Domingo, 1 de Junio: A Goris (Գորիս) en marshrutka
Acordé con recepción del hotel la hora en que el taxi me iba a venir a recoger, después del desayuno, para llevarme a la estación de David Sassoon, que estación de tren y de buses, donde coger una marshrutka que me llevase a Goris (Գորիս), en la provincia de Syunik, al Sureste de Armenia, no lejos de Nagorno Karabagh. El día era soleado. El taxi llegó puntual y atravesamos el centro de la ciudad para llegar a la estación... si es que a semejante sitio se le puede llamar estación. Mas bien diría que es una explanada con muchos agujeros en el suelo, en la que había varias marshrutkas ahí aparcadas.
El taxista, muy majo, tiene algún tipo de acuerdo con el hotel en el que he estado, porque es el mismo que me recogió del aeropuerto y le he visto un par de veces merodeando por el Bed & Breakfast. Digo que es muy majo porque me ayudó a identificar cuál es la marshrutka que tenía que coger: Es la que va en dirección a Kapan, al sur del país, pero que pasa por Goris. Habló con un tipo que allí había, me llamó y me dijo: "Esta es". El tipo que estaba con el taxista me dijo en inglés "Son 3500 drams" (unos 7 €). Le pague. El taxista me dijo (con un gesto, claro, pues sólo hablaba armenio): "Siéntate en este sitio que es bueno, al lado de la puerta", pero el señor que me cobró me dijo: "No. Mejor que vayas atrás". A sus órdenes. Entré, me senté, eché una mirada a lo que tenía delante de mí, y fue entonces cuando me pregunté: "¿Pero qué diablos hago yo aquí?"
Estaba entrando en lo que yo llamaría "la Armenia Profunda". Ese vehículo en España no pasa la revisión ni en broma. Una cosa estaba clara: No me iba a aburrir. El vehiculo tenía su miga... O más bien diría que estaba hecho migas. Esto es destartale... Comienza la aventura.
Todavía no habíamos salido. La marshrutka se estaba llenando, así que decidí que tenía que hacer una foto para tener una evidencia de dónde iba a ir. Parecíamos "aquellos chalados en un viejo cacharro". Saco la cámara, encuadro, enfoco y veo una cabeza que se me cuela por la esquina de abajo a la derecha, estirando el cuello ¡¡ Madre mía: Ni E.T. !! Era un chaval de unos 15 o 16 años, que no había despegado la mirada de mi persona desde que entré. Yo moví un poco la cámara para que no entrase en la foto, pero el tío ahí estaba siguiéndome, haciendo todo lo posible por aparecer en la foto. Esto de chupar cámara es todo un arte. Y este chaval era todo un maestro. Ni Jesús Hermida en sus mejores tiempos lo hubiese hecho mejor. Al final me dije: "Paso. Que salga en la foto y ya está". Y aquí está:
La super-marshrutka:

El minibus se llena de gente. Arrancamos. El chaval le pregunta al señor que va junto a mí atrás del todo a ver si le cambia de sitio, a lo cual dice que sí. Ya tengo al chaval junto a mí. En seguida se me puso a hablar. En armenio, claro. Me pregunta: "Russkie?". "-Niet. No Russkie. Only English and Spanish". Me suelta una parrafada de la que no me entero de nada. Le hago un gesto como diciendo "¡Sorry. I don't understand". Se recuesta con un almohadón que hay junto a la venta, cierra los ojos y emplieza a dormir... Creo... porque al cabo de 5 minutos el conductor para el vehículo... Alguien en un coche le espera en el arcén junto a un cruce. Le pasan un paquete, que mete en la parte de atrás. Este incidente, por supuesto, hace que el chaval que está a mi lado se despierte, estire la cabeza para mirar a ver qué pasa. No pierde detalle.
Al cabo de otros 10 minutos otro coche esperando con un paquete. La misma operación. Vamos saliendo de la ciudad yendo en dirección Khor Virap. Al cabo de un rato veo que en la carretera, que es de un carril a cada lado, justo en medio, pisando la linea continua hay un coche rojo parado que parece que quiere cambiar de dirección. Detrás de él hay unos 7 u 8 coches haciendo cola esperando a que haga la maniobra para proseguir. Para amenizar la espera interpretan con sus bocinas una bonita melodía con una harmonía un tanto cacofónica a modo de coro automovilístico. Finalmente el coche rojo consigue cambiar de sentido, aparca en el arcén detrás de nosotros... ¡Un momento! ¿He dicho "nosotros"? ¡Anda, si hemos parado! Y nuestro conductor ha salido otra vez del minibus para abrir la puerta de atrás. Es entonces cuando veo que del coche rojo sale una chavala con ropa ajustada con andares de tigresa y paquetito en la mano que se lo da a nuestro conductor, que lo mete atrás. Por la ventana veo que la chavala regresa a su coche caminando cadenciosamente. Me recuerda a la chica esa del anuncio de colonia que que salía de un coche y decía "¡¡ Busco a Jacques !!".
Emprendemos de nuevo el viaje. La carretera tiene mil agujeros. La marshrutka no perdona: hace que los sientas todos y además el conductor le pisa bien. Las carreteras son malas. Apenas hay autovías. Pero lo peor es cómo conducen. Vayamos por partes:
- La línea continua, como etimológicamente indica su nombre ("Con-tinua") sirve para hacer adorno, para dividir la carretera en dos partes y para pasar olímpicamente de ella, porque todo el mundo la pisa. Y les da igual que haya curva o cambio de rasante.
- Los arcenes son la parte de la carretera en la cual todo vale: Para poner un puestillo de frutas, de verduras, de pescado, para vender flores, para aparcar o para permitir un adelantamiento.
- Los adelantamientos son un canto al amor al riesgo: Cualquier lugar es bueno para adelantar, incluyendo sitios de reducida visibilidad como cambios de rasante o curvas cerradas. No importa. Y si viene un coche de frente, tranqui, que no pasa nada porque en el preciso momentos en que parece que nos la pegamos se da el fenómeno del "apuchurre": En medio de la maniobra de adelantamiento, cuando viene un coche de frente, el coche adelantado se "apuchurra" hacia su derecha, invadiendo el arcén en pleno. El coche que viene de frente hace lo mismo apuchurrándose hacia su respectiva derecha y -¡oh, milagro milagroso de San Cristóbal y de la Diosa Circulación, o de los dos juntos- se crea espacio entre ambos coches para que podamos adelantar sin problemas por el mero hecho de que "¡¡¡Donde caben dos, caben tres!!!".
Por las carreteras de Armenia

Continuamos con nuestro trayecto y tras un par de paradas más para coger más paquetitos de coches aparcados aquí, allá y acullá, a la salida de Yeghenadzor, a mitad de trayecto, hacemos una parada en un bar de carretera para comer y estirar las piernas. El quinceañero que está junto a mí, con el que he tenido una animada e interesante conversación en la marshurtka durante una hora en la que no nos hemos enterado de nada se ofrece para ayudarme a pedir. El chaval se llama Nver, a todo esto. Entramos en el bar, que no es precisamente glamouroso, si no más bien pelín desvencijado. En el mostrador del bar hay un par de bandejas tapadas con bocadillos para comer. Yo le señalo a Nver con el dedo uno elegido al azar: "Este". El pide otro bocata y nos tomamos unos refrescos para acompañar. La tele está puesta con videos de música.
El bocata: ¿De qué era el bocata? Pues era de "algo". De "cosa". Yo diría que es de "M.O.C.N.I": "Minúsculo Objeto Comestible No Identificado". Iba a abrirlo para comprobar su contenido, pero previamente miré a mi alrededor y me di cuenta de que me miraban. Me sentía observado. Aquí, en medio de la nada caucásica no están acostumbrados a ver gente de fuera y te miran. Así que decidí no abrirlo. Come y calla. Y eso hice. No me supo a nada. Ni lo noté. El contenido era tan insignificante... Fundamentalmente lo que comí fue pan. Pero no me hizo daño, ni me puso enfermo, ni me morí ni nada parecido.
En el bar se nos sentaron al lado las dos chicas que viajaban en la parte delantera de la marshurtka, de unos 30 años (las chicas, no la marshurtka. La marshurtka tenía 30 lustros). Y comenzaron a hablarme. Hablaban ingleś, lo que pasaba es que durante el viaje, como ellas iban sentadas en la parte más delantera y yo iba atrás del todo, en el "ahi-te-pudras", pues no teníamos ocasión de hablar.
Otra de las actividades que hice hasta entonces para pasar el rato durante el viaje fue contar baches. Como quien cuenta ovejitas para dormir... Hasta entonces llevaba contados 135.648.228.678.844.684 baches. Ni uno más, ni uno menos. Gracias a los amortiguadores de oro de la super-marshrutka en la que íbamos los noté todos. No se me escapó ni uno. En el bar pregunté por el baño y me indican una caseta que hay fuera. Voy para allá y... "Oh, Cielos... Huele que alimenta en el paraíso de las moscas" ¿Qué digo? Ahí, hasta las moscas pedían misericordia... El estado del baño era tal que decidí que era más higiénico orinar discretamente en un descampado al aire libre entre arbustos que había por ahí.
Al lado vi que, en la carretera había un bache inmenso, gigantesco, profundísimo. Y, cuando ví que no pasaban coches, me acerqué para echar una mirada con la esperanza de que quizá en el fondo hubiese un ánfora del neolítico o algo por el estilo... Si Vladimir Putin encontró un tesoro en las profundidades abisales del Mar Negro durante sus vacaciones ¿porqué no voy a encontrar yo un ánfora de Neolitico en lo más profundo de un bache de carretera armenio en las mías? Pero no... No hubo suerte
Regresamos a la "Super-Marshrutka-Mega-De-Luxe-Te-Lo-Juro-Por-Snoopy" para emprender la segunda mitad del viaje. Yo, animado por la música que nos pone nuestro conductor -Oi "Maria, Maria" de Carlos Santana- le comento a Nver que la canción es en español. Nos ponemos a hablar (o así) de música. Nver toca el duduk, que es un instrumento de viento-madera grave, con una lengüeta doble grande, hecha de madera de albaricoque, muy típico de la música folklorika armenia. Yo a base de gestos le digo que estudie piano pero que ahora con el piano soy la cosa más torpe que se puede imaginar pues llevo años sin tocar. Para comunicarnos también hice uso del vocabulario que viene en la guia de viaje. Nver me invito a ir a Kapan y me dijo que me diese una vuelta por allá, que se come muy bien -barbeque, me dijo, de cordero y de ternera-. Me dio su número y todo... pero le dije que en principio iba a Goris. Kapan me venia bastante a desmano pues está casi en la frontera con Irán.
Hicimos otra parada para estirar las piernas. Esta antes de llegar a Goris. Había un pequeño mirador con una especie de "monumento".
Goris, vista desde el mirador "con monumento"

Le pedí a una de las chicas que hablaban inglés que nos hiciese una foto con mi cámara a Nver y a mí... Si antes he mencionado el viejo anuncio de colonia "Jacques", ahora me vino otro anuncio tambien de colonia que había en esa época que decía:
- "Cuando un desconocido te regala flores... Eso es "Impulso". - Pues bien: con el tema de las fotografías yo diría:
- "Cuando un desconocido te hace una foto... Eso es "Atropello".
Porque las fotos hechas por desconocidos, el 99% de las veces consisten en auténticos atropellos a la fotografía. Esta que nos hizo la chica -¡¡¡ Maaaadre Míaaa !!!- no hay por donde cogerla: Mal encuadrada con un cielo enorme. Nosotros abajo. Yo, además, no sé como muevo la cabeza y me saca de perfil (que yo de perfl pierdo muchísimo...) y con una cara rarísima. En fin: Un desastre. Esta foto va directa al album de las fotos feas, que es un album que -por definición y contenido- recoge y compila aquellas fotos en las que la gente sale hecha un adefesio. En fin, que es espantoso... pero altamente terapéutico: Cuando lo abres de cuando en cuando te partes de risa viendo lo que hay ahí.
Subimos de nuevo al minibus. Quedaban ya pocos kilómetros para llegar. Pregunté "¿Es esto Goris?" -"Sí". Pues entonces me tengo que bajar. Nver entonces sacó el movil y llamó al conductor de la marshrutka. Eran todos de Kapan y se conocían. El vehículo se detuvo en lo que se suponía que era la parada de marshrutkas. Otro señor se bajo y me dijo que estábamos en la calle Syunik. Le pregunté por el Bed & Breakfast de Khachik Mirakyan, pero o no me entendió o no lo sabía. Por el mapa que tenía sabía que el lugar estaba en la Calle Syunik, asi que me puse a caminar. Vi entonces que había en la calle una academia de baile con un cartel en la puerta que ponía "Flamenco" y dos chicas en la puerta de charla. Les pregunté por el Khachik y no respondieron. Me miraron con cara rara. Entonces pensé "Si enseñan flamenco quizá suene la flauta y hablen algo de español". Así que les pregunté en español. Se miraron la una a la otra como diciendo "Este tío no está bien" entraron y cerraron la puerta como con miedo.
Un taxi pasó y al verme con pinta de guiri perdido con la maleta, paró y me preguntó:
-"¿A dónde te diriges, forastero?".
Decidí que era lo más cómodo y fácil ir en taxi. Le di la dirección. El taxista preguntó a otro y allá me llevó. No estaba muy lejos. 500 drams (menos de 1€). Me dejó no sin antes darme su número de teléfono por si quería hacer alguna excursión. Le dije que lo pensaría. Todo esto en armenio (él), por señas (yo).
Khachik es un tío de unos 50 años pequeño y sonriente. Me dío la bienvenida y me enseñó la habitación, que no era muy grande pero estaba bien. Muy limpio. Me dí una ducha y me fui a la sala-comedor que hay donde los viajeros se encuentran. Todavia eran las 2 de la tarde y tenía tiempo de hacer alguna excursión por la zona. Así que le dije que llamase al taxista y me dijese cuánto me cobraría por ir a Zorats Karer y la Cascada Shaki, ambas cerca de Sisian, a unos 35 kms de Goris. 8000 drams (unos 15€). Perfecto. Pero le pedí que primero me llevase a algun sitio donde sirviesen comida porque no tuve lunch prácticamente. El taxista llegó, me llevó a un sitio en Goris donde me prepararon un kebab bastante bueno y emprendimos viaje en dirección a Sisian.
Iovan, que es como se llamaba el taxista, conducía su Lada "último modelo" (esto es: de 1983 aproximadamente) "alla armenia". Por lo general sólo utilizaba una mano. La otra la tenía normalmente ocupada con el móvil, con un cigarrillo (en Armenia se fuma muchísimo) o enredándose en la nariz. Es un tio de unos cuarenta y tantos años un poco rústico, pero parecía buena gente. Frenó: La carretera estaba ocupada completamente por un rebaño ¿Qué hacer? Ningún problema: Se adelanta por el arcén, incluso pisando un poco el campo, ya fuera de la carretera. Luego comprobé que esto iba a ocurrir unas cuantas veces. Se ve que tiene práctica. Me parece alucinante que se utilice esta carretera para llevar el ganado. Es la carretera principal para ir a Nagorno Karabagh e Irán. Tiene bastante tráfico.
Zorats Karer - Զորաց Քարեր.- También conocido como "Karahunj" (Քարահունջ և Քարենիշ). Está cerca de la localidad de Sisian a unos 4 kms. Vimos un cartel con el nombre correspondiente. En un momento dado Iovan paró y me lo señaló. Había un camino para ir. El me esperó en el coche.
Zorats Karer es un sitio bastante asombroso. Lo llaman "El Stonenhenge armenio", pero existen muchas teorías sobre el lugar. Inicialmente se pensó que era el observatorio astronómico más antiguo del mundo. Incluso más que Stonehenge. Está situado en un promontorio y consiste en un conjunto megalítico de más de 200 piedras dispuestas de una manera determinada en varios círculos o agrupaciones con algunos punto de intersección. Lo más curioso es que una tercera parte de estas piedras tienen una perforación en la parte superior. Algunos dicen que estos agujeros están alineados entre sí. Aunque a principios del siglo XXI se hizo un nuevo estudio llevado a cabo por la Universidad de Münich y dice que la teoría del observatorio astronómico no es más que una conjetura. Sólo hay evidencia de que ha sido un lugar de enterramientos entre las Edades de Bronce y Hierro y que no hay ningún tipo de constatación de que las perforaciones de las piedras se hubiesen hecho en el 6000 antes de Cristo, ni siquiera en las Edades de Bronce y Hierro.
El taxista paró y me señaló donde estaba. Había un cartel en la carretera que ponía "Zorats Karer" Se podía ver que había un conjunto de piedras agrupadas. Fui hacia allá. Algunas estaban perforadas y vi que algunas tenían incisiones, lo cual me sorprendió. Me parecieron muy "elaboradas". Yo había visto fotos de piedras más toscas y oscuras, como de basalto. Miré por un lado y por el otro. Me parecían pocas piedras aunque luego había otras más pero que no tenían nada de particular. Me resultó raro. No había paneles ni indicaciones. Eché en falta un guía turístico. Es lo malo que tiene viajar por tu cuenta... que a veces no te enteras... Me adentré más hacia el campo, alejándome de la carretera y me dí una vuelta por la zona pero no ví nada más. Empezaba a llover. No procedía hacer exploraciones yo solo en medio de la nada y bajo la lluvia así que volví al coche. Tuve la impresión de que me había perdido algo.
El "falso" Zorats Karer. Por el camino de atrás se va al verdadero Zorats Karer

Una vez de vuelta y desde casa consultando las imágenes de satélite de Google Maps (en los mapas en sí no se ve) comprobé cuál fue mi error: En primer lugar, fuí víctima del hecho de que Iovan no estaba familiarizado con la zona de de Sisian (que, por cierto, tampoco está tan lejos de Goris... pero bueno...). Lo que yo ví estaba cerca de la carretera y me adentré campo a través... en dirección opuesta a Zorats Karer. Debería haber cruzado la carretera y coger el camino andando (el que se ve en la foto, saliendo de la carretera) en la otra dirección. Esto lo digo aquí para que cualquier otro viajero no cometa el mismo error que yo. Además, posteriormente leí que en esta zona hay varios sitios con enterramientos de este tipo, aunque más pequeño y que en la provincia de Syunik hay varios lugares llamados "Karahunj", así que a los lugareños es mejor hablarles de "Zorats Karer". Como una imagen vale más que mil palabras, dejo una foto del mapa-satélite de google maps con explicaciones de cómo encontrar Zorats Karer:


Empezaba a caer una buena. Comenzamos a dirigirnos en dirección a Shaki (Շաքիի ջրվեժ), donde está la mayor cascada de Armenia. Me parece que Iovan tampoco conocía mucho la zona porque para encontrar el lugar tuvo que preguntar nada menos que a cuatro personas distintas. Vimos el pueblo de Shaki Pasado ya el pueblo se adentra uno por un valle junto a un rio realmente bonito. Por el camino venían una señora de unos 60 años con un chico de unos 30 que nos hicieron una señal para que parasemos. Nos dijeron que la cascada estaba cerrada y que teniamos que ir a una caseta que había más atrás para que la abriesen. El chico hablaba un poco de inglés. Le dije que estaba alucinado: "¿La cascada se abre y se cierra?" Y me dijo "Sí. Al parecer hay una presa más arriba y la abren y la cierran según los visitantes que haya. Al final nos juntamos un grupo de unos 10 o 12. Fuimos a la caseta y nos comunicaron que fuesemos allá que en 10 minutos la abrirían. Allí fuimos.Llegamos. La cascada estaba un poco escasa. Un par de chorrotadas y ya está. Eso sí: El sitio es precioso. Es parte del valle y -posteriormente- cañón del rio Vorotan. Esperamos. Nada. Ahí no caía más agua. Comenzó a llover de nuevo. Yo regresé al taxi. Cada vez llovía más. Llegué y emprendimos el camino de vuelta.
El río Vorotan, cerca de la Cascada Shaki



El regreso a Goris fue bajo un diluvio. No se veía nada. Y eso que era de día todavía. Al fin llegamos por fin al Bed & Breakfast de Goris -que parece más una casa rural- a eso de las 7. Fue una tarde un poco decepcionante.
A eso de las 8.30 paró de llover y decidí ir al pueblo y cenar algo por allí. Al salir Karinna, la mujer de Khachik se sorprendió de que saliese. Ya era de noche. Comencé a andar. La calle estaba poco iluminada, pero decidí seguir hasta el siguiente cruce para dirigirme al centro del pueblo torciendo hacia la derecha. Las otras calles también estaban muy poco iluminadas. Estaba todo muy oscuro y lo peor de todo es que tanto la acera como la carretera están llenos de agujeros y baches. Este pueblo pide a gritos obras de mantenimiento. No había ni un alma por la calle. Tanto era así que pensé: "Esto no tiene sentido. Estoy caminando solo completamente a oscuras por un pueblo vacío y lleno de baches. Me voy a descalabrar. Lo mejor es volver al Bed & Breakfast y picar algo de la comida que hay en el comedor de ahí". Y eso hice. En el comedor tienes a tu disposición te, café, galletas y alguna cosilla más. Poca cosa. Pero tampoco tenía hambre. Estuve intentando mandar algunos mensajes por Whatsapp y comprobé que la conexión, al igual que la del hotel de Yerevan no era muy allá. Las conexiones a internet en Armenia no son muy buenas. En fin, que estaba claro que en este día todo se me torcía un poco, así que lo mejor era irse a dormir. Mañana será otro día.