De vualta a Atenas amanecía un nuevo dia, distinto a los anteriores por dos razones:
Llovia en Atenas asi que tocaba tomarse la mañana de manera relajada mientras esperaba a que disminuyera el chaparrón
Habia huelga en los transportes. Y alli las huelgas no están edulcoradas como aqui, allí son a lo salvaje, estaciones de metro cerradas, nada de servicios minimos ni tonterias.
Os podeis imaginar que la combinacion de huelga y lluvia era letal, los atascos eran kilométricos mucho peores que la circulacion habitual ateniense. Un espectaculo.
Viendo como avanzaba la mañana me lo tome con filosofía, indagué acerca de la posibilidad de irme a ver un partido de futbol griego y los recepcionistas se echaron las manos a la cabeza. Excesiva violencia para un turista, me enseñaron las noticias del dia anterior, donde habían suspendido el partido del PAOK Salónica por disturbios así que a otra cosa mariposa.
Así pues, me decidí por visitar el museo Arqueológico para ver ciertas maravillas de las que tienen por ahí tiradas, que tal parece que les crecen del suelo..
Para muestra, esta maravilla

El grado de perfeccion es dificilmente explicable con una foto o un texto. Hay que estar alli para ver esos ojos ciegos que parecen verlo todo...

Estuve por el museo sin comer hasta que me echaron, muy pronto para mi gusto, tarde para mi apetito...
Atenea, la elegancia hecha mujer

Hay muchas mas cosas para ver como un niño jinete

y unas cuantas salas cerradas que no te cuentan cuando pagas la entrada pero eso es algo bastante común, lamentablemente.
El resto de la tarde transcurrió apaciblemente entre más vueltas, comprar regalos, recuerdos, hablar un poco con alguna gente, lo cual está bastante bien para mi incapacidad social y otra subidita a la colina del likabetos

Cenar, mas vueltitas y a hacer la maleta que se acababa mi estancia en grecia...