Después de acostarme ayer a las 2:30 a.m., hoy me he levantado para las 8:00 a.m. Vamos, que toca aprovechar las vacaciones al máximo.
Tras desayunar con la torta del inglés que les compré ayer en Carmona, me he acercado a Plaza de armas, pues iba a utilizar por primera vez el servicio de BLABLACAR. El chico que me venía a buscar se ha retrasado 15' aproximadamente, pero por lo demás sin problemas. Además de no tener que alejarme hasta la estación de Prado de San Sebastián a coger el autobús, he conseguido ahorrar dinero y hacer las dos horas de trayecto entretenido. El autobús cuesta unos 13€ y con kike he pagado 7€.
Me ha dejado, por petición mía, en el paseo marítimo de Cádiz, a unos dos kilómetros andando de la zona más alejada y turística.
El paseo marítimo son como unos cuatro kilómetros al rededor del mar, realmente bonitos. El día, asimismo, acompañaba y lo hacía más agradable.
Antes de acceder a la parte más turística he aprovechado para llenar la panza un poco y tomar un amaiketako en una tasca que he visto abierta en el paseo. Total, un café con leche y un montadote (ya podían aprender los cutres de la franquicia de 100 montaditos)... vamos, lo que llamamos un bokata en toda regla de butifarra por 1'80€. Prometo que no me estoy inventando los precios.
Con las fuerzas ya recuperadas y con ganas de llegar a la tacita que veía cada vez más cerca, me aproximo a la oficina de turismo, frente al ayuntamiento, a por un mapa con los sitios más relevantes. Allí mismo me entero que en 15' salía una visita guiada oficial por la ciudad... jodé, qué suerte. Total, 10€ (incluye un chupito de moscatel en una tasca que vende productos tradicionales).
Respecto a la visita guiada, antes de nada, mi apreciación: interesante (soy de fácil contentar) pero cara para los 70' que dura (no incluye ninguna entrada a monumentos).
Recorre un espacio muy reducido de la ya reducida ciudad histórica: comienza por la Plaza de San Juan de Dios y el ayuntamiento. Seguido te conduce hacia el barrio del Populo, pasando por una hermosa "casa del almirante". El recorrido prosigue por la Iglesia de Santa Cruz y la Catedral nueva de Cádiz. Los monumentos religiosos concluyen con la Iglesia de Santiago. Seguido accedes a la plaza de las flores (topete) y al mercado. Parece que es mucho, pero está todo a tiro de piedra.
Me ha llamado la atención que las iglesias de Cádiz estaban cerradas a cal y canto, a excepción de una carísima Catedral (5€), que me he negado a pagar.
He de reconocer, no obstante que por fuera es espectacular: la fachada con sus curvaturas cóncavas y convexas; sus adornos. La cúpula tan curisosa... Me ha parecido preciosa.
En la zona también me ha gustado mucho el mercado de abastos (aunque estaban cerrando los puestos cuando he pasado) y el edificio de correos... muy bonito, en estilo secesión, como otros edificios de Sevilla.
A continuación me he perdido por las callejas, he comprado unos turroncillos de Cádiz para compartirlos con Sara y Fernando,...
Como no sé qué he hecho con la fotocopia de la lonely (creo que estará en el coche de kike), he seguido a mi modo los itinerarios de la Guía Michelín. De los tres que propone me ha gustado el que más, el que rodea la ciudad por el exterior: desde Plaza de España, pasando por las avenidas hasta el teatro romano.
Plaza de España:
Ese recorrido es simplemente espectacular para días soleados como el que hoy he disfrutado. El comienzo del mismo, desde una espectacular plaza de España semicircular; las vistas al océano tranquilo e infinito. Los jardines tan bonitos por los que pasas. Árboles de un tamaño nunca visto (ni imaginado). Me ha enamorado.
Laurel de indias sacado de Jurassic Park al menos (compárese con el señor de al lado)
La alameda apodaca, la alameda M. de Comillas y, como colofón, el precioso parque botánico genovés. Todo ello circundado con baluartes, castillos y playas. Ha sido la leche.
Por último he salido por el barrio de la viña, donde he parado a comer (de tapas, claro) en el Mesón las brisas. Ha caído un estofado en salsa con muchas especias y una morcilla de sangre (sin cebolla ni arroz). Espectacular, como todo lo que he probado en Andalucía (creo que me estoy resarciendo por adelantado porque el próximo viaje toca por Corea).
Después de descansar un poquito y seguir callejeando para comprar algún recuerdo para mis sobrinos, toca volver a la parte interior de Cádiz.
Puerta de la tierra que separa ambas partes de la ciudad:
He quedado en volver a Sevilla con otra conductora de Blablacar (improvisando). En este caso, volvemos por autopista (30' menos) y por 6€ (más barato aún).
Ana nos ha llevado a otras dos chicas andaluzas y a mí hasta la puerta de casa... un encanto de niña. De nuevo el trayecto se me ha pasado en un "santiamén". Dios, qué invento este del blablacar. Además en mis dos viajes, el 100% del dinero se lo han quedado mis conductores, sin intermediación de la web.

Ahora, cuando termine de subir el diario (las fotos prometo colgarlas después) me voy a tomar unas tapitas con Sara por Triana... ventajas de no alojarse en un hotel.