Para finalizar el viaje, no está de más, escoger una excursión relajante. Para ello nada mejor que un descenso de tres días por el Bistraya River.
Atención! No se trata de un rafting salvaje. Es un paseo, no hay rápidos, ni cascadas ni caídas a toda velocidad.
Se trata simplemente de ir paseando, pero en lugar de andando, sentado cómodamente en una balsa.

Disfrutar del paisaje, y para aquellos a los que les guste la pesca, la oportunidad de pescar salmones y truchas a destajo. Y a los que no les guste pescar, podrán disfrutar del trabajo de los demás, por la noche, junto al fuego, cuando los guías preparan los pescados como solo ellos saben hacerlo, sencillamente deliciosos.

Cada tarde, arrimamos las balsas a la orilla y montamos el campamento para pasar la noche. Y el segundo dia , de buena mañana, me levanto y salgo de la tienda el primero, el resto duermen. De pronto, en la ladera que tenemos detras del campamento, empiezo a ver que algunos arboles se mueven como zarandeados por una mano invisible. Pienso, no será ..... y si lo es. Un oso !!. intento despertar al resto sin hacer ruido, pero el animal tiene el oido fino y me oye, sin duda, mientras me estoy cagando en los muertos de todos los de dentro la tienda que no me pasan la camara, el animal se levanta sobre sus patas traseras y mira hacia donde estamos. La verdad es que es un momento genial, alli, de pie, mirando al oso y este mirandome a mi, un bicho enorme, a unos veinte metros de mi.
Entonces, empiezan a salir el resto de la gente y el oso, simplemente se da media vuelta y se va, el resto de gente no llegan a ver mas que un pedazo del lomo del animal cuando este vuelve a perderse entre los arboles que se balancean de lado a lado. Total, no han visto nada, asi que sera verdad aquello de que Dios ayuda a quien madruga !

Tumbado en la balsa, no hay nada mas que hacer que dejar transcurrir el tiempo sin prisas, observando el paisaje y al final, vemos un oso, este si, lo podemos ver todos, abrevando en el rio. Un magnifico colofón para un viaje que nos ha parecido maravilloso.

Finalmente, toca regresar, nos esperan aun tres dias mas en Moscu, pero las imagenes de los volcanes, de los geysers y de los osos, nos acompañaran el resto de nuestras vidas, porque Kamchatka es un lugar inolvidable de verdad.