Hemos tenido un tiempo excelente en todo el viaje. Por la mañana hacía frio, pero a partir de las 10 la temperatura era muy agradable incluso hasta bien entrada la noche. Esto nos ha permitido comer y cenar en terrazas al aire libre.
Cada vez que salíamos o entrábamos al hotel, nos encontrábamos con la maravilla de los edificios de la plaza del Duomo.
Por la via Cavour (al principio de esta calle se encuentra el Palazzo Medici Riccardi y a continuación una oficina de turismo), nos dirigimos a la plaza de San Marcos, visitamos el convento con las obras de Fra Angélico, muy interesante.
La Anunciación de Fra Angélico
A continuación pasamos por la puerta de la Academia donde se encuentra el David de Miguel Ángel, visita imprescindible, que nosotros en esta ocasión no realizamos, ya que la habíamos hecho en un viaje anterior a Florencia y deseábamos utilizar el escaso tiempo de que disponíamos en otras actividades.
En la próxima plaza de la Anunziata, donde nos encontramos con el mercadillo del sábado, visitamos la iglesia y admiramos los bellos edificios que la conforman.
Por la via dei Servi nos acercamos a la parte trasera de la catedral y seguimos por la via dei Proconsolo hasta el Museo Nazional del Barguello.
Paseamos por la plaza de la Signoría y la Logia dei Lanzi, donde admiramos estátuas como el Perseo de Cellini o el Rapto de las Sabinas de Giambologna.
Visitamos el Palazzo Vecchio, actualmente sede del Ayuntamiento, en el que destaca la impresionante sala del Cinquecento entre otras muchas muy interesantes.
Ante la puerta del Palazzo se encuentra una réplica del David de Miguel Ángel.
Pasamos por la Logia del Mercado Nuevo, donde los turistas se agolpan para fotografiarse junto al Porcellino, ya que tocar su hocico da buena suerte y garantiza el regreso a Florencia
y por la plaza de la República
Entramos a la Iglesia Orsanmichele, que fue lonja de Trigo, y continuamos hacia la Catedral.
Después nos dirigimos a la plaza de Santa María Novella, visitamos iglesia de Santa María con el Claustro verde y la farmacia perfumería de Novella.
En la Iglesia de Santa María Novella destaca un fresco de Masaccio y el crucifijo de Brunelleschi.
La farmacia de Santa María Novella está considerada como la más antigua de Europa. En ella se pueden comprar jabones y perfumes de elaboración artesanal y sus salas están decoradas con frescos, esculturas y objetos antiguos que son verdaderas obras de arte. Se encuentra en la Via della Scala a pocos metros de la plaza.
En pocos minutos llegamos al Mercado Central, donde destacan las tiendas de pasta de todas clases y colores, las carnicerías con las bistecas fiorentinas y las numerosas variedades de setas.
En la plaza del mercado encontramos diversos restaurantes con sus terrazas en la calle. Comimos muy bien en trattoría Garibaldi, mi marido pidió una bisteca de medio kilo, muy buena, pero yo prefiero la pasta. Con unos crostini toscani y dos cervezas nos costó 49 euros.
Después de comer y tomar un nuevo helado, y tras un breve paseo por las calles del mercado, nos dirigimos a la plaza de la estación donde cogemos el bus 12 que nos lleva a la iglesia de San Miniato del Monte.
Aunque en Florencia no es muy necesario usar el transporte público, habíamos comprado, en una tienda tabacchi, una carta AGILE que incluye 10 viajes de 90 minutos con posibilidad de transbordo, y cuyo coste es de 10 euros. La tarjeta se valida al entrar al bus.
Información transporte en Florencia: www.ataf.net/ ...p;LN=it-IT.
San Miniato es la iglesia más antigua de Florencia y realmente es muy bonita. Son las cinco de la tarde y el sol incide sobre su sencilla fachada. Desde su patio las vistas de la ciudad son magníficas. A esa hora se suele celebrar un oficio con cantos gregorianos.
Un agradable paseo nos acerca a la plaza de Michelangelo, desde la que las vistas de la ciudad son todavía mejores. El sol va bajando y la luz es increíble. Frente a nosotros el Arno con el puente viejo y sobre los tejados destacan las siluetas de la Catedral, el Campanile o el Palazzo Vecchio.
Después de hacer innumerables fotos nos sentamos en la escalera hasta que el sol se pone tras las colinas. Bajamos hasta el rio andando por un agradable camino rodeado de jardines.
Desde el ponte alle Grazie observamos el Ponte Vecchio iluminado.
Aunque no queda lejos, el bus C3 nos acerca al puente.
En la calle que conduce al mismo hay varios restaurantes con vistas al rio.
Cruzamos el puente y nos dirigimos hacia nuestro hotel, con objeto de cenar en uno de los numerosos restaurantes o trattorias que se encuentran cerca del mismo, alrededor de la iglesia de San Lorenzo.
Por el camino disfrutamos de las iluminadas plazas de La Signoría y del Duomo. Decidimos entrar en Pizzería Ristorante Lo Spuntino donde cenamos bien y tranquilos.
Tras la cena y el helado de costumbre, nos vamos al hotel a descansar.
Cada vez que salíamos o entrábamos al hotel, nos encontrábamos con la maravilla de los edificios de la plaza del Duomo.
Por la via Cavour (al principio de esta calle se encuentra el Palazzo Medici Riccardi y a continuación una oficina de turismo), nos dirigimos a la plaza de San Marcos, visitamos el convento con las obras de Fra Angélico, muy interesante.
La Anunciación de Fra Angélico
A continuación pasamos por la puerta de la Academia donde se encuentra el David de Miguel Ángel, visita imprescindible, que nosotros en esta ocasión no realizamos, ya que la habíamos hecho en un viaje anterior a Florencia y deseábamos utilizar el escaso tiempo de que disponíamos en otras actividades.
En la próxima plaza de la Anunziata, donde nos encontramos con el mercadillo del sábado, visitamos la iglesia y admiramos los bellos edificios que la conforman.
Por la via dei Servi nos acercamos a la parte trasera de la catedral y seguimos por la via dei Proconsolo hasta el Museo Nazional del Barguello.
Paseamos por la plaza de la Signoría y la Logia dei Lanzi, donde admiramos estátuas como el Perseo de Cellini o el Rapto de las Sabinas de Giambologna.
Visitamos el Palazzo Vecchio, actualmente sede del Ayuntamiento, en el que destaca la impresionante sala del Cinquecento entre otras muchas muy interesantes.
Ante la puerta del Palazzo se encuentra una réplica del David de Miguel Ángel.
Pasamos por la Logia del Mercado Nuevo, donde los turistas se agolpan para fotografiarse junto al Porcellino, ya que tocar su hocico da buena suerte y garantiza el regreso a Florencia
y por la plaza de la República
Entramos a la Iglesia Orsanmichele, que fue lonja de Trigo, y continuamos hacia la Catedral.
Después nos dirigimos a la plaza de Santa María Novella, visitamos iglesia de Santa María con el Claustro verde y la farmacia perfumería de Novella.
En la Iglesia de Santa María Novella destaca un fresco de Masaccio y el crucifijo de Brunelleschi.
La farmacia de Santa María Novella está considerada como la más antigua de Europa. En ella se pueden comprar jabones y perfumes de elaboración artesanal y sus salas están decoradas con frescos, esculturas y objetos antiguos que son verdaderas obras de arte. Se encuentra en la Via della Scala a pocos metros de la plaza.
En pocos minutos llegamos al Mercado Central, donde destacan las tiendas de pasta de todas clases y colores, las carnicerías con las bistecas fiorentinas y las numerosas variedades de setas.
En la plaza del mercado encontramos diversos restaurantes con sus terrazas en la calle. Comimos muy bien en trattoría Garibaldi, mi marido pidió una bisteca de medio kilo, muy buena, pero yo prefiero la pasta. Con unos crostini toscani y dos cervezas nos costó 49 euros.
Después de comer y tomar un nuevo helado, y tras un breve paseo por las calles del mercado, nos dirigimos a la plaza de la estación donde cogemos el bus 12 que nos lleva a la iglesia de San Miniato del Monte.
Aunque en Florencia no es muy necesario usar el transporte público, habíamos comprado, en una tienda tabacchi, una carta AGILE que incluye 10 viajes de 90 minutos con posibilidad de transbordo, y cuyo coste es de 10 euros. La tarjeta se valida al entrar al bus.
Información transporte en Florencia: www.ataf.net/ ...p;LN=it-IT.
San Miniato es la iglesia más antigua de Florencia y realmente es muy bonita. Son las cinco de la tarde y el sol incide sobre su sencilla fachada. Desde su patio las vistas de la ciudad son magníficas. A esa hora se suele celebrar un oficio con cantos gregorianos.
Un agradable paseo nos acerca a la plaza de Michelangelo, desde la que las vistas de la ciudad son todavía mejores. El sol va bajando y la luz es increíble. Frente a nosotros el Arno con el puente viejo y sobre los tejados destacan las siluetas de la Catedral, el Campanile o el Palazzo Vecchio.
Después de hacer innumerables fotos nos sentamos en la escalera hasta que el sol se pone tras las colinas. Bajamos hasta el rio andando por un agradable camino rodeado de jardines.
Desde el ponte alle Grazie observamos el Ponte Vecchio iluminado.
Aunque no queda lejos, el bus C3 nos acerca al puente.
En la calle que conduce al mismo hay varios restaurantes con vistas al rio.
Cruzamos el puente y nos dirigimos hacia nuestro hotel, con objeto de cenar en uno de los numerosos restaurantes o trattorias que se encuentran cerca del mismo, alrededor de la iglesia de San Lorenzo.
Por el camino disfrutamos de las iluminadas plazas de La Signoría y del Duomo. Decidimos entrar en Pizzería Ristorante Lo Spuntino donde cenamos bien y tranquilos.
Tras la cena y el helado de costumbre, nos vamos al hotel a descansar.