El nombre de San Sebastián resuena mucho más allá de las fronteras españolas. Emblemática del País Vasco, la ciudad abraza el monte Urgull, el río Urumea y la majestuosa bahía de la Concha, en cuyo centro se alza el islote de Santa Clara. Viajar a San Sebastián es dejarse llevar por una efervescencia contagiosa.
La ciudad fue fundada originalmente como un pueblo de pescadores en el siglo XII. Se convirtió en un destino turístico popular de la realeza y la aristocracia española en el siglo XVI.
El asedio de San Sebastián en 1813 tuvo un profundo impacto en la historia de la ciudad y su desarrollo en el siglo XIX. Es un destino popular para la familia real española.
La ciudad tiene tres distritos principales, el Casco Antiguo, Gros y Amara.
El Casco antiguo lo recorrí varias veces, es un laberinto de calles angostas, edificios medievales y hermosas plazas. Tiene muchas de las atracciones turísticas más populares de la ciudad, como la Catedral gótica de San Vicente y la Plaza de la Constitución, antiguamente utilizada para corridas de toros y los balcones que antes albergaba a los espectadores, se han transformado en departamentos de hotel. La energía de la plaza aún resuena con su vibrante pasado.
El barrio Gross que es donde me alojé se encuentra al oeste del Casco Viejo al otro lado del río Urumea, hay muchos bares, restaurantes y tiendas.
Amara es un barrio residencial al norte del Casco Viejo y está la Universidad del País Vasco y el Estadio de Anoeta.
La Concha es la más grande y famosa de las tres playas de San Sebastián. Su playa en forma de medialuna, está considerada una de las más pintorescas de Europa.
Los pintxos y el txakoli (el aperitivo emblemático de la zona) invaden los mostradores de los numerosos bares y puestos del casco antiguo.
El euskera se habla en San Sebastián / Donostia, al igual que en toda la Comunidad Autónoma Vasca, las lenguas oficiales son el euskera y el castellano. Es el idioma vivo más antiguo y con más historia de Europa.
Gipuzkoa es el territorio que cuenta con el mayor número de personas bilingues, el 57,37% de las personas es vascoparlante. Gracias al sistema educativo el euskera no se está perdiendo.
El tren, el famoso AVIA, o también llamado tren bala tiene asientos amplios, un vagón-cafetería y todo el confort que te imaginas. Renfe es el operador ferroviario nacional con una red de trenes de larga distancia, regional y de cercanía.
El tren de velocidad no es económico, además si lo hubiera comprado con antelación el precio hubiera sido otro, pero me convenció el corto recorrido. De Santiago de Compostela a Madrid la distancia es aproximadamente de 600 kilómetros y tarda 3 horas.
Actualmente las personas que por diligencias van a Madrid en el día, prefieren tomar este tren Ave porque es más económico que el avión y evita las esperas, trámites y lejanías de los aeropuertos.
Esperé 1 hora en la Estación de Madrid ( increíble la cantidad de personas) y subí al tren que iba a San Sebastián, no era el tren rápido sino el regional y el horario de 4 horas de recorrido se extendió por desperfectos en el tren. Llegué una hora y media después pero como indicó el guarda podíamos pedir que nos devolvieran el importe del pasaje por el trastorno de no llegar a horario, así lo hice y me devolvieron 35 Euros.
Un viaje muy lindo con varios paisajes. Cuando sale de la costa gallega te asombra el verde de una Galicia rural, pero el tren es tan veloz para disfrutar de la naturaleza que debés esforzarte para apreciarla.
Me sorprendió en San Sebastián la poca presencia de hoteles pero, en cambio, hay pensiones y hostales. Mi elección fue Iparraguirre Gross Hotel cerca de la Estación de trenes y a diez minutos del casco viejo. Hermoso lugar, decoración con estilo y la habitación no engaña: amplia, con un gran ventanal, armario, caja fuerte, TV, wi fi y una cama muy cómoda. El baño sigue la misma línea con ducha, gel y champú líquido en sobres y jabón de mano.
Dependiendo de donde te alojes, puedes regresar caminando y seguir disfrutando de la belleza de esta ciudad que es relativamente pequeña y hay acceso a múltiples opciones de transporte público que conectan diferentes zonas de la ciudad.
Donostia (San Sebastián) con 186.000 habitantes, es una hermosa ciudad adosada al mar Cantábrico y en el Golfo de Vizcaya, impactante por su belleza, su gastronomía de primera clase desde los fantásticos pintxos y comidas deliciosas en restaurantes exclusivos.
Es un destino perfecto para unas vacaciones de playa, una gastronomía excepcional o una experiencia cultural.
Alrededor de la impresionante catedral y la playa de la Concha, se encuentran una gran cantidad de edificios emblemáticos que enriquecen el rico patrimonio de la ciudad.
Su cocina vasca está considerada una de las mejores del mundo.
Caminando por el casco viejo busqué la casa donde vivieron en el año 1869 mis bisabuelos vascos, Blas Vergara y María Magdalena Erostarbe, la calle Enbeltran 18 en el Piso 12, el domicilio exacto no lo encontré pero sí la calle que es una belleza.
En una calle paralela, muy cerquita estaba la Basílica Santa María del Coro de Donostia, una iglesia con diferentes estilos y con una construcción que duró un siglo, desde 1508 hasta 1606 por lo que tiene diferentes estilos: gótico, tardío, gótico vasco y barroco.
La recorrí y es deslumbrante, en su retablo principal está la imagen gótica más antigua de Guipuzcoa, la Virgen del Juncal. Esta imagen fue encontrada en los juncales que estaban cerca de la Iglesia, razón por la que la iglesia recibió ese nombre.
Está cerca de lo que fue un antiguo embarcadero romano y al lado pasa el camino de Santiago.
Allí se casaron Blas y Magdalena y cerquita formaron una familia.
Encontré un bar de tapas llamado Vergara, un sitio encantador con una atmósfera auténtica, realmente se respiraba el País Vasco, un local pequeño con pinchos fríos y calientes.
Un día de invierno primaveral en Donostia.





La historia de esta ciudad tan bonita sigue....Hasta la próxima!!!