
Nos levantamos a las 7. A las 7:40 bajamos a desayunar y a las 8:10 nos vamos rápido a tomar el autobús “corse rapide” a Siena. La entrada es por la calle Santa Caterina de Siena,17. En las mismas cocheras de los autobuses está la taquilla;como no sabemos si estaremos todo el día en Siena o podremos ir a San Gimignano cogemos cuatro billetes de ida que nos cuestan 7,10 euros por persona. Sale a las 8:50 y llega sobre las diez a la piazza Gramsci de Siena. Bastante más céntrico de lo que nos dejaría el tren.
El viaje es muy gratificante y más después de haber andado tanto por Florencia. Vemos el paisaje toscano y en la distancia,San Gimignano, sobre una pequeña colina con sus particulares torres; después otro pueblo muy pintoresco, Monterrigioni,rodeado de murallas . Parece que aquí no haya pasado el tiempo.
Llegamos a Siena; territorio hostil, enemigo desde siempre de los florentinos.La rivalidad entre Madrid y Barcelona no es nada comparada con la que hay todavía hoy entre Siena y Florencia. La primitiva rivalidad comercial de los siglos XII y XIII estalló en varios combates que desgastaron a ambas ciudades pero en el año 1.348 ocurrió un hecho que inclinó la balanza definitivamente hacia Florencia,la peste negra.La peste acabó con más de la mitad de la población sienesa y la ciudad no volvió a levantarse.
Siena según la leyenda fue fundada por los hijos de Remo; Aschio y Senio, que huyeron de su tio Rómulo tras haber matado éste a su padre (Remo).Es por eso que también hay una loba parecida a la de Roma en el escudo de Siena y la ves por todas partes. Siena también es la ciudad natal de Santa Catalina, patrona de Italia y en la ciudad está también el banco más antiguo del mundo” el Montepaschi”.
La ciudad se divide en 17 parroquias o contradas, cada una con su iglesia, su propio centro social, su museo y con el nombre de un ave o animal: pantera, gusano de seda, elefante,...excepto dos;la selva y otra que no recuerdo. Tenemos ganas de ver en primer lugar la famosísima piazza del Campo y allí nos dirigimos. Es espectacular, da sensación de grandeza, irregular con desnivel provocado por ser la parte más baja de los tres cerros que forman la ciudad antigua de Siena. Por la tarde, volveríamos a sentarnos y contemplarla mejor. Ahora vamos apresuradamente a visitar las cosas con horario;antes que nada y junto a la entrada del museo de la ópera nos compramos el bono acumulativo con el que entramos al museo de la ópera, la catedral, la cripta, Santa Maria della Scala, el baptisterio y el museo diocesano.

Primero entramos al Museo de la Opera del Duomo;este museo ocupa una nave lateral de la que tenía que ser brillante ampliación de la catedral sienesa. De dicha ampliación sólo vemos hoy en día esta nave lateral y el llamado "facciatone". Tiene varias salas en diferentes pisos y es muy bonito, se expone el original del rosetón que había en la fachada de la catedral ,mide más de seis metros de diámetro y se puso a buen recaudo por miedo a las bombas de la segunda guerra mundial. Representa la Última Cena, rodeada por cuarenta bustos con los cuatro evangelistas y los treinta y seis patriarcas y profetas. También está la“Madonna de los ojos grandes” o “La Maesta” de Duccio (s. XIV) que es la tabla que estaba antes en el altar de la catedral. Vemos también obras de pintura, escultura, orfebrería, miniaturas, tapices, ... procedentes en su mayor parte de la catedral. Al final de la visita,tienes la oportunidad de subir al ”facciatone” que es la proyectada fachada de la catedral nueva de Siena.
Después del museo, pasamos a la Catedral di Santa Maria dell’ Assumpta(de la Asunción) construida entre 1150 y 1376; ante ella se acaban los adjetivos.Preciosa, mucho más bonita que la de Florencia. Para acceder a ella, se suben trece escalones. La catedral está inacabada;cómo he explicado antes ,Siena era una ciudad comercial muy potente que rivalizaba con Florencia. Por este motivo,los sieneses estaban muy orgullosos de su catedral pero querían ampliarla.Los trabajos empezaron y de hecho, el facciatone es parte de la nueva catedral: la ampliación consistía en añadir en la parte sur una nave de 50 metros de largo y 30 metros de ancho. No se llevó a cabo por la epidemia de peste de 1348.
El interior de la catedral tiene el techo pintado de estrellas doradas. Un poco más abajo del techo y a manera de cenefa se observan 172 caras esculpidas de papas y emperadores del Sacro Imperio romano-germánico. El suelo es una maravilla; tiene 59 paneles de imágenes grabadas en mármol con una técnica llamada “graffitti” (no tiene nada que ver con el spray) hechos entre 1372 y 1547.No se puede ver todo (sólo se descubre en septiembre de cada año), pero nos ha impresionado muchísimo el grabado que trata de " la matanza de los inocentes" con varias tonalidades de blanco,negro y naranja. En otro de los paneles hay animales que representan ciudades de Italia: el conejo-Pisa, el león-Florencia, el caballo-Arezzo.

El púlpito de base octogonal, es de Nicola Pisano, de mármol de Carrara: está sostenido por nueve columnas y sus paneles representan la vida de Cristo. La capilla “Chigi” o capilla della Madonna del Voto está a la derecha: tanto la Virgen como el niño llevan coronas de oro y piedras preciosas. Parece la Virgen del Perpetuo Socorro y aquí es muy venerada.¿Qué decir de la sala donde está la biblioteca Piccolomini?Se encuentra en la nave izquierda de la catedral.El interior está cubierto con diez frescos preciosos de Bernardino di Betto apodado Pinturicchio realizados entre 1.502 y 1.507 donde el artista explica en diez imágenes los episodios más destacados de la vida de Pio II.Es una maravilla,con un colorido hermosísimo que cuesta describir con minuciosidad. El promotor fue el cardenal Francesco Todeschini Piccolomini, que la hizo para albergar los tesoros literarios de la familia,homenajeando a la par la memoria de su tio Enea Silvio Piccolomini, pontífice con el nombre de Pio II. La entrada a dicha biblioteca es una preciosísima fachada de mármol decorada con relieves clásicos del artista Lorenzo di Mariano. El campanario, gótico, a la derecha de la catedral está recubierto(como todo el edificio) de franjas de mármol blancas y negras y no es tan alto como la torre del Mangia. Es de los primeros años del s. XIV y tiene seis ventanas a cada lado, iniciándose en monóforas y acabando en hexáforas en la parte de arriba.
Después hemos ido a la cripta, muy interesante, sobre todo un fresco que estaba prácticamente intacto, de vivos colores. De allí al Baptisterio (1317-1325), que es muy diferente al de Florencia. Fue construido entre 1316 y 1325 por Camaino di Crescentino.Forma parte de la catedral: está construido bajo la prolongación del coro de la catedral, aunque se entra por otro lugar. Por dentro es más bajo. Tiene tres naves de bóvedas de ojiva y más esculturas.Presenta frescos del siglo XV de Benvenutto di Giovani,Pietro degli Oriogli y Lorenzo di Pietro. En el centro la pila bautismal(1.417-1.431) de mármol,bronce y esmaltes con una pila hexagonal que presenta en sus lados unas baldosas de bronce, obras de Giovanni di Torino,Donatello, Ghiberti y Jacobo della Quercia. De allí al hospital de Santa Maria della Scala, impresionante. Tiene salas pintadas con enormes frescos muy bonitos y cuidados. Destaca el fresco en el que aparecen niños subiendo al cielo,emocionante.A este museo no puedes entrar ni cámaras de fotos ni videos ,ni nada.
De allí al Museo Diocesano, junto a la iglesia de San Francesco;éste, tras ver tanto arte y de tanta calidad, no vale la pena y cuando regresamos a la Piazza del Campo; muy cerca aún de San Francesco, nos hemos detenido en la heladería Kopa Kabana en la Vía dei Rossi,52-54 y nos hemos tomado unos helados de tres bolas por sólo dos euros.
Después, vamos a la iglesia de Santa Catalina-nada de particular-: hay una entrada muy bonita con bustos de Papas que la han visitado y muy cerca, bajando por unas escaleras está la celda de la santa y magníficos oratorios, pero... ya está cerrada y volvemos al centro paseando por las calles empinadas. Había una banda tocando en medio de la plaza.Pasamos un buen rato escuchándolos. La plaza tiene pendiente en forma de abanico porque ahí se unen los tres cerros sobre las que se levanta la ciudad y es en esta plaza donde se celebran las carreras de caballo “el Palio delle contrade” (tradición de 1283) el 2 de julio y el 16 de agosto: el jinete y el caballo representan cada uno de los 17 distritos de la ciudad. Tiene un suelo de ladrillo en espiga subdividido en nueve partes que evocan el gobierno de los nueve(antiguo gobierno de la ciudad). En la parte de enfrente del Palazzo Público una fuente rectangular de mármol “la fuente Gaia” con muchos relieves, copias de originales, que ahora están en el Palacio Público, s. XIII- XIV . Dentro del Palacio, está el Museo Cívico, donde no entramos porque íbamos saturados y además, volveremos sin duda. Contemplamos también la torre del Mangia. Es el edificio de mayor altura de la Piazza del Campo. Era el antiguo campanario de Siena y lleva el nombre de su primer guardián y relojero “Giovanni Balduccio” que se comía o mangiava todos los beneficios.
A las 7:40 cogemos el bus de vuelta a Florencia al mismo precio que por la mañana; los billetes se compran en un subterráneo que hay enfrente de la parada de los buses. Esta vez no era corse rapide y paramos en el maldito Poggibonsi y en otros sitios. Llegamos sobre las nueve y cuarto y tras dar una vueltecilla para saludar a la catedral volvemos al hotel a descansar; empezamos a ir bastante cortos de gasolina.