El plan de la semana giraba en torno a este día, porque ha dado la casualidad, que he venido justo la semana en la que se celebra L´infiorata di Noto. Una fiesta que dura aproximadamente una semana, pero que los días más importantes son del 12-15, en la que se cubren varias calles de flores.
Cada año los diseños tienen un motivo, este año eran “Tradizioni, miti e leggende”, y me parece que dibujan los diseños la tarde-noche del viernes y los comienzan a rellenar con flores y otras cosas, en plan arena; cualquier cosa natural.
Por lo que leí en el folleto que cogí en la oficina de turismo, es una fiesta que se hace en homenaje a las flores, y al placer visual que producen, como un homenaje a la primavera, vamos; además las calles dónde están tienen música y es de lo más pasar toda la calle viendo los diseños y escuchando la música.
(El vídeo no es de la mejor calidad, ni el sonido es espectacular, pero sirve como muestra del ambiente que hay, que es lo que interesa, porque ese día hacía bastante viento y el sonido no salió muy bien).
Bueno al tema, este día lo tenía bastante fácil, desde Siracusa a Noto hay un autobus, que no tarda mucho, creo que una hora o un poco más, y que te deja directamente en la entrada de la parte histórica, con lo cual es ideal, te bajas y estás en pleno centro y cuando te vas, lo coges en el mismo sitio.
Me fui a la estación de autobuses en Siracusa, que es digna de ver, porque llamar a eso estación de autobuses... es una calle tal cual, en la que están parados los autobuses, tanto los urbanos cómo los interurbanos.
Cuando llegué a Noto, justo al lado de la parada, hay un parque-descampado, y tenían montado un mercado de todo, había comida, antigüedades, productos ecológicos,... Así que dí una vueltita, a ver que se cocía y me fui a la calle principal de Noto (que es en plan Taormina, en esa calle está todo lo que hay que ver, no tiene mucha pérdida).
Según llegas al Corso Vittorio Emanuele (calle principal), está la Porta Reale di Noto; lo primero ir a buscar la oficina de turismo, preguntar a la señora y coger el mapa. La verdad es que me vino muy bien, porque además de explicarme lo obvio, me contó que había un pase para entrar al Museo Cívico, Palazzo Duzecio y al Teatro Comunale, por 5€ las tres cosas. Y además me contó que si subes a la Chiesa di San Carlo, pagando 2€ por subir, tienes unas vista panorámica de la infiorata además de ver toda Noto.
La oficina de turismo estaba justo pasando el palacio, a mano izquierda, así que me di la vuelta y entre, la chica de recepción me dio el billete válido para los 3 sitios y me explicó que la apertura del palacio a visitantes no se hacía muy a menudo, que era una excepción por ser esta fiesta. Total que te lleva a una sala, la sala de los espejos, en la que hay espejos en las dos paredes laterales, creando un efecto de sala infinita (creo que algo así sucede en la granja escuela de Segovia, no sé porque fui de muy pequeña y no me acuerdo bien).
Eso era lo que había que ver del palacio, no era gran cosa, pero menos da una piedra, la verdad es que estuvo bien. Salí del palacio y seguí hacia delante, justo a la derecha, en Via Nicolaci, estaba la primera infiorata, la vi un poco, y seguí, que lo principal era ir al teatro que cerraba a mediodía.
Cuando entré le enseñé el billete a la señora y estaba yo sola, no había nadie mas viéndolo, me dijo que podía ir al palco que estaba abierto para sacar fotos del teatro por dentro, que es bonito de veras. Es un teatro lírico, que con el tiempo lo fueron cambiando para adaptarlo, le pusieron un escenario nuevo e hicieron varios cambios según contaba la guía (la mujer hablaba italiano y yo me iba quedando más o menos con la copla, hasta que cogió carrerilla y ya me perdí).
La visita me sorprendió bastante, porque el teatro por dentro, aunque pequeño, muy bien avenido, merece la pena visitarlo.
Cuando salí seguí hacia el final de la calle, porque en Via Galileo Galilei estaba una de las infiorate. Todavía era pronto y no había mucha gente así que subí por la parte izquierda y bajé por la derecha para volver a vittorio emanuele. y me volví hacia atrás.
Según volvía, a mano izquiera, en frente del teatro, está la Chiesa di San Domenico que tiene delante unos jardincitos y una fuente, pues en el jardín está puesto NOTO con setos.
Pasando la iglesia, a mano izquierda también está Via Nicolaci, dónde se encuentra la infiorata principal, hice lo mismo, subí por la izquierda a la sombra, que ya se agradecía y bajé por la derecha. Me fui directa a la Chiesa San Carlo, para subir a la torre y ver todo desde arriba.
Sinceramente, merece la pena pagar 2 eurillos por subir, la escalera del demonio es de caracol, empinada y en la que no entran dos personas, así que tienes que esperar a que la gente baje para tú subir y viceversa, pero aún así merece la pena.
La verdad es que estuve un rato largo, entre fotos (porque si no saco cien fotos, de mil maneras distintas no me quedo a gusto, y esto se aplica a todas las fotos que saco en todos los sitios a los que voy...), quedarme abobada con las vistas y esperar a que 20 personas subieran... pues unos 30-40 minutos no me los quita nadie.
Al bajar, ya tocaba comer, así que con mi tuper de fruta fresca que había comprado en un puesto de los que se ponen por todas las calles de todas las ciudades/ pueblos de Sicilia (yo lo compré en Siracusa antes de venir a Noto) y un bocadillo, me fui a un banco, a la sombra de unos árboles que había justo en frente del Palazo Ducezio.
Después de comer, tenía pensado ir a ver un museo, que hay cerca del Palazzo Nicolaci en Via Nicolaci así que en vez de volver hacia atrás, subí una callecita que da directa al Duomo o Chiesa di San Nicolò, seguí subiendo hasta la paralela a vittorio emanuele, Via Cavour.
Al llegar a la entrada de la calle del palacio, me dijo la mujer que vigilaba la infiorata que no se podía ya bajar que sólo subir, y yo le dije que quería entrar al palacio y me dijo que habia otra puerta siguiendo por via cavour, y la verdad es que mejor, porque por esa puerta entras al patio del palacio, que menudo patio, y de ahí ya accedes al palacio y al museo que yo quería ir y al que al final no fui.
Con la confusión de que estaba todo muy junto acabé comprando la entrada para el palacio, que hacían pases cada media hora creo, y te contaban la historia de la familia, y de cómo se convirtió en palacio y además al enseñártelo por dentro, hay gente vestida de época recreando escenas (aunque los actores que estaban en mi pase eran un poco sosos, no se levantaban de las sillas).
La visita al palacio que fue totalmente no planeada, y de las cosas que más me gustó, la guía, como es normal, lo contaba todo en italiano y yo le seguí bastante bien el hilo, hasta que empezamos a entrar en las habitaciones pequeñas, y yo desde fuera no me enteraba de la misa a la media.
Luego de dar la vuelta entera al palacio, y de enseñarnos todas las estancias, te dejan a tu aire, así que yo me fui a los balcones, que se veía la infiorata desde arriba. Volví a ver yo tranquilamente las salas y me fuí.
Cómo por via Nicolaci no se podía bajar, me fui a bajar por Via Rocco Pirri, y cuál fue mi sorpresa cuando a los dos lados de la calle había un mercado ecológico, con puestos, música, decoración, todo muy festivo y una maravilla para la vista. A mi que me gusta mucho ver que hay, me recorrí los dos mercaditos y me paré en un puesto de mieles, que tenía ganas de comprar y la mujer me dio a probar de todas las que tenía, al final cogí miele di agrumi, que me dijo que era de naranja y limón a la vez, la cosa es que estaba muy muy buena.
Me dio un panfleto de su finca, dónde además de cultivar de todo pues tenían en plan un hotel rural, restaurante,... lo que aquí llaman "agriturismo", y estaba en Siracusa, y le dije que yo también estaba en allí y le faltó tiempo a la mujer para invitarme a cenar pizza que esa noche iban a encender el horno de piedra, jejejeje. Así es la gente aquí, amable y buena, aunque siempre hay excepciones, pero en general, la gente de Sicilia es así.
Para no tener que volver por la calle central, me bajé a la paralela, para volver a la altura del Museo Cívico, que era lo que me quedaba por ver. Bajé a Via Ducezio y menuda fiesta tenían montada, en la Parrocchia Madonna del Carmine, a la entrada, había un grupo de artistas, unos haciendo graffitis, otros esculpiendo en piedra y otros representando una obra de teatro, todo con música de fondo, así que me fui a las escaleritas, me senté y me quedé un rato contemplando la situación.
Me puse en marcha, y toda la calle estaba llena de puestecitos de artesanía, había música de fondo,... la verdad que se ve un Noto diferente del que se suele ver normalmente y me gustó mucho.
Ya de lo último que hice fui entrar al museo, que no es nada del otro mundo pero bueno, estuvo entretenido, la parte de arriba tenía una colección de esculturas y bustos, que me gustó.
Cómo todavía me quedaba un poco de tiempo, me dije, vamos a dar otra vuelta por la calle principal y ya veo por última vez la infiorata, ERROR!!, estaba aquello que ni que regalasen algo, una cantidad de gente, que es que ya no se disfrutaba paseando, así que vista la situación, me di media vuelta, me fui al mercadito de la entrada, a la parte de antigüedades y di un par de vueltas hasta la hora de coger el bus.
El bus vino con un poco-bastante retraso, la gente ya se ponía nerviosa, vinieron dos chicas a preguntarme si ya había pasado, y ya les expliqué que no, que aquí muchas veces los autobuses llegan con retraso, que no hay que preocuparse, y efectivamente, a los 5 minutos apareció.
Fue un día para ver un Noto que no siempre se tiene la oportunidad de ver, y me fui bastante contenta con la experiencia del día en sí, y si tenéis la oportunidad de ir alguna vez a Noto y que coincida que sea la infiorata, os va a sorprender. (Un consejo útil, el mejor día para verla es el sábado y por la mañana, porque todavía no hay tanta gente, aunque de noche tiene que ser una pasada verla, yo no pude. El domingo por lo que me han contado, es caótico, casi que mejor no ir).