Parador Nacional de Alarcón - Cuenca. Opiniones ✈️ Foro Castilla la Mancha ✈️ p63 ✈️

...No doy una últimamente para situar mis mensajes en el hilo correcto...
Yo estuve en una habitación "standar" en la segunda planta con vistas a las hoces en un curioso "mirador", posible gracias al espesor del muro, como tu defines.
A la vuelta, comentando con un amigo, me habló de las bondades de las habitaciones superiores, pero ya veo como funciona la cosa, según cuentas...
Efectivamente, D. Enrique es un personaje, partiendo de la base de que alguien amante de las matemáticas, no es gente de fiar . En cualquier caso, se que estaría orgulloso de que la habitación la ocupara una bruja como dios manda...
En cualquier caso, me sigue pareciendo un parador con mucho mucho encanto, en donde como dicee, se confraterniza al ser un espacio reducido y la única pega, (generalizada en Paradores) es en cuanto al mobiliario. No quiera Dios que se ponga de moda en Paradores mobiliario de diseño, pero de ahí a que tengas que sentarte en "la misma silla" o dormir en "la misma cama" que se sentó o durmió Felipe II, pues hay un trecho...
Por cierto, como bien dices, buenos senderos, yo "me apropié" uno de mi página de referencia, SAN WIKILOC, e hice este
es.wikiloc.com/ ...n-32119955
Riégala...

Saliendo del parador de Alarcon
, os cuento mi experiencia[

El entorno y el castillo son excepcionales
Dentro del pueblo

Es un parador pequeño, nos alojamos en una habitación standard con vistas a las hoces, el río y la presa, un lujo
El tamaño mediano, las paredes en algunas zonas dejaban ver la piedra del edificio original
Una bonita reforma con madera en el suelo, baño abierto a la habitación, con alicatado en mármol gris. Algún detalle de falta de mantenimiento como el grifo descolgado de la pared y los enchufes sueltos. Pero impecable limpieza y con tamaño suficiente

Los muebles de madera clara con los tiradores en cuero y alguna pieza castellana
Una mesita y dos butacones
Dos camas juntas, y hay viene la pega
Las camas incómodas, duras, sobre todo la almohada. Algo que sucede en muchos paradores y que les resta

Otra pega es que pese a los muros del castillo se oye entre plantas el ruido
Nosotros estábamos encima del comedor y se oían mover las sillas

El personal de cafetería y restaurante muy amable y eficiente
Ayer tenían una comunión y nos atendieron en
La zona de cafetería y la camarera estupenda

La gastronomía muy buena, mi marido tomo migas y yo un hojaldre de verduras y marisco para empezar
De segundo caldereta de cordero, dice que muy bien cocinada, lo sirven deshuesado y yo chuletón muy rico
De postre helado de queso y miel, estupendo y tarta de chocolate y yema

Tienen también cosas ricas en cafetería donde cenamos un asadillo de pimientos y ventresca y Lomo de la orza
En la terraza que es el patio del castillo y se estaba genial

Al estar alojados nos dejaron las llaves para visitar las almenas del castillo, unas vistas preciosas

Los desayunos no son bufet. Nos han puesto el café y zumo de naranja
Un plato con un poco de fruta variada, unos trozos de queso, una tostada con jamón, una ensaimada y un trozo de bizcocho
Y puedes pedir un plato caliente, huevos, tortilla..
Buena calidad y desayunas bien, pero olvídate de elegir y cantidades importantes...

Hemos repetido, esta vez en el ala nueva, como nos proponíamos.
Y sí, mejor que la anterior experiencia en la Torre del Homenaje. Accesibilidad completa mediante ascensor, vistas amplias a la Hoz del Júcar, más tranquilidad, precio menor.

A pesar de llegar en sábado soleado de octubre y a hora punta (las 14 h) aparcamos fácilmente en la explanada junto al acceso al parador, de uso público y gratuita.

Ocupamos las habitaciones 113 "La Beltraneja" y 114 "Esteban de Jamete". Es simpático esto de que cada habitación lleve el nombre de un personaje histórico relacionado con el castillo o con la población. En la anterior ocasión teníamos una hoja explicativa con unas notas biográficas. Esta vez no vi nada así y poco costaría ese detalle.

"La Beltraneja" es más oscura, con una única ventana estrecha y esquinada. No sé si sacar conclusiones históricas pero creo que no, pues al arquitecto Esteban Jamete, que conoció mazmorras bajo sospecha de herejía, no le toca mala estancia: Más luminosa con sus dos ventanas y algo más amplia. Esta corresponde al extremo más alejado de la torre y es posible que la distribución se repita en la planta inferior. La manía de integrar bañera y lavabo en el dormitorio continua en este ala del parador. Aumenta visualmente el tamaño de unas habitaciones que van más bien justas de espacio, pero es poco práctico, no ya por la falta de intimidad sino también por el ruido y las molestias que los madrugadores podemos ocasionar al compañer@ durante el arreglo personal.

Una vez probadas las dos opciones (standard y superior), me reafirmo en mi preferencia por habitación standard, mientras no sea posible reservar una pieza determinada. Que me perdone Don Enrique de Villena, pero si su cuarto entra en suertes, tomo partido por Doña Juana.

El desayuno funciona en tres franjas horarias a elegir, comenzando a las 8, 9 o 10 h. Sirven una bandeja con lo más común: tostada, bollería, fiambre, fruta y unos pedacitos de quesos manchegos. Aparte café, infusión, cola-cao, zumo, etc. (no disponían de chocolate a la taza) Y aparte también, es posible pedir platos fríos y calientes como tortillas, huevos revueltos, churros, especialidades conquenses ¡migas del pastor! Uno de mis compañeros de mesa solicitó variaciones en el contenido de la bandeja (más fruta en vez de fiambre) que fueron atendidas gustosamente. De todo se puede repetir, mientras les queden existencias. Muy buen comienzo de día, para acometer el sendero de la Hoz.