Bienvenidos al desierto (25-28 de julio) ✏️ Diarios de Viajes de USA

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25 de julio

El vuelo Toronto-Phoenix tiene una escala en Salt Lake City, que aprovechamos para comer algo más o menos decente enel restaurante Viaggio del propio aeropuerto de SLC. Un plato de pasta y una pizza a repartir entre los 3 por 33$. Nada mal para ser restaurante de aeropuerto.
Tras la temprana cena, seguimos rumbo sur hacia Phoenix, capital de Arizona, el estado del Grand Canyon, en pleno desierto. Aterrizamos sobre las 21:30, y tras pasar inmigración (por suerte no es un aeropuerto muy transitado, y menos a estas horas), recogemos la maleta y nos vamos directos al mostrador de Avis para recoger el coche que teníamos reservado, con devolución en Salt Lake City. La categoría del coche corresponde a un Ford Focus o similar, pero nos hacen entrega de un Nissan Versa. Se ve en buen estado, pero no me da muy buen rollo. Nos hemos acostumbrado en los últimos viajes a ir en SUV, y esto nos parece minúsculo. Por el precio que pagamos con la reserva (730€) no había nada mejor. En el mostrador intentamos hacer un cambio por algo más grande, pero los precios que nos comenta el dependiente nos parecen exagerados (500$ extra por un Jeep Cherokee). Así pues, cargamos el Nissan y nos vamos al motel a descansar, que vamos un poco reventados. La temperatura exterior en el aeropuerto a las 10 de la noche llega a los 40º!! Por suerte, el motel está cerca del aeropuerto, y no tardamos ni 5 minutos en llegar. Lo cogimos al lado por la hora de llegada y porque no tenemos intención de visitar nada aquí, sinó que nos vamos directos a Las Vegas. Durante el corto trayecto, comprobamos que el aire acondicionado del coche no va muy bien y que las suspensiones y neumáticos van a hacer de este viaje poco menos que un infierno de incomodidad. Nos registramos y nos vamos a dormir. Por lo menos el aire de la habitación funciona bien...

Distancia conducida: 50 kms.
Alojamiento: Econo Lodge Phoenix Airport. 54€, desayuno incluído (Booking)

26 de julio

Entre los cambios de horario, el cansancio y darle vueltas al tema del coche, apenas he pegado ojo. Por eso, poco después de las 7 ya estoy en pie y preparado. Ada y Ester tardan un poco más, pero sobre las 8 ya estamos desayunando en la recepción del motel. Durante el desayuno comentamos el tema con Ester, y decidimos ir a cambiar el coche, pagando el suplemento, aunque nos parezca caro. Así pues, terminado el desayuno, cargamos el Nissan y regresamos al aeropuerto, dejamos los trastos en el coche, en la zona de devoluciones y le contamos a los encargados el tema. Nos dicen que sin problema, que podemos dejarlo todo en el coche y subir al mostrador a negociar el cambio. Obviamente, el encargado es diferente al de anoche, y tras buscar un poco, nos consigue un Hyunday Santa Fe casi nuevo por 330$ de suplemento. Perfecto! Cambiamos los trastos de coche y tras revisar que no tenga arañazoa o abolladuras, nos damos cuenta que no hay tapa para el maletero. Sin problema, pues los cristales traseros están tintados. Además, tenemos la manta de Air Transat para cubrir el equipaje. Empezamos el auténtico road trip!
Al poco de salir del aeropuerto por segunda vez en menos de 12 horas, nos paramos en el primer Safeway que vemos, para comprar la nevera portátil y algunas cosas para picar (galletas, refrescos, agua, fruta...). Nos hacemos la tarjeta de cliente para tener descuentos en próximas compras, es gratuita, y los descuentos son importantes, vale la pena. Cogemos la autopista 93 en dirección noroeste, y prácticamente no paramos hasta llegar a Kingman, en plena Ruta 66. Solamente hacemos una parada para fotografiar los cactus típicos de Arizona, y un Joshua Tree. Una recomendación: si os váis a fotografiar con uno de ellos, no os acerquéis con chancletas, entre arbustos espinosos, serpientes de cascabel y escorpiones, podéis tener algún susto...



Llegamos a Kingman poco antes de las 12 del mediodía, y nos paramos en Mr. D'Z a tomar una coca-cola y unos aros de cebolla, para recordar nuestro anterior viaje por la zona. No queremos comer en serio porque la intención es llegar a Las Vegas e intentar comer con unos parientes que están allí por trabajo y se marchan esta noche.


Tras la breve parada, seguimos rumbo norte por la 93, atravesamos la Presa Hoover y sobre las 3 de la tarde entramos a la ciudad del pecado. Antes de ir a registrarnos, nos metemos en el aparcamiento del Luxor, dónde se alojan los parientes, y vamos en su búsqueda. Por cierto, hace un par de años, el aparcamiento era gratuito, ahora hay que pagar 5$ por todo el día. Nada más bajar del coche, ya notamos que estamos en Las Vegas, la temperatura ronda los 45ºC, y el tramo entre aparcamiento y zona de casinos es un auténtico infierno.
Abusando del wi-fi del hotel, nos comunicamos con ellos, y nos indican que vayamos a uno de los restaurantes del Mandalay Bay, dónde están acabando de comer. Finalmente damos con ellos y acabamos de dar cuenta de sus inmensos e inacabados steaks, mientras vamos contando cómo va el viaje y cómo les ha ido a ellos la feria a la que han asistido. Por la reacción al encontrarnos, parece que hacía décadas que no nos veíamos, y en realidad, apenas hacía 10 días que estuvimos con ellos...


Supongo que el hecho de encontrarte en (casi) el otro lado del mundo, supone una ilusión tremenda para todos. Estamos con ellos poco rato, pues dentro de nada les vienen a buscar para llevarles al aeropuerto, y aún tienen que ducharse y preparar las maletas. Poco después de las 5 de la tarde, nos despedimos, deseándoles un buen viaje de regreso (no lo fue, perdieron la conexión de British en Londres), y volvemos al coche para dirigirnos a nuestro hotel. Este año decidimos cogerlo en el downtown, fuera del strip, porque no teníamos ningún interés en el Strip, y en cambio sí en visitar Fremont Street, cosa que aún no habíamos podido hacer.


Llegamos al Downtown Grand, aparcamos en el aparcamiento que hay justo al otro lado de la calle, y nos registramos, pagando lo que nos faltaba de la reserva por dos noches y el dichoso "resort fee". Una vez instalados, nos vamos a dar una vuelta por Fremont St., justo al lado del hotel. Creemos que es como observar en primera persona la decadencia del género humano: el ambiente es totalmente decadente: chicas en ropa interior bailando, "boys" luciendo cuerpo y fotografiándose por unas monedas, alcohol, gente deslizándose por las tirolinas que van de una punta a otra de calle, sobrevolando las cabezas de la gente que intenta mirar el espectáculo de luces que tiene lugar en la bóveda con millones de bombillas consumiendo la electricidad generada por la presa Hoover... Bastante deprimente en nuestra opinión. Nos tomamos unas porciones de pizza en un Pizza by the Slice, justo en Fremont con North Main St., unas cervezas para no desentonar, y vuelta al hotel. En total, 30$. Menuda decepción lo de Fremont Street...


Distancia conducida: 490 kms.
Alojamiento: Downtown Grand Hotel. 145€ dos noches, desayuno incluído (Booking)

27 de julio

El desayuno que tenemos incluído en realidad es sólo para dos personas, pues la habitación la pagamos sólo para 2, aunque tenga capacidad para 3. Así pues, tenemos que compartir algo. Al hacer el check in nos dieron unos tickets para el desayuno que debemos ir a tomar al edificio al otro lado de la calle, en un lugar llamado " The comissary". No hay mucho para escoger, algún zumo, café aguado, y alguna pasta, fruta y/o yogur. No es para tirar cohetes pero menos da una piedra...
Como no tenemos planeado visitar nada especial en el strip, vamos a dedicar gran parte del día a visitar el Outlet de North Las Vegas, para comprar algo de ropa y lo que pueda surgir. Lo tenemos relativamente cerca del hotel, en un sitio normal podríamos haber ido andando, pero en Las Vegas, recorrer esa corta distancia a pie por la calle es un suicidio. Llegamos al outlet y aparcamos cuando están empezando a abrir las tiendas, no hay casi nadie aún deambulando por aquí. No se puede estar mucho rato sin entrar en una tienda, básicamente por el calor que hace fuera, insoportable incluso a las 10 de la mañana.
Parada obligatoria en la tienda Levi's, con mucha variedad de productos pero con unos precios que no son ninguna ganga: unas camisas para mi y unas camisetas para Ada es todo lo que nos llevamos antes de seguir con otras tiendas: Columbia, Francesco's, Nike, Adidas, Armani, Converse, Boss, y muchas más. No llegamos a entrar en todas, pero aún así, estuvimos unas buenas 3 o 4 horas deambulando por el Outlet, Buscábamos una tienda de Hollister y resulta que no hay, también es casualidad... Preguntamos dónde podíamos encontrar una y nos envian al Fashion Show del Strip, frente al Wynn. Cómo nos habían hablado muy bien del buffet del Wynn y estamos hambrientos, vamos a tirar la casa por la ventana y darnos un atracón en éste. De camino, paramos a llenar el depósito que está completamente seco...Por 88$ los 3 casi les arruinamos, menudo hartón de comer!


Y para hacer la digestión, una vuelta por el hotel y atravesamos el Strip por el puente que une el Wynn y el Fashion Show, para seguir a la caza de más compras. Ir de tiendas, con el ritmo cansino, parando, arrancando, volviendo a parar, etc, me cansa mucho más que hacer una excursión de 8 o 10 kms en algún parque nacional, incluso sin aire acondicionado. Así pues, cuando damos por finalizada la jornada de compra, volvemos al hotel para relajarnos un rato en la piscina, tomando una cervecita al sol, y esperando que caiga el sol para volver a salir.


La idea es acercarnos a la tienda de empeños que sale en "El precio de la Historia", a ver si hay suerte y alguno de los protagonistas está por allí. La tienda se llama "Silver and Gold Pawn Shop", y la dirección es 713 South Las Vegas Boulevard, entre el hotel Stratosphere y el downtown, en una zona con muchas capillas.
Antes de salir, nos damos una ducha y volvemos a montar en el coche. Al igual que por la mañana, podríamos ir andando, pero es que realmente, aunque ya sea de noche, el calor es sofocante.
Llegamos a la tienda en menos de 4 minutos y aparcamos sin problema. La tienda está abierta las 24 horas, pero supongo que de noche baja el ritmo de visitas.


Es mucho más pequeña de lo que nos imaginábamos, y no tenemos la suerte de que haya ninguno de los protagonistas del show televisivo que creo es la principal fuente de ingresos. Se ve mucho marketing del programa, mucho turista curioso como nosotros y poca gente que parezca realmente interesada en comprar, vender o empeñar algo.
Salimos un poco tristes por no haber visto al Viejo, a Rick o a Chumlee, y nos vamos a consolar con unas porciones de pizza al Pizza Rock, antes de ir a dormir.

Distancia conducida: 25 kms.

28 de julio

Repetimos rutina de desayuno el The Comissary, preparándonos para abandonar ya Las Vegas. En el mismo "restaurante", Ada aprovecha para comprar unos recuerdos para sus amiguetes antes de salir.
Nos ponemos en marcha poco antes de las 10, dejando Las Vegas en dirección sur. Al poco rato de salir, llegamos a la Presa Hoover, que no tuvimos tiempo de visitar ni en nuestro viaje de 2014 ni subiendo desde Phoenix. Nos paramos a dar una vuelta. El calor es espectacular, sofocante. Tenemos que aparcar en uno de los aparcamientos habilitados unos cientos de metros pasada la presa misma y bajar andando. No son más de 300 metros, pero creemos que nos va a dar un ataque de calor. Por suerte, en otro de los aparcamientos un poco más abajo, han instalado una máquina refrescante: un enorme ventilador de aire frío que además rocía con agua. Os juro que se agradece muchísimo.



Cuando hemos pasado el primer golpe de calor gracias a la "cooling station", seguimos hasta atravesar completamente la presa. De los dos lados de la carretera, en uno hay unos miradores cubiertos y cada pocos metros unas fuentes. Al otro lado no hay absolutamente ninguna sombra ni fuentes ni nada. Adivináis por cuál atravesamos? Efectivamente, por el lado sur, el que da a la parte baja de la presa, con el agua muchos metros por debajo del nivel en que nos encontramos nosotros, viendo el puente a muchos metros por encima. Por el lado norte no circula nadie, y es donde está el agua a nivel más alto y se forma un lago. Es más bonito, pero debe ser como las puertas del infierno.


Una vez satisfecha nuestra curiosidad por la presa, como veo que Ada y Ester lo pasan tan mal con el calor, les digo que esperen y en un acto poco más que heroico, voy solo a buscar el coche (con parada obligadísima en la "cooling station"). Lo consigo sin fundirme del todo, y antes de poner el coche en marcha, ya tengo el aire acondicionado a tope. Las recojo justo en medio de la presa y seguimos rumbo sur por la 93 hasta Kingman, donde paramos a beber algo y llenar el depósito. Nuestro destino final es el Grand Canyon, pero nos vamos a detener (dando un rodeo) en Oatman. El rodeo supone unos 90 kms ida y vuelta de más, pero si se tiene interés en la ruta 66 o en ver los famosos burros "salvajes" del pueblo no es un gran sacrificio. La carretera es pésima, eso sí.


Lo que en condiciones normales supondría media hora ir y media volver, en este tramo de la ruta 66, ese tiempo se dobla. Por otro lado, el pueblo no tiene nada de extraordinario. Bueno sí, los burros sueltos por la calle. Pero no deja de ser un pueblucho con un par de docenas de edificios ambientados como típicos del oeste, básicamente tiendas y algún restaurante. Ahora que lo hemos visto, creo que no vale la pena perder el tiempo. Llegamos pasado el mediodía, entramos a un par de tiendas, compramos algún souvenir y comimos en el restaurante esperando ver el anunciado simulacro de tiroteo programado para las 14:00 que no llegó. Así pues, después de comer, iniciamos el camino de regreso a Kingman para continuar la ruta hacia el Grand Canyon.


Ésta vez no pasamos por el tramo más visitado de la ruta 66 (Kingman-Peach Springs-Seligman), sino que decidimos ir por la autopista I-40. A medida que nos acercamos al cruce de Williams, nos metemos de lleno en una tormenta bestial. La temperatura que marca el coche ha bajado de los 43ºC a los 18º en poco más de 30 minutos de conducir. La cortina de agua hace que varios coches se paren en el arcén por miedo a seguir. Se puede circular, con cuidado y despacio, aunque hemos de reconocer que es peligroso, pues la visibilidad es escasa.


Atravesamos Williams, que parece Las Vegas ambientado en el oeste, nos paramos a comprar algo para picar en un Safeway, llenamos el depósito y seguimos ruta, cogiendo el desvío que nos lleva por la carretera 64 hasta la entrada del Grand Canyon NP, dónde "estrenamos" el pase de 2ª mano comprado a otro usuario de Los Viajeros. Durante el camino por la 64, hemos visto grandes columnas de humo hacia el este, no muy lejos, y le preguntamos a la ranger de la garita de entrada si hay que preocuparse. Nos contesta que no, que está muy lejos, aunque a nosotros no nos parece tan lejos; incluso se puede oler a humo...


Una vez dentro del parque, vamos a hacer el check in en el Yavapai Lodge e informarnos de cómo funciona el tema de los desayunos, wi-fi, etc. Vamos a dejar los trastos a nuestra habitación, muy correcta, pero sin aire acondicionado, y como en las habitaciones no hay wi-fi, (solamente en recepción y comedor), volvemos a recepción, dónde hacemos un poco de tiempo para que Ada pueda comunicarse con sus amigos. Mientras estamos allí, nos acordamos de que tenemos que hacer el check in en Papillon para el vuelo en helicóptero de mañana por la mañana, así que nos montamos en el coche y nos dirigimos a Tusayan. El helipuerto y oficinas de Papillon se encuentran justo después de salir de Tusayan en dirección sur (saliendo del parque, no entrando). Llegamos justo antes de que cierren las oficinas, nos registramos, nos pesan, y nos indican que estemos media hora antes de la hora del vuelo en la oficina de nuevo para recibir las instrucciones necesarias.
Dejamos Papillon atrás y paramos en Tusayan para cenar. Teníamos intención de hacer un trozo del recorrido hasta el Oooh Aaah Point esta tarde, pero se nos ha pasado el tiempo volando y lo tenemos que dejar para mañana. El lugar elegido para la cena es el mismo en el que cenamos hace un par de años, el Yippee-I-O, un steak house, en el que por 50$ nos ponemos las botas. Una comida mucho más decente que lo que estamos acostumbrados por estos lares...
Después de cenar, ya en plena noche, volvemos al Lodge. Como no tenemos televisor en la habitación, nos ponemos una película en la tablet antes de dormir.
Por cierto, cada día hemos ido recibiendo noticias y fotos de T&C por whatsapp, o sea que están bien. A esta hora, probablemente ya estén en el aeropuerto de Toronto a punto de embarcar o en vuelo destino Barcelona.

Distancia conducida: 560 kms.
Alojamiento: Yavapai Lodge. 118€, sin desayuno (www.visitgrandcanyon.com/ ...apai-lodge). Es el único Lodge del Grand Canyon no gestionado por Xanterra, sino por Delaware North.

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