Después del pequeño susto con mi pasaporte en el aeropuerto de Vancouver, llegamos a Anchorage a las tres y media de la tarde y salimos muy rápido porque ya habíamos pasado todos los controles en Vancouver. Las instrucciones de GAH eran claras: llamarles una vez recogida la maleta para pedir que nos recogieran y nos llevaran a su oficina para recoger la caravana. Como todavía no teníamos la sim local, usamos el wifi gratuito del aeropuerto para llamar con Skype. Nos dijeron que nos mandaban la furgoneta enseguida, y que esperásemos fuera. Tuvimos que esperar unos 10 minutos, y cuando nos recogieron (a nosotros y a un grupo de japoneses) nos llevaron a las oficinas, donde nos metieron en un cubículo y nos hicieron ver un video de una media hora con toneladas de información sobre la caravana: trucos para conducir, qué hacer si tienes un percance, lo que se puede y lo que no se puede hacer… Demasiada información para asimilar. Eché en falta un trato un poco más personal, porque el vídeo es todo lo que te explican. Cuando terminas de verlo, sales y firmas un par de papeles, pagas (nosotros ya habíamos pagado lo que nos quedaba unos días antes de salir de casa para tardar lo menos posible en la recogida), chequeas que la caravana está bien y que te han incluido los extras que has pedido (barbacoa, sillas y hervidor de agua), y ala, carretera. Así, sin más. Recuerdo que en nuestro viaje por la isla sur de NZ nos hicieron una introducción mucho más exhaustiva cuando recogimos la caravana y nos lo enseñaron todo in situ, mientras que en GAH el video servía lo mismo para la Thor Fourwinds de 24 pies que para la Winnebago de 31. En ese sentido, GAH podía mejorar un poquito.
Como el video no explicaba absolutamente nada de cómo cambiar una rueda, ni de dónde estaba el gato, pregunté a la chica que nos estaba haciendo los papeles y tuvo que buscar a alguien que lo supiera, porque ella ni idea. Nos acompañaron a la carava y abrieron uno de los compartimentos laterales y nos dijeron que ahí estaba el gato, y yo me lo creí y ni miré (mal hecho). Siendo una empresa que permite recorrer la Denali Hwy, donde los pinchazos no son raros, me parece mal que no insistan un poco más en esto. En fin, terminamos los papeleos y entre unas cosas y otras tardamos más o menos una hora y media en salir ya conduciendo, así que tenedlo en cuenta cuando hagáis vuestros planes: la recogida es lenta. Nos ofrecieron seguros ampliados de responsabilidad civil y daños personales pero el seguro de viaje que llevábamos ya nos cubría esas cosas así que dijimos que no, y también nos ofrecieron prepagar la gasolina (para devolverlo vacío) y el gas, pero también dijimos que no porque sabíamos que salía más caro. Nos dieron un cupón de descuento para los supermercados Fred Meyers ($30 de descuento para comida si gastabas más de $150, y $0.20 de descuento por galón para gasolina) y como sabíamos que lo más barato (y con mejor surtido) era hacer una compra grande antes de salir de Anchorage, pusimos rumbo a un Fred Meyers que nos quedara de camino hacia la Glenn Hwy, que era a donde nos dirigíamos. Hay otros supermercados como Safeway (en el que te haces una tarjeta de cliente en el momento que directamente te da descuentos) así que tendréis donde elegir, pero está claro que hacer la compra en Anchorage es muchísimo más barato que en cualquier otro punto del recorrido. Además, el iva en Alaska es municipal, de forma que cada ayuntamiento decide cuánto poner, y Anchorage tiene 0% mientras que en otros sitios vimos hasta un 7%.
Los primeros kilómetros con un bicho tan grande siempre cuestan (además era nuestra vuelta a la conducción por la derecha después de mucho tiempo conduciendo por la izquierda) y necesitas tiempo para acostumbrarte a lo que suena, a lo que se mueve todo por dentro, a que parece que se va a romper… pero al final te acostumbras. Salimos de GAH y buscamos en Google Maps un Fred Meyers que nos pillara bien (benditos mapas descargados, porque aún no teníamos datos), y elegimos un poco al azar el de Debarr Road. Como era el primero no podíamos comparar, pero a la vuelta de Denali cuando íbamos camino de Kenai pasamos por el de Northern Lights Blvd y nos pareció infinitamente mejor, más grande y con mucha más variedad.
¿Es tan cara la comida en Alaska como la gente piensa? Pues… en Anchorage no me pareció para tanto. A ver, no es Mercadona, pero tenían una cantidad sorprendente de productos, incluidas frutas y verduras orgánicas, a un precio más o menos razonable teniendo en cuenta dónde están. De hecho, a lo largo del viaje el gasto en comida fue menor de lo que me esperaba. Esa tarde hicimos compra para 4 o 5 días (desayunos, comidas y cenas) por $130 una vez aplicado el descuento de $20 que teníamos. No compramos más porque no teníamos cogido el punto a la nevera y no queríamos que no nos entraran las cosas, pero casi podíamos haber comprado para el doble de tiempo! Como ejemplos: un galón de leche $3.79, un galón de agua $1, un kg de tomates $6, un kg de spaguettis $2, un bote de salsa de tomate grande $3, una lata de sopa Campbells $1.60, una pizza congelada $5… Y luego había muchas multiofertas, de esas de dos paquetes de pan de molde por $5… Podéis entrar en la web de Fred Meyer y elegir una tienda de Anchorage para ver los precios y haceros una idea. Con la gasolina pasa igual: lo más barato es Anchorage, donde estaba a alrededor de $3.25/galón, y luego en sitios como Valdez la vimos casi a $3.90.
Hicimos compra un poco de supervivencia, no era un viaje para comidas gourmet, no queríamos perder tiempo en cocinar y para las comidas haríamos mucho sándwich, para las cenas algo más elaborado pero sin volverse locos. También aprovechamos para comprar la sim de AT&T ($10). Otras cosas prácticas que compramos fueron papel higiénico, papel de cocina, bolsas de basura, repelente de mosquitos, detergente para lavar los platos (el kit de GAH incluía estropajo y bayeta)… Las bolsas de basura nos las podíamos haber ahorrado, porque nos dieron tal cantidad de bolsas de plástico en la caja que no tuvimos que usar ni una bolsa de basura de las que compramos. Avisados estáis.
Entre unas cosas y otras, acabamos saliendo de allí a eso de las 20:15. Llevábamos ya casi 5 horas en Anchorage y todavía no habíamos empezado!! Enseguida me di cuenta de que mis planes de llegar a dormir al Matanuska eran demasiado ambiciosos. Qué ingenua, y pensar que al principio había pensado llegar a Glennallen… En fin, echamos a andar y ya veríamos hasta dónde llegábamos. Era de día, hacía bueno, y no estábamos demasiado cansados. Al final acabamos aparcando en un apartadero de la Glenn Hwy, en la milla 62.7 desde Anchorage, que era bastante grande y ya tenía una caravana aparcada así que pensamos que debía ser un sitio aceptable. Todavía teníamos que deshacer las maletas, ducharnos, cenar… y era la primera noche y no sabíamos bien cómo funcionaba el horno. Decidimos intentar hacer la pizza, y fue toda una experiencia porque no nos habían dado una bandeja en condiciones para el horno (de gas, por cierto) y no habíamos comprado papel albal (nota mental: comprarlo!) así que el queso empezó a chorrear y quemarse, aquello empezó a echar humo, y saltó la alarma de incendios. Tuvimos que hacer varios intentos, y nos llevó algo más de tiempo de lo que esperábamos, pero al final conseguimos que la pizza estuviera medianamente comestible. Estábamos muertos y la aventura acababa de empezar, el día siguiente iba a ser intenso… así que nos fuimos a dormir, que fue toda otra odisea con tanta luz. Además, aparcar en plena Glenn Hwy es sinónimo de mucho tráfico, y nos alegramos mucho de llevar el antifaz y los tapones.
Quiero hacer un inciso para comentar un par de cosas de la caravana. La nuestra venía equipada con horno, nevera, cocina, un kit muy completo de cocina, otro de ropa de cama y toallas… Muy bien, la verdad. La cocina y el horno son de gas. La nevera funciona a gas excepto cuando te enchufas a la luz en un camping, o cuando pones el generador. El microondas y los enchufes de la pared solo funcionan si estás enchufado a la luz, o con el generador en marcha. El aire acondicionado (que no usamos) y la calefacción (que SÍ usamos!) también pueden tirar de gas o de luz. Para el agua caliente hay dos calentadores: uno de gas y uno eléctrico, pero el eléctrico (además de necesitar estar enchufado) es muy lento así que siempre usábamos el de gas. Como veis, el gas es imprescindible, pero lo bueno es que se gasta muy muy poco: nosotros en 16 días de duchas, calefacción, horno, nevera etc sólo gastamos 5.3 galones, que era algo más de un cuarto de depósito. La caravana tiene un sistema de lucecitas que te indica los niveles de agua limpia, gas, aguas negras (del wc), aguas grises (de la cocina, la ducha y el lavabo) y batería, que viene muy bien para ir controlando cuándo tienes que vaciar y cuándo tienes que llenar. El generador funciona con gasolina (y si tienes menos de cierto nivel de gasolina en el depósito no arranca) y sirve para usar el microondas cuando estás aparcado en la nada (o en un camping sin toma de luz), pero tened en cuenta que hace ruido y algunos campings como Teklanika en Denali prohíben usarlo antes/después de ciertas horas. El generador también recarga la batería pero muuuuuuy despacio. La caravana tenía dos baterías y no tuvimos ningún problema, ni siquiera después de 3 días parados en Denali tirando de ellas. El depósito de agua limpia es bastante grande y es suficiente para 3 días de acampada "seca". En los campings, podréis elegir entre "seco" (que suele ser simplemente un sitio para aparcar, sin conexiones de nada, o como mucho con luz, y suelen costar unos $20-$30), con agua y luz (que os dará conexión de agua para no tirar del depósito, y suelen costar $40-50), y en algunos casos os darán la opción del "completo" (con agua, luz y conexión al desagüe, y suelen costar $50-60). Casi todos los campings os darán la opción de vaciar los depósitos de aguas grises y negras, y llenar el de agua limpia, independientemente de qué tipo de plaza hayáis cogido. A mí personalmente me parece que los campings son carísimos, y definitivamente no hace falta dormir en camping todas las noches. Incluso se puede hacer el viaje entero sin pisar un camping, pero tendréis que encontrar sitios para vaciar/llenar depósitos (previo pago, claro). Yo creo que la mejor solución es dormir en camping una de cada 3 o 4 noches, para llenar/vaciar, darse una ducha en condiciones, lavarse una el pelo con suficiente presión, y poder cargar los cacharros que no se carguen por usb (si no tenéis inversor de corriente, que en ese caso siempre tendréis un enchufe disponible).
Como no tengo ninguna foto de esa tarde (íbamos muy concentrados en la conducción!!), os dejo las que pude hacer desde el avión cuando estábamos llegando a Anchorage. Son de la zona de Kenai y el Turnagain Arm:
Llegando a Anchorage…