Viaje y dia 1 en Beijing ✏️ Travel Journeys of China

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Aqui estoy, sentado en la terraza del Skyline bar de Sanlitun, tomando una copa de Red Label con cola que me ha costado 40yuan y poco a poco superando el chinesse sock. Asi lo ha llamado Levy, uno de mis companieros de habitacion, y que razon tiene... Pero empecemos por el principio.

Hace 48 horas estaba en el aeropuerto de Barcelona, muerto del asco tras mas de una hora en la cola de facturacion, sin haber cenado y con el tiempo justo para embarcar. Asi lo hice, aunque pude tragar un bocadillo de ibericos (creo que salchichon) con una cerveza antes de subir el ultimo al avion. Tuve la suerte de que al poco de haber despegado sirvieron una cena, o cena desayuno, porque tras 4 horas de vuelo llegamos al aeropuerto de Moscu, donde eran las 6 de la maniana.

Terrible, casi 3 horas pasando controles, y solo para hacer una transferencia!! No me imagino lo que debe ser entrar al pais. Lo que se apreciaba bien era que el numero de chinos se habia disparado, ya que Moscu es uno de los principales nodos de conexion entre China y Europa. Los precios tambien se habian disparado: 16 euros un sandwich y una cerveza, para morirse. Charle un rato con un grupo de matrimonios qaue iban a Hong Kong y conoci a un argentino que hablaba en catalan y una pareja de vascos, ella de Santurce. Estamos en todos lados!!

A las 13 el embarque, y 7 horas de vuelo por delante esta vez, que pasaron rapido ya que 6 las pase dormido y la restante comiendo. Si algo puedo destacar de Aeroflot es su comida, triunfa! Y a la 1 de la maniana hora local estaba en Beijing. Nos juntamos unos cuantos espanioles y empezaron a negociar con un hombre con una furgoneta, pedia 40 yuan por barba, pero no lo veia nada claro, asi que junto al argentino y la pareja cogimos un taxi. Primero fuimos hasta Tiananmen, zona central de la ciudad por excelencia, despues en el Prime Hotel en Wangfujing, y el ultimo en bajarse fui yo, en medio de un oscurisimo hutong. El taxi en total fueron 130 yuan. Avanzando en medio de la oscuridad pude ver un cine, y recorde que indicaban que el albergue estaba cerca. Saque los papeles, segui las indicaciones con la luz de mi movil cono linterna, y lo encontre. Happy Dragon, alli estaba.

La chica de recepcion supo enseguida quien era, el loco que llegaba a las 3 de la maniana, como les avise. Me dio la llave y me dijo que pagara al dia siguiente. En la habitacion, a oscuras, me llevo un rato encontrar mi taquilla, refrescarme un poco para al menos disimular mi olor a tigre y meterme en la litera. A pesar de que le puse todo el cuidado del mundo, una inglesa estupida me solto un "Hey, tomorrow we have to wake up early!". "OK, I'm sorry, and don't worry 'cause tomorrow you'll bother to me". Y me dormi casi al instante.

Como les dije, a las 7 de la maniana ya estaba despierto a cuenta de las inglesas, que por suerte se iban. Espere a que se largaran, tardaron, despues una ducha y en marcha! Tocaba ver la ciudad. Sali y me propuse recorrer la zona. Las calles oscuras se habian vuelto un mercado a rebosar, donde vendian desde bragas a fruta que no conocia, pasando por moviles y pescado vivo. Tremendo.

Andando, andando, llegue a un enorme cruce. Mire en la Lonely para saber donde estaba y vi que el parquew Beihai estaba relativamente cerca, asi que fui hacia alli. Mientras planeaba el viaje una de las cosas que mas miedo me daban era el calor, y con razon. A las 9 de la maniana ya era sofocante. Pero es mucho peor la contaminacion, te corta la respiracion, te quema en la piel, te hace sentir permanentemente sucio. Llevaba una hora y pico levantado y no habia desayunado, pero tampoco habia visto donde hacerlo. Entre en una diminuta tienda y pedi una botella de agua "Yi ping suei", y me pide la dependienta 3 yuan. Otro cliente se parte de risa, no se si por mi acento, por lo que pide o por ambas cosas. Le digo que es muy caro "Tai guo le!", y le ofrezco 1 yuan. Al final la saco por 2 yuan, que luego comprobe que era el precio estandar, 3 yuan en sitios turisticos.

Tras haber andado algo mas de 1 hora, llego a un lugar donde tengo los lagos imperiales a mi derecha y el parque Beihai a la izquierda. Un mapa proponia un recorrido por los lagos y los hutongs de alrededor, y me gusto la idea. Al principio del recorrido todos los establecimientos a la orilla de los placidos lagos estaban cerrados, y todo estaba para mi. Poco despues habia turistas chinos hasta debajo de las piedras. Recomiendo que si estas pensando en venir a China, por diox, no vengas en agosto. La masificacion en Beijing en estas fechas sobrepasa la locura.

Los lagos preciosos, enormes, al principio tan serenos y despues repletos de barquitas de pedales. Los hutongs reveladores. Es una verguenza que tengamos que ver la miseria para darnos cuenta de la suerte que tenemos frente a la desgracia de tantos que por no tener no tienen futuro. Olvidaos de los tours en ricksaw y meteros andando vosotros mismos a verlo, callejeando. Es algo impresionante.

Tras dos horas pase al parque Beihai. Por la entrada norte se accede a una serie de jardines, con sus correspondientes estanques, tenemos tambien el mural de los 9 dragones, y lo mas impresionante, el templo budista. Note mucha mucha energia en el, palabra de ateo.

La isla de Jade, un paseo por el embarcadero, y agotado, ha llegado la hora de comer. En el mismo Beihai vendian salchichas en un palo, a la parrilla, a 2 yuan, y rodajas de melon, tambien en un palo, por 1 yuan. Todo funciona con palos aqui.

Camino hacia el albergue, andando, paro en un restaurante que parece de una cadena local, noodles con cosas. Elijo el mio con cerdo, y algo al azar para beber que resulta ser un granizado de judias verdes y rojas. Las camareras no paran de reirse, y yo de tanto reirme apenas puedo comer. Pero el hambre aprieta, y rebaniando el plato sigo hasta el albergue.

En la habitacion conozco a Levy, un chico de israel que acaba de terminar su servicio militar y se dedica a gastarse la paga en un viaje. Acaba de venir de Mongolia, y esta aburrido en Beijing, esperando que le llame su agente de viaje para volver a casa. Tela. Despues llega un chico canadiense que trabaja en Korea del Sur de profesor de ingles. Esta encantado y dice que quiere quedarse alli todo el tiempo posible. Me doy una ducha, me tumbo en la cama un rato a descansar mientras repaso la guia y el vocabulario de chino, y me duermo.

A la tarde prefiero coger el metro, que resulta moderno, y a tope, pero nada que no haya visto en Barcelona. Por 2 yuan puedes recorrer la ciudad de lado a lado. Si llevas mochila, bolso, o similar, debes pasarlo por el escaner de la entrada, curioso. A ti ni te miran. Me voy al sur de Wangfujing y me recorro la calle. Zara, Gucci, Boss y Mango, las mejores marcas tienen sus locales aqui. Mucho cartel luminoso y mucha mucha gente. Encuentro el mercado nocturno de los pinchos, y como escorpion, que no sabe a gran cosa, muy crujiente, el pollo, muy especiado, y la serpiente, mi favorita. La sirven cortada por la mitad y enrollada en un palo. Probadla! De alli al albergue andando de nuevo.

En el bar del Happy Dragon me tomo una Tsing Tao por 10 yuanes y salgo a descubrir la noche de Beijing! Taxi y al Banana Club, donde me dicen que han cerrado, aunque sean aun las 12. Otro taxi al Estadio de los trabajadores, donde esta el Mix Club, y cerrado de nuevo. En los alrededores varios coches tuneados con hiphop a todo volumen y chinos con gorras, paniuelos y camisetas anchas haciendo el brikindans. Pregunto a uno de ellos donde ir y siguiendo sus indicaciones acabo en un centro de masajes, de los felices. Al ir he pasado por la calle Sanlitun, con bares vacios, vuelvo alli, me pido una copa y me pongo a escribir.

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