Martes, 3 de Junio: Monasterio de Tatev y el Puente de Satanás
Amaneció con un tiempo gris, nubes bajas y sirimiri. Hoy ibamos a Tatev. Tras el desayuno pedí de nuevo a Khachik que llamase a Iovan, que vino al cabo de 4 nanosegundos. ¿El plan para hoy? Ir primero a coger el teleférico "Wings of Tatev", que me lleva directamente al monasterio. Hacer la visita pertinente y luego bajar haciendo una ruta de senderismo de 8 kms hasta el Puente de Satanás, donde me recogería Iovan al cabo de unas 3 horas.
Primero fuimos al supermercado a comprar algo de comida y de ahí en dirección al teleférico, a donde llegamos al cabo de media hora aproximadamente. "Wings of Tatev" es el teleférico más largo del mundo y que acorta bastante el trayecto convencional por carretera, más que todo porque la carretera a Tatev es larga, sinuosa y en mal estado. El billete que compré, que era de sólo ida me costó 3000 drams (unos 7€), ida y vuelta cuesta 4000 drams (8.5 € aproximadamente). El teleférico, construído por una empresa italiana e inaugurado en el año 2010, sale de la aldea de Halidzor y discurre por un espectacular trayecto durante 5,7 kms por encima del valle y cañón del río Vorotan. Pero el día no acompañaba y la visibilidad era reducida por las nubes. De hecho, cuando estábamos en la cabina del teleférico llovia intensamente
El Valle del Vorotan, visto desde el teléferico "Wings of Tatev"

En la cabina conocí a Luisa y Aki, una pareja de alemanes que están también de turisteo por la zona. Una de las primeras cosas que comentamos: el poco ambiente que tiene Goris a partir de las 6 de la tarde. A ellos también les sorprendió. Al cabo de 12 minutos llegamos al otro extremo del valle. A mano izquierda una de las torres del monasterio asoma por entre las ramas de los árboles:

El monasterio fue fundado por los obispos de Syunik, que construyeron la iglesia de San Pedro y San Pablo para albergar importantes reliquias. Esta iglesia tiene restos de frescos y algunos relieves. Al lado está la iglesia de San Gregorio el Iluminador, del siglo XIII y, sobre la entrada y de una manera inusual, está la iglesia de la Madre de Dios de planta cruciforme y cúpula cónica. El muro que rodea todo el conjunto es del siglo XVII y se puede andar sobre él. En el recinto monacal también había refectorio, cocinas y biblioteca. En su mejor momento, durante el siglo XIV este monasterio llegó a albergar hasta 600 monjes. San Grigor Tatevatsi (San Gregorio de Tatev) está enterrado aquí.
Monasterio de Tatev: La iglesia de San Pedro y San Pablo




Aki y Luisa volvían a Halidzor en teleférico pero yo había quedado con Iovan en tres horas en el Puente de Satanás. Así que, tras despedirme de ellos, comencé mi ruta de senderismo, aunque en realidad no sé si llamarla así porque lo que hay que hacer es seguir la carretera desde el monasterio, bajando por el monte hasta el puente natural que hay sobre el cañón del Vorotan. El recorrido es de 8 kms todo cuesta abajo. La carretera no es en realidad una carretera debido a su mal estado. No está asfaltada. Posiblemente lo estuvo en su día, pero hoy se encuentra en muy mal estado. El paisaje es, a pesar de las nubes, realmente bello.

Bajan algunos coches y furgonetas. Muchos conductores paran para preguntarme si quiero que me lleven a algún lado. A uno de ellos, que me habló en ruso, le entendí que me decía que me llevaba si quisiese hasta el "Satan Most" ("Puente de Satanás") y yo, con señas les daba a entender que no, que gracias, que quería caminar. Me llamó la atención lo amable que es la gente, aunque yo ya había leído que el auto-stop era muy común por aquí. Sólo que... yo no estaba haciendo auto-stop... Me paré para descansar y comer algo. Y proseguí mi camino hacia el puente. A medida que ibas bajando se podían apreciar mejor las vistas sobre el cañón del río Vorotan. Simplemente espectaculares.
El Cañón del Vorotan

Por fin llegué hasta el puente, que pasa por encima del paso más estrecho de la garganta del río Vorotan. Iovan y yo nos dimos una vuelta para ver el paso. Impresionante con el río ahí abajo erosionando rocas. Es un puente natural. Hay un caminillo que lleva hasta la parte de abajo pasando por distintas rocas con formas variadas por la erosión. En la parte de abajo hay un sitio donde la gente se baña. Pero como hoy hace un tiempo que no invita a bañarse, pues no hay nadie.
El Puente de Satanás


Tras dar una vuelta por entre las rocas, volvimos al Lada y comenzamos el camino de regreso a Goris, donde llegamos al cabo de 45 minutos. El tiempo justo para darme una duchita y estar preparado para la cena, pues había acordado en cenar a las 7.30, pues Khachik me dijo que también servían cenas para huéspedes. Era la mejor opción. Y cené muy bien: Una especie de patatas en salsa verde, pero que incluía pollo y arroz aparte a modo de acompañamiento. Y de postre yoghourt o fruta. Muy bien. Cuando estaba cenando llegaron unos viajeros franceses. Estuvimos hablando un ratillo pero después me fui a dormir. Al día siguiente regresaba a Yerevan por la mañana. Mi estancia en Goris se acercaba a su fin.