. Debo adelantar el reloj una hora. España me espera.


Llegué en un viaje corto, el tren como en Portugal del primer mundo. Sin contratiempos, limpio, cómodo y muy económico.
Había reservado en un alojamiento que investigué, como en todos los lugares que fui, su nombre y dirección: Vigo Bay Apartments by Ohlala Homes, Avenida Barbón 42, muy recomendable y accesible, 44 Euros por día. Estaré desde el Domingo 16 al Jueves 20 de este lindo febrero europeo con temperaturas agradables.
La constante en este viaje, nadie me recibió ni despidió, uyy la tecnología, sin duda lentamente está reemplazando al humano. El código de acceso al edificio y al piso te permiten, a pesar de todo, despreocuparse del cuidado de las llaves en las salidas.
Otra linda sorpresa, un recibimiento con provisiones imprescindibles para el principio de la estadía. Son detalles que hacen que te amigues con lo impersonal de la llegada.
Después... las compras, por cierto muy económicas, el ticket marcó 11 euros. Cosas ricas que en Argentina paso de largo por el alto costo.
Supermercado Gadis… bueno, bonito y barato.
Me preparé un rico plato. Comida ligera y nutritiva sin cocinar.
Me fui a callejear por el centro histórico de Vigo y en una Oficina de Turismo me dieron folletos explicativos de este lugar de Galicia.
Su origen pesquero ha dejado un casco antiguo de fuerte sabor marinero, que contrasta con las modernas instalaciones de sus puertos deportivos. La gastronomía costera gallega, fundamentada en pescados y mariscos, es una maravilla.
El puerto de Vigo, uno de los puertos naturales mejores del mundo, dio origen a esta población rodeada de montañas. Todo ello ha contribuido a su desarrollo urbano , en el que se combina el caserío popular marinero, con importantes construcciones históricas y grandes avenidas.

Caminé por la Plaza de Pescadores y bajé hasta la Plaza do Barbés que aún conserva los antiguos edificios que dejan constancia de la historia marinera de la ciudad.
En este barrio de interés turístico histórico, se encuentran los soportales y balcones de la Plaza de la Constitución, calles pesqueras y casas blasonadas.
Es un entramado de pequeñas calles, donde las fachadas suelen tener miradores acristalados, se destaca una construcción neoclásica erigida sobre los restos de una iglesia gótica incendiada por el famoso pirata Drake.
El Vigo más actual está en un triángulo formado por la Puerta del Sol, Colón y Urzáiz. Aunque no es famoso por sus edificios, lo cierto es que algunas calles del centro son increíbles en cuanto a arquitectura se refiere y merece la pena caminar entre edificios que son de lo mejor que ver en Vigo.
Ir al puerto a ver la ría de Vigo e imaginarme a mi abuelo José Manuel García con sus jóvenes 23 años partir a lo que era en ese momento una aventura fue muy emocionante. Y en el mismo u otro barco Balbina Queimaliños, mi abuela de Redondela, con su hermana Carmen, partiendo hacia otra historia sin certezas y promesas.
Un viaje aventurero pero con empeño y trabajo. Mi abuelo y su herrería en el barrio de la Boca de Buenos Aires, le permitieron volver a su Vigo natal acompañado por mi abuela Balbina y sus tres hijos, entre ellos mi padre de sólo 2 años.
Un viaje de vuelta a Galicia, la visita a su terruño, las rías gallegas, la comida, los sabores y olores que tanta añoraba. Y la vuelta a la lejana Buenos Aires con sus hijos argentinos.
Los mariscos que se recolectan en las rías cercanas a Vigo no tienen competidores en cuanto a calidad, presencia y sabor que cualquier otro marisco del país. Es el plato estrella de este lugar.
El más popular son los mejillones, las vieiras, las almejas y por supuesto centollas y langostas.
También como en toda Galicia el pulpo preparado con papas cocidas, pimentón y aceite de oliva, frito es el plato protagonista de las cartas de los restaurantes más populares de este lugar.
Al final no probé este famoso plato, lo dejaré para otra vez.
Vigo también es montañoso así que tiene cuestas empinadas y cansadoras. Para solucionar trayectos difíciles se construyó una infraestructura terminada en febrero de 2024 que tiene un paseo de compras muy grande y la estación intermodal de trenes y autobuses.
Su altura es de 50 metros en la terraza y la torre de ascensores está rematada con un anillo visible desde diferentes puntos de la ciudad.
Son dos ascensores y una pasarela peatonal suspendida en forma de círculo con 90 metros de diámetro son espectaculares y la vista de Vigo es fantástica.
Fui dos veces, la verdad me fascinó su aspecto futurista.
Emprender un viaje a Vigo, situada en el noroeste de España, es una oportunidad para explorar una ciudad donde la historia resuena en las calles y donde la modernidad se codea con la tradición.
Gracias a su posición estratégica a lo largo de la escarpada costa, Vigo ha sido durante mucho tiempo una ciudad importante, desde sus raíces antiguas hasta su presente. Es un lugar donde el pasado está siempre presente y el futuro está lleno de posibilidades. Vigo no es sólo un destino, es una experiencia por descubrir, prometiendo aventuras que dejarán recuerdos duraderos.