TRONDHEIM META DE PEREGRINOS
Noruega significa "Camino del norte". Con su catedral de Nidaros, Trondheim culmina una senda de peregrinos que parte de Oslo. Qué buen lugar para comenzar o coronar un viaje a Noruega ¿No merece una visita? Pues hay que espabilar. Y tener un poco de suerte. Es un inconveniente de los cruceros que me da rabia: con frecuencia te escatiman bien la primera, bien la última escala.
La estrategia
¿Qué hice yo? Procuré un vuelo de los primeros. En el mostrador de embarque pedí a la azafata que nos situase cerca de la salida. (funcionó y en un Boeing 747-400 esto no es poca ventaja) Al salir anduvimos ágiles y subimos al primer autobús del aeropuerto a la terminal del puerto. Llevábamos la documentación a mano y la hoja de crédito a bordo rellena (La puedes imprimir al hacer el check-in en casa y también la facilitan en el avión). Íbamos ligeros de equipaje de mano así que, terminado el trámite, salimos a ver la ciudad sin pasar por el barco -esto debe ser poco habitual, nos facilitaron la "huída" a través de una especie de zona de cocinas- mientras empezaban a formarse las colas. El célebre zumo lo tomamos ya camino del centro.
La salida del puerto la llevaba algo estudiada pero no es difícil. Hay que tener en cuenta que la terminal de cruceros está en lo que prácticamente es una isla (Noruega es así) surcada -además- por las vías del tren, y tomar un camino que salve todos los obstáculos y desemboque en alguno de los puentes que la comunican con el centro-ciudad. Este que te enseño aquí con algo más de detalle, aunque Google no lo muestra aun, es el más directo y está operativo gracias a un puente elevado sobre la red ferroviaria. (Palabra de bruja):

Así y todo, hay que tener suerte. Otros compañeros sufrieron retrasos importantes en su vuelo y, frente a eso, todas las precauciones y todo el Google Map se estrellan. Por uno que no quede y si luego no toca, no toca. Otras cosas se darán.
Bruji-Consejo: si hay cola para el Check-in y cuentas con al menos dos horas para la hora de zarpar ve a visitar Trondheim. Cerca del "Todos a bordo" estará más despejada. Pregunta hasta qué hora estarán los mostradores en funcionamiento y márcate un margen de tranquilidad de media hora. Al final facturarás tan ricamente junto con los que vuelven de la excursión con Pullmantur.
Visita "Trondheim Express":
A partir de hora y media puede hacerse muy bien. Ya la cosa va en ritmos y formas de ser pero yo en una hora también me atrevería (claro que yo voy en escoba

A la entrada a la terminal de cruceros unas señoritas de Turismo entregan unos planos muy manejables de los que yo he escaneado uno para ti.

En ellos hay distintos recorridos marcados en colores. El azul me parece un buen paseo circular para el caso. (¿Lo aprecias bien? Se solapa en parte con el rojo) Aconsejo hacerlo en sentido anti-ihorario ¿Por qué? Son Bruji-detalles pero llegando desde la plaza Torvet (o Plaza del Mercado) por la Munkegata se tiene una bonita perspectiva de la catedral con su aguja. ¡La catedral gótica más boreal! Eso se me ha colado porque me gustó el dato pero no me extenderé en historia del templo y de la ciudad. (Y no por falta de ganas) Hay estupendas webs para eso y mis compañeros zarpan pronto así que me tengo que darme vidilla e ir a lo práctico, lo que no te contará la Wikipedia.
¿Tenemos el plano a la vista? ¿Está claro lo del sentido anti-horario? Nodre Gate-Torvet-Munkegata. Vistazo a la sobria residencia real Stiftsgården (nº 3 en el mapa). Vuelta a la Catedral admirando su fachada de poniente (hacia la derecha para los de tierra adentro



La ruta va remontando a continuación la orilla opuesta del canal. Allí me llamó la atención una antigua zona industrial reconvertida en alegres terrazas, incluyendo el bar de tapas "San Sebastián". ¡Vaya tiempo, eh

Desde aquí volvemos a cruzar el canal y regreso al barco.
Me gustó Trondheim. Tal vez fuera el cosquilleo de comenzar viaje, mi primer contacto con Noruega, el día tan luminoso con los locales disfrutando en las terrazas...Si puedes, a por ella. Hay un momento para cada cosa y de barco vas a tener tiempo de "jartarte".
Todos a bordo. Simulacro, cena y encuentro.
Ya en el barco, toca el simulacro de emergencia. Hay que acudir. Estar de vacaciones no nos debe volver inconscientes y somos centenares de personas a bordo compartiendo un espacio relativamente pequeño y...flotante. Básicamente te familiariza con el chaleco salva-vidas y con el camino a tu punto de encuentro y mejor conocerlos en una situación calmada ¿No?.
La cena de la primera noche es libre, sin asignación de mesa. Puedes elegir entre el restaurante Miramar (cubiertas 4 y 5) y el Buffet Panorama (cubierta 10).
Y llegó el momento del relax. Arigimira se plantó, muy flamenca ella, en un rincón de El Embarcadero y allí nos fuimos congregando unas decenas de viajeros, algunos habían preparado chapas, etiquetas, alguna credencial en toda regla...el esfuerzo de acudir tuvo su mérito pues el día había sido movido para todos.
Lo que es la inexperiencia. Había fijado el embarcadero como punto de encuentro porque es lo que más me sonaba pero al comenzar las actuaciones en directo allí estábamos de más y migramos a la discoteca. Es inevitable que un grupo grande meta un poco de jaleo. Consejo para los próximos viajeros en embarcar: Citaos en el Salón Rendez-vous o bien en el bar del Casino, que tienen algún espacio grande y donde no suele haber actuaciones.
Cita con la luz.
Sugerencia de parte de un ser amante de la luz y sus matices: Si tu viaje transcurre próximo al solsticio y el tiempo está despejado no te pierdas el atardecer...ni el amanecer...que vinieron a ser lo mismo. Pertréchate en la discoteca de la cubierta 10 con unos mojitos y buena compañía. Y al despuntar el alba, sal a cubierta. Respira. No digas nada...

Aquel día de San Argimiro el sol se puso a medianoche para reaparecer hacia las tres de la mañana (cuatro mojitos después) y el horizonte permaneció encendido todo ese tiempo. Es ahora. Más adelante las paredes del fiordo ocultarán ese espectáculo (Ofreciendo otros, desde luego).