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A pesar de ya arrastrar un agotamiento importante, nos levantamos temprano para poder ver Pekin, porque solo estaremos 2 días y medio y lo tenemos que aprovechar. Tras ponernos morados a desayunar (llevábamos 15 días mal desayunando), nos ponemos en rumbo. Hoy toca dos cosas que tendríamos que ver con mas calma, pero que por la falta de tiempo vamos a tener que apretujar hoy: Ciudad Prohibida y Palacio de Verano.
Cogemos el metro y nos paramos en Tianmen east.
Hace un calor sofocante y hay literalmente miles y miles de chinos afuera viendo la plaza de Tianmen y haciendo cola para entrar a la Ciudad Prohibida. Y todos los chinos están dando empujones y escupiendo...una alegría.
Vemos por encima la Plaza de Tianmen, que tampoco es para tirar cohetes y nos vamos a las taquillas de la Ciudad Prohibida. Aunque hay bastante cola, va rápida.
Con las entradas sacadas (80 yuanes), y sin que te den un plano, nos dirigimos hacia el interior. La ciudad es inmensa con un montón de edificios en su interior que son pequeños palacios y con grandes patios que los separan. Todo es grandioso y espectacular, pero me esperaba mas, la verdad. Quizás es porque no me informé bien, pero pensé que se podían ver el interior de los palacios interiores y no es así.
En tres o cuatro de ellos, solo te dejan asomarte por unas cristaleras o puerta para ver el interior. Ni que decir tiene la de chinos apretujados y pegando codazos que había en esas puertas para poder ver el interior. O pegabas codazos tu también o te quedabas sin ver nada.
En la parte final habia un pequeño parque con vegetacion y rocas.
Como apenas se podía ver nada, ver el exterior de todos los edificios, que se parecían bastante, nos llevó menos tiempo del que esperaba. Así que a media mañana estábamos fuera y de camino al Palacio de Verano. Nos paramos en la estación de Beigongmen y al salir hacia la izquierda se encuentra a 5 min andado las taquillas.
El interior del palacio de verano es enorme. Menos mal que vendían un mapa y lo compramos, porque si no, era imposible. Como el tiempo era limitado, sabia varias cosas que quería ver, algunas me dieron tiempo y otras no, porque estaban a punto de cerrar y también de diluviar.
Como quería ver el barco de mármol, fuimos hacia allá y de camino nos desviamos un poco para ver una pagoda que no recuerdo su nombre pero que tampoco era de las mas bonitas del recinto.
Luego fuimos a ver el barco de marmol.
Vimos unos estanques con flores de loto y fuimos al corredor.
Desde alli visitamos uno de los palacios mas bonitos, el de la Torre de la Fragancia del Buda. La verdad es que tiene unas vistas espectaculares, y eso que estaba nublado.
Como empezó a chispear y estabamos lejos, apretamos el paso y nos dirigimos hacia la salida.
Cuando salimos del Palacio, no salimos por donde entramos sino por la otra entrada que tiene el Palacio, la que da a la estación de metro de Xiyuan. A los pocos metros de salir, vimos un Pizzahut y allí comimos.
Al terminar, decidimos ir a la estación del norte, que es de donde parten los trenes al tramo de Badalin (muralla china) para comprar los billetes para mañana. Cuando llegamos, la estación era un relío, pero al final dimos con la taquilla. Esperando a que no hablaran ingles, habíamos preparado una foto con una imagen de la muralla china y la palabra Badalin en caracteres chinos para que nos entendieran, pero resultó que la taquillera hablaba ingles!!! MILAGRO!!.
Nos dijo que en ese momento no nos podían vender las entradas (no entiendo el motivo), y que tenia que ser mañana antes de las 06:30 am, si fuera fuera de ese horario ellos ya no la vendían ellos y habia que dirigirse a un puestecillo que había en una placita fuera en la calle.
En todo ese tramite, tardamos casi 3h en metros, transbordos, colas de las taquillas.....y al final para nada. Intentábamos ganar tiempo para mañana y al final no conseguimos los billetes.
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