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Para nuestro primer día en San Petersburgo habíamos programado visitar los palacios de Peterhof y Catalina en Tsárkoye Sélo. Fue un acierto hacerlo este día, porque el tiempo acompañó de nuevo y porque veníamos reventados de cansancio tras la paliza de Moscú.
Contratamos una guía, Ekaterina, www.peterguide.com, bastante recomendada en este foro y de la que además teníamos referencias directas por una amiga que la contrató anteriormente. Nuevamente hay que comentar que acertamos de pleno con Ekaterina: llegó puntual, desplazamientos muy cómodos, excelente guía, muy amena y profesional. Preferimos contratar una guía en lugar de hacer los palacios por libre porque nos pareció que era imposible visitar los dos en el mismo día al no haber transporte público directo entre ellos.
Ekaterina ya nos advirtió por email que al ser Abril las fuentes de Peterhof no estarían aún en funcionamiento, y días antes de salir también nos advirtió que el palacio estaba en restauración y cubierto de andamios, enviándonos incluso una foto, para que no nos lleváramos la desagradable sorpresa y por si queríamos desistir. A pesar de ello, ya que estábamos allí, pues no lo íbamos a dejar pasar.
Ekaterina nos recogió alas 9.00 h en el hotel: traslados con chófer en furgoneta de nueve plazas (éramos cuatro), entradas a los 2 palacios y los dos jardines, sus servicios de guía y vuelta al hotel sobre las 18,30-19,00 h por 120 Euros por persona. Yo creo que merece la pena para aprovechar bien el día.
Tras media hora de trayecto llegamos a Peterhof. Muchas obras por fuera y entrada complicada, que si hubiéramos ido sólos nos habríamos vuelto pensando que estaba cerrado... Una vez dentro, no hay problema, tan sólo había dos salas menores en restauración. Te plantas unos patucos en los pies y para adentro. No se pueden hacer fotos en el interior. Apenas había gente y la visita fue muy cómoda Primero nos explicó Ekaterina la historia de Pedro I el Grande , su esposa Catalina y sucesores, que más que historia parecía un culebrón, pero muy ameno y útil para luego enterarnos mejor.
Tras visitar el interior, los jardines con la famosa fuente de las cascadas y la fachada del palacio, ya sabemos que cubierto de andamios y con las fuentes sin funcionar , en proceso de preparación y acondicionamiento:
Alguno edificios en los jardines :
Palacio Monplaisir:
Orangerie y Fuente de Neptuno:
Hay que reconocer que el hecho de viajar en Abril tuvo el inconveniente de los andamios, y por otro lado, las fuentes y los jardines no estaban en su esplendor, con lo que quedaba todo el conjunto muy deslucido...pero nos permitió verlo todo prácticamente sin más gente y además nos deparó un espectáculo propio de estas fechas... el Mar Báltico congelado !!!!! Fue algo que a mí personalmente me dejó alucinado, ya que no me lo esperaba, ya que apenas hacía frío ( yo iba solo con una camisa y un chaquetón, sin abrochar) y me resultó impresionante bajar a la orilla y andar sobre el mar congelado viendo la enorme extensión de mar helado... algo totalmente impensable para alguien del sur como nosotros:
Tras Peterhof, breve parada para visitar la Catedral de Pedro y Pablo, justo enfrente:
(esta foto no es mía)
Tras media horita más o menos llegamos a Tsárkoye Sélo e iniciamos la visita al Palacio de Catalina. Esta vez sí se pueden hacer fotos, menos en "la octava maravilla del mundo", el Salón de Ámbar , lo más impresionante. Gran profusión de dorados, mucho barroco y después clasicismo, pero visita muy amena e interesante, y sin prácticamente nadie:
Ya son cerca de las cuatro de la tarde y estamos muertos de hambre. Comimos en la cafetería del palacio, pero no quedaba prácticamente nada: sopa solyanka, patatas y postre. Breve descanso y a visitar los jardines rápido, que el día se está nublando:
La galería de Cameron:
Pabellón Ermitage:
Pabellón Gruta:
Sobre las 7 de la tarde estábamos de vuelta en el hotel. En el vestíbulo estaba la entrada posterior a una gigantesca cervecería alemana, Paulaner... sí, ya sé que cervecería alemana no es lo suyo en San Petersburgo, pero no teníamos ganas de buscar otro sitio, así que sublmos a la habitación a soltar las mochilas y los abrigos y ponernos cómodos , y bajamos a darnos un "homenaje":
Una cervecita:
Apfelstrudel !!
Cerveza alemana... y vodka ruso: Na Zdrovia !!
Esta fue la cena más cara de todo el viaje... 6730 rublos, unos 168 euros los cuatro... una mala tarde la tiene cualquiera...
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