Me levanto muy temprano pues la señora de la casa donde estoy me recomendó que esperara abajo en la sastrería sentadita en el sofá, vendrían a buscarme sobre las 8.30. Antes quiero ir a desayunar. He visto en la misma calle un café precioso. Aún no hay nadie. La que debe ser la dueña se afana limpiando con otra chica el mostrador y las mesas. Me siento en una especie de veranda porque allí si puedo fumar un cigarrillo. El café está buenísimo y las tostadas también. Pago 120 Bahts con gusto, el desayuno, el lugar y todo contribuye a empezar bien el día .
Pregunto a la chica del Walk In si ha venido alguien y me dice que no. Faltan 10 minutos para las 8.30. A las 9.00 todavía no ha venido nadie, me voy afuera donde ya empieza el ajetreo. Enfrente se ha puesto un puestecillo y los tailandeses van y vienen con su desayuno. En la casa de al lado me fijo que la señora ya ha montado su puesto donde hace zumos, la licuadora, las frutas, el agua... Le pido un zumo de piña con mango y está buenísimo, le pregunto si tiene café, me dice que no. Era por saberlo. La gente de la excursión sigue sin venir. Empiezo a pensar que quizás no he comprendido bien. Me avisa por teléfono la señora del Walk In y me dice que se retrasan pero que vienen. Pienso en un autobús recogiendo turistas de hotel en hotel. Aparecen a las 10.00, un minibus y tres hombres. Se disculpan, se presentan, uno es el mahout y se llama Tam, el me va a explicar todo lo relativo a elefantes, los otros dos son el cocinero y el chofer, no veo mas turistas. Me monto y empieza la aventura.
Primero paramos en un mercado de frutas para comprar la comida de Booloon, me entero de su nombre. Compran plátanos y caña de azúcar, hago algunas fotos.

La siguiente parada es en un mercado donde me dicen que compraran la comida para el día. Estupendo porque así veo como es un mercado donde compran tailandeses. Está como el otro en las afueras y lleno de puestos con diferentes artículos. Mientras ellos compran observo dándome una vuelta. Una pequeña tiendecilla con un señor muestra los sarongs de diferentes colores. Las telas son vistosas y de un algodón fuerte y de muy buena calidad. Por 200 Bahts compro uno que me servirá a lo largo del viaje para ir a la playa, para ponermelo sobre los hombros cuando refresca, en fin, para todo.
Me viene a buscar Tam y seguimos viaje. El lugar a donde vamos está bastante lejos lógicamente.
Durante todo el viaje Sawat Tasawang, me dice que le llame Stumpy que es mas fácil, habla y se ríen, podrían estar contando chises. El mas joven conduce, Tam va sentado detrás conmigo, habla poco pero escucha y participa con su risa. Aprovecho que Stumpy está tosiendo para decirle que si no sube la temperatura del aire acondicionado vamos a enfermar todos. Me mira incrédulo y me pregunta si tengo frío, le contesto que si y me hace caso. A lo largo de mi viaje tendré ocasión de comprobar que el personal, tanto tailandeses como turistas lleva el resfriado a cuestas y creo que es por culpa de los aires acondicionados.
Finalmente nos metemos por una pista y vemos los primeros elefantes. Los turistas acomodados en una especie de silla sobre sus lomos son "paseados". Veo carros de bueyes con otros turistas a bordo que también son "paseados" Miro a Tam y le digo que yo no quiero ir en una de esas sillas que quiero montar a pelo. Se le ilumina la cara y muy contento levanta su pulgar. Me sigue contando que el es mahout desde niño, que su padre y su abuelo también lo son. Continúa contándome cuanto come un elefante, que vida hace, su portentosa memoria, etc.

Booloon nos espera a la sombra de un árbol, un poco mas arriba una casa grande tipo cabaña. Afuera un lugar donde hacer fuego y una tosca mesa con bancos para sentarse. Tam echa un pantalón y una camisa encima de la mesa y me dice que me cambie. Como llevo unos pantalones y una camiseta le pregunto si es necesario. Mira taxativamente mi indumentaria y me dice que si.


Jugamos un rato con Booloon, le damos plátanos y caña de azucar, yo también. Una vez roto el hielo Booloon me persigue con su trompa en busca de mas plátanos, le encantan. Ahora viene lo siguiente. Tam le dice algo a Booloon y me dice a mi que no me mueva. Booloon se acerca y con su trompa me da un beso en la cara. Hemos roto el hielo...






Entremedias comí un rico Pad thai hecho por Sawat, fruta recien cortada y fresca, fui al baño en la cabaña, estaba limpio y tenía agua corriente. Por la tarde Tam me llevó a una cascada donde me llevaba la vida bañarme pero no llevaba el bikini. Tam me recomendó que me bañara vestida que no importaba. Estuvimos sentados allí un buen rato disfrutando de la selva, de sus ruídos de animales y viendo mariposas y libélulas que se acercaban a beber.
Cuando volvimos a Chiang Mai les agradecí por el fantástico día y por todo. Ellos contestaron que al contrario que yo era la mejor, que no me había quejado por la tardanza ni por ninguna otra cosa. Tam me había contado que tenía una casa en el medio de la selva que estaba acondicionando para gente que quisiera estar en contacto directo con la naturaleza, que la próxima vez estaba invitada, no tendría que pagar nada. En fin, que todos contentos nos despedimos hasta la próxima. Y seguimos en contacto a través de facebook. A quien le interese www.Elephant Home.org, www.NorthernExposuretailand.com el correo de Tam tam-adventure@hotmail.com, tel. 0873030793 de Stumpy sawat47@hotmail.com, tel. 0837660195 muy recomendables.
