Sexto día del viaje. Miércoles, 13 de Septiembre. Seguimos alojados en el hotelito de las afueras de Interlaken. Hoy tenemos una jornada dura. Tras confirmar en recepción que las previsiones meteorológicas del día van a ser excelentes, nos decidimos a hacer la ruta de los tres puertos. Son tres carreteras panorámicas de nombre Grimselstrasse, Furkastrasse y Sustenstrasse, que rodean la región alpina del Berner Oberland, en la que nos encontramos. Son 131 km de carretera en total, amenizados por muchas curvas, lagos, glaciares, pueblecitos típicos, montañas de 4000 m y bosques. Debido a la altitud de estas carreteras, permanecen cerradas buena parte del año, aproximadamente entre Octubre y Mayo, siendo entonces la única posibilidad de hacer esta ruta el tren.
Tras el desayuno, salimos rápidamente. No hay tiempo que perder. Vamos bordeando el lago Brienz, pero esta vez por una carretera que va por la margen contraria a la del pueblo de Brienz, hasta llegar a Meiringen (30 km desde Interlaken), donde se puede decir que comienza la ruta de verdad, pues este pueblo está al comienzo de la Grimselstrasse. A las afueras de Meiringen está nuestro primer punto de interés: Aareslucht - la garganta del río Aare. Es un pequeño desfiladero que ha tallado el río Aare (el mismo que atraviesa Berna) por la erosión. En algunos puntos las paredes son verticales y están muy próximas, apenas parecen una fisura. Lo más llamativo de la garganta es la tenue luz que ilumina el fondo de estas fisuras, y como no, el color verde jade de las aguas del Aare, que en este lugar fluye impetuosamente. De hecho, las inundaciones pasadas combinadas con la estrechez de la garganta en algunos puntos (las fisuras), hicieron que el nivel del río subiera varios metros en este lugar, haciendo como un tapón. La garganta es recorrida fácilmente por una pasarela de madera enclavada unos cuantos metros por encima del curso del río. Verdaderamente impresiona o asusta un poco. Hacia el final, se ve una cascada y la garganta se vuelve más amplia.
Tras el desayuno, salimos rápidamente. No hay tiempo que perder. Vamos bordeando el lago Brienz, pero esta vez por una carretera que va por la margen contraria a la del pueblo de Brienz, hasta llegar a Meiringen (30 km desde Interlaken), donde se puede decir que comienza la ruta de verdad, pues este pueblo está al comienzo de la Grimselstrasse. A las afueras de Meiringen está nuestro primer punto de interés: Aareslucht - la garganta del río Aare. Es un pequeño desfiladero que ha tallado el río Aare (el mismo que atraviesa Berna) por la erosión. En algunos puntos las paredes son verticales y están muy próximas, apenas parecen una fisura. Lo más llamativo de la garganta es la tenue luz que ilumina el fondo de estas fisuras, y como no, el color verde jade de las aguas del Aare, que en este lugar fluye impetuosamente. De hecho, las inundaciones pasadas combinadas con la estrechez de la garganta en algunos puntos (las fisuras), hicieron que el nivel del río subiera varios metros en este lugar, haciendo como un tapón. La garganta es recorrida fácilmente por una pasarela de madera enclavada unos cuantos metros por encima del curso del río. Verdaderamente impresiona o asusta un poco. Hacia el final, se ve una cascada y la garganta se vuelve más amplia.
Seguimos ya en el coche hacia Innetkirchen, pueblo en el fondo del valle realizado por el río Aare. Aquí hay una bifurcación: un ramal es la Sustenstrasse y el otro la Grimselstrasse. Por este último continuamos , ascendiendo poco a poco, viendo pequeñas cascadas que caen de la montaña, hasta llegar a Guttanen, pueblo que destaca por su Museo de Cristales. En este pueblo tenemos un problema, y es que debido a las inundaciones de pasadas semanas parte de la carretera se ha derrumbado y está cortada. Vemos que están echando el pavimento de nuevo. Nos informan de que probablemente en 2 días estará abierta. Esto nos obliga a tomar una decisión: o nos damos la vuelta a hacer otra excursión, o bien hacemos esta ruta en sentido contrario, por la Sustenstrasse y la Furkastrasse. El problema es que en este caso tendremos que hacer el doble de km, porque al llegar a la Grimselstrasse tendremos que volver por el mismo camino. Aún así es lo que vamos a hacer. Retrocedemos hasta Innetkirchen y continuamos por la Sustenstrasse. La carretera va subiendo escalonadamente. Atravesamos la llamada terraza del Nessental donde hay muchos nogales y árboles frutales. Subiendo y subiendo llegamos a la curva de Gschletter, trazada en un terreno muy escarpado y que hace de mirador sobre el valle del Bajo Gadmental.
Continuando la ascensión se llega a la parte más espectacular de la carretera y de los paisajes: Himmelrank o "Curva del paraíso", que los habitantes de Gadmental llamaban "El Infierno de Arriba". Las curvas y puentes construidos en la ladera de la montaña son dignas de admirar, y no menos lo son las vistas de la cañada verde de Gadmen y las cumbres heladas de los Sustenhörner. Coronando el puerto Sustenpass se empieza a apreciar el glaciar Stein (Steingletscher), aunque la vista no es demasiado buena al dar el sol de frente.
Llegamos al puerto Sustenpass (2224 m de altitud) y nos dirigimos al hotel Steingletscher para poder observar un poco más de cerca el glaciar de mismo nombre.
Mirando por la otra vertiente, la de Meiental, se observa como la niebla va subiendo rápidamente por las praderas, por lo que en pocos minutos no se ve nada hacia ese lado.
La carretera baja vertiginosamente por el Meiental. Por la niebla que hay cerca del puerto no podemos apreciar puntos de interés como los Füffingerstöcke (Cinco Dedos), el Sustenspitz o el Klein Sustenhorn. Al llegar al fondo del valle la carretera entra en el valle del Reuss. La carretera, que está tallada en la roca, se cruza varias veces con la vía férrea. Desde Wassen hasta Andermatt se circula por la carretera de San Gotardo. Hay varios túneles en zig-zag que son increíbles. Andermatt (1346 m), en el fondo del Val de Urseren, es una encrucijada en los Alpes, pues es cruce de las carreteras Furka, Gotardo y Oberalp. En invierno es una animada estación de esquí. El ambiente suele ser más meridional, de Italia.
Comenzamos a subir por el Val de Urseren pasando por encima del valle desierto de Garschen y la parte inferior del Galenstock. Nos paramos en el hotel Furkablick.
Antes de llegar al puerto, Furkapass, aprovechamos para comer junto a un sendero que aparentemente va en dirección del glaciar Tiefen (Tiefengletscher), que no es mas que una lengua que se desprende del glaciar principal (Rhonegletscher).
Desde el puerto Furkapass (2431 m de altitud) el panorama es grandioso: por un lado el panorama desolador del terreno del que se ha retirado un glaciar, por otro los agrestes picos del Berner Oberland, y por último la no menos espectacular carretera Grimselstrasse, que desde el puerto Furka se observa como va subiendo fuertemente en zig-zags.
Según bajamos ya un poquito por la Furkastrasse en dirección a Gletsch, se aprecia a un lado el glaciar del Ródano (Rhonegletscher) y en frente de nosotros la Grimselstrasse y los zig-zags de la Furkastrasse por los que todavía tenemos que pasar.
Seguimos bajando, y llegamos al hotel Belvédère, donde vamos a visitar otra estrella de la jornada, o mejor dicho 2: el glaciar del Ródano (Rhonegletscher) y .....
No sé qué me impresiona más. Si esto
o por el contrario el sitio al que nos dirigimos
El hecho de poder entrar a una cueva de hielo (Eisgrotte, 5 FS, jun-oct, 8:00-18:00, sab 19:00, do 19:30) azul habilitada en el mismo glaciar del Ródano es como poco indescriptible.
Seguimos bajando por Furkastrasse, acompañando los primeros km del río Ródano. Según nos vamos acercando a Gletsch, la carretera tiene más curvas. Gletsch, es una estación turística de verano (1754 m), con 4 casas y que nos encontramos vacío, que está ubicado en el fondo de una cuenca antiguamente ocupada por una lengua terminal del glaciar del Ródano. Gletsch es otra encrucijada de caminos: Grimselstrasse, Furkastrasse y Val de Conches. Atravesamos la estación y comenzamos a subir por la Grimselstrasse, la carretera que se veía desde el puerto Furka. Si ésta y la Sustenstrasse tenían curvas, ésta no se queda atrás ni mucho menos. A pesar de que yo voy como copiloto y que me fío del conductor plenamente, el susto no me lo evita nadie. Por momentos pienso que nos salimos y nos vamos al precipicio . Llegamos al puerto de Grimsel (2165 m) y nos acercamos al hotel Grimselblick para ver el llamado "Lago de los Muertos". El tiempo por aquí está de nuevo mal: muchas nubes y niebla. Es el momento de volver a Interlaken. Lo malo es que tenemos que deshacer todo el camino. En esta ocasión ya no paramos en ningún lugar sino que volvemos de un tirón. Si la subida del Grimselpass no me gustó, la bajada aún menos. La bajada del puerto Furkapass tampoco me hace demasiada gracia, y para rematar, buena parte de la subida al Sustenpass y bajada hacia Meiringen la hacemos con niebla y visibilidad 0. Llegamos sobre las 8 de la noche a Interlaken, totalmente exhaustos, por lo largo de la jornada, pero maravillados por los espléndidos paisajes. Esa noche cenamos unos sandwiches y nos acostamos pronto.